Creo que en palabras se dificultaría mucho decirte o explicarte cuántas cosas podría yo hacer contigo si me das permiso de entrada a tu vida...
No voy a inventarte nada extraño ni a decir lo que quieres escuchar, pero si analizaría cada paso con premeditación para no cometer fallos. Escarbaría buscando vías y maneras de dar en el blanco, de tal manera que cada oración que salga de mi boca sea un cuchillo de doble filo directo a tu alma, y tu subconsciente se llene de un placer tal, que decir la palabra NO! se haga imposible.
Si me dejas, dejarías de tener miedo a lo que le temes.
Si me dejas lucharías por alcanzar lo que tanto deseas.
Si me dejas tus morbos mas internos se harían realidad, incluso aquellos los cuáles te dan pavor que alguien mas lo sepa.
No hables, sólo quiero que prestes atención a lo que lees. De tal manera voy a convencerte que cada palabra erizara tu piel, mojará tus sentidos y todo tu ser pedirá a gritos que yo tome el mando de tu voluntad.
Permíteme solo dar un paso, abre un poco y déjame sólo hablarle a tu mente y tus morbos florecerán cómo flor en primavera, las ganas se multiplicarán como olas en un mar bravo y todo lo que antes parecía extraño se convertirá en placer.
No encierres tu mente a lo que otros puedan decir o interpretar de acuerdo a tus acciones. No le permitas a los prejuicios tomar acción y menos ser partícipe cuando de placer se trata. No quisiera sonar presuntuoso pero si me dejas alcanzarás el nivel que tanto anhelas y el que nunca has creído que fuera cierto llegar. Tu mente ya tiene ese bichito de placer. La llama está ahí, esperando ser prendida, las ganas te están ganando la batalla. Ya es más difícil contener a tu cuerpo y no bañarte en el mar de ideas, deseos y anhelos de tu mente.
Lánzate como clavadista profesional a tus ganas y permite que tus morbos hagan tu vida tan placentera como tu mente desea y tu cuerpo pide.
Si me dejas seré el hacedor de cumplimientos de tus deseos.
