No sé si dispongas del tiempo para leer esto, o si tal vez el afán de aferrarte a las cosas vanas de la vida te aparten de todo lo que proviene del corazón. Pero quisiera decir algo...
No sé si sería prudente comparar la necesidad de tenerte con la falta de oxígeno de una persona debajo del agua, o tal vez el calor que precisa una persona a punto de morir de hipotermia.
De igual manera sigo siendo aquel que deja caer la culpabilidad de sus defectos y decisiones en su inexperiencia y falta de madurez. Pero también soy el más afortunado de todos, no por lo que pueda tener o llevar u obtener a lo largo de la vida. Sencillamente fui más que bendecido porque en aquel momento aprendí qué era el amor inefable, y tal vez ellos o ellas puedan verte pequeña, con defectos y carencias, sin darse cuenta lo jodidamente hermosa que es tu sonrisa. Tal vez tus padres se amaron de más o se tomaron la poción de Asterix cuando iban a por ti, pero no sé porqué creo que se quedan por debajo las ganas de caminar de una persona que nunca podrá o el anhelo de un niño por obtener un juguete que tal vez nunca lo pueda tocar, con lo que siento por ti...
Ya no estás y quizás nunca volverás a estar a mi lado... pero no dejes de sonreír.
Tú naciste para ganar y quizás fue tanta la bendición de tenerte que me hizo no tratarte como la reina que eres, o a lo mejor fui un terreno áspero en el cual te tocó aprender a andar en cuestión de sentimientos.
De igual manera no permitas que dejen caer limitaciones en tu vida como avalancha, las cuáles no te dejarán crecer. No dejes que el miedo a empezar de nuevo te haga esclava de algo que no es de agrado a tu corazón.Y NUNCA, NUNCA DEJES DE SONREÍR...