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Los días siguientes eran igual, Youngjae fingiendo leer algo en la biblioteca mientras observaba al chico pelinegro.
Aunque su amigo se quejaba de aquello hacía que este lo acompañará saliendo de la universidad.
─ Adivino, iremos a la biblioteca. ─Chanhee le dio una leve mirada para después darle un sorbo a su malteada-─ ¿Acaso planeas conquistarlo con los ojos? Todos los días en la misma mesa, algo me dice que ya sospecha.
─ No y no, si me echas mala sal terminará todo antes de empezar. ─Suspiró.─ Además si me descubre pensará que soy un «stalker».
─ Eres un stalker.
─ Como sea, hoy no podré ir a verlo.
─ ¿Por qué?
─ Changmin me pidió que lo acompañara para ver una película de terror, necesita hacer una reseña de eso.
─ ¡Y no me invitaron! ─Le dio un leve golpe al castaño mostrándose ofendido.
─ Está bien pequeña fresita, algo te compraré pero no te enojes conmigo.
─ Sí vuelves a llamarme en diminutivo el motivo de enojo será otro. ─Sonrió y dio otro sorbo a su malteada.─ Quiero unos audífonos nuevos.
Youngjae lo miró y rió en alto para también darle un gran sorbo a su bebida.
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Al día siguiente Youngjae volvió a su rutina, la diferencia, el chico pelinegro no estaba en la mesa de siempre.
─ ¿Pero qué? ─Susurró a su mejor amigo mientras buscaba a sus alrededores.─ ¿Crees que le haya pasado algo?
─ Es claro que decidió no venir hoy, lo normal. Dime, ¿vas a practicar skate todos los días?
─ ... No.
─ Pues lo mismo con el tal Juyeon. ─Le miró con algo de obviedad.─ Mejor vamos a casa, tengo sueño.
─ No. ─Le señaló demandante.─ Tú quédate aquí, yo lo buscaré por los pasillos.
─ Pero que se supone-
─ En un momento regreso. Interrumpió para marcharse.
Chanhee con la palabra en la boca no le quedó más remedio que quedarse en la mesa, suspiro para sacar algo de su bolso cuando observó cómo el chico pelinegro se ponía de pie desde otra mesa y avanzaba hacia los pasillos.
Confundido se quedó analizando la situación y cuando un click sonó en su cabeza también se puso de pie para avisarle a su amigo, tenía un mal presentimiento.
En cambio Youngjae se asomaba cuidadosamente en cada pasillo pensando en qué pasaría si no lo volvía a ver, no sabía nada de aquel chico más que su nombre, se arrepentía un poco de no haberse acercado a él antes e iniciar una conversación.
Al darse la vuelta para seguir buscando choco con alguien, cuando alzó la vista vio al chico pelinegro e inmediatamente quedó atónito.
─ ¿A quién buscas? ─Juyeon le cuestionó extrañado.
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