Jefe (Yunando ) [TERMINADA]

CAP 7:

A la mañana siguiente todo paso con normalidad. No habían llegado los dos líderes de la mafia. La reunión tuvo que ser programada para otro día en los que no estén ocupados, es decir: teniendo sexo.

En comisaría Gustabo se encontraba haciendo un berrinche, más que un berrinche era quejarse de que habían interrumpido sus planes de poder sacarle información a Nadando. Lo cual nunca llegó.

- ¡Es que tío! ¡Menuda mafia de mierda! -. Reprochó varias veces el inspector Fred en el despacho del super.- ¡Nos mantuvieron esperando dos horas! ¡Para que luego, recibir un mensaje de que no van a ir!

- Si estaban ocupados nos tuvieron que a ver dicho, no dejarnos esperar como perros a sus dueños -. Dice Dan frunciendo el ceño, aún que usaba su pasa montañas se le notaba poco.

- No se preocupen, manda un mensaje a Nadando diciéndole si está disponible -. Hablo Conway intentando calamar un poco los humos de Gustabo

- Está bien -. Saca su celular buscando en los mensajes aquel jefe de taller.

Nadando

Estás?

Si

Podemos reunirnos hoy?

Claro en una hora, te parece?

Me parece perfecto.

Gustabo guardo su celular mirando al super.- Listo, que en una hora nos manda ubicación

- Perfecto, me hacen un informe de lo que les saquen a estos -. Habla Conway mirando ambos.

- De acuerdo -. Hablo Horacio un poco preocupado.

En el taller no había nada más que peleas, gritos y golpes. Otra ves Emilio tenía que volver hacer el trabajo de seguridad sacando a los clientes irrespetuosos, a la vez que estar cuidando a sus compañeros de que no hagan una tontería. ¡Qué día más pesado!.

Armando se hacerlo al mexicano, se quedó aún lado suyo cruzandose brazos al instante. Dio un largo suspiro viendo como Tonet y compañía estaban liandola como siempre.

- Jefe, ¿Tengo permiso para golpear a Tonet con la llave inglesa? -. Pregunto Emilio dirigiendo su vista al de mono rojo.

- Vamos a ver, Emilio ya te eh dicho que esas no son formas -. Suspiro Armando enfocando su vista al chino que se encontraba con Tonet y los demás clientes.- Reúne a los chicos, nos vemos en la sede -. Susurró audible solo para que el mexicano escuchará.

Las cosas se ponían tensas entre ambos mandos, Gustabo y Horacio ya sabían la sede, conocían los apodos de todos, solo faltaba saber sus nombres y donde trabajan para atraparlos, algo que desconocían. Armando preocupado por sus chicos, tiene que ser responsable al ver cómo el jefe de la mafia se comportaba como un niño pequeño, ser doble jefe si que es agotador.

Era cuestión de tiempo para armar la redada definitiva.

En la sede. Se encontraban casi  todos reunidos, los cuales eran:   Falete, Evo, Diablo, Gringo, Macaco, Culebra, Calavera, Xiaomi y Nadando. Solo faltaban los más importantes: Wilson y Tako.

Los minutos pasaban lentos, parecían horas. Eso no impedía que los chicos se divirtieran tirandose de la terraza hacia la piscina. De un segundo a otro dos integrantes quedaron heridos por a ver caído en el doloroso y frío suelo.

Un carro se escuchó llegar, miraron todos por la puerta que da al estacionamiento, viendo entrar a dos enmascarados. Eran ellos.

- Muy bien, ¿Que información nos traen? -. Pregunto Nadando llendo al punto, no se estaría con rodeos tontos. Para algo había reunido a todos.

- Vamos Tako, diles tú qué información traemos -. Habla Gustabo mirando a su hermano.- Diles, diles.

- Bueno... Eh... -. Los nervios no tardaron en aparecer en Horacio, esto si que va ser un poco complicado.

- Vamos, respira hombre -. Dice Manolo detrás de Tako.

- Tenemos vigilados algunos policías -. Susurró con un poco de temblor en su voz para nada audible.

- ¿Cómo? ¿Que dijistes? No te escuché -. Dijo Nadando viendo fijamente al de máscara de Tako.

- ¡Habla más fuerte Horacio! -. Suspira Gustabo mirando a Tako. No podía creer que no fuera capas de decirlo.

- Que... Que tenemos vigilados algunos policías -. Vivió a decir en voz baja. los nervios lo estaban traicionado.

- Mejor dilo tu Wilson -. Hablo el mexicano.- Al parecer tu amigo está muy nervioso, no será que es de la policia ¿Verdad?

- ¡Horacio! ¡Ya deja de actuar de esa forma! -. Grita con enfado Gustabo. Esto era estupendo.- Lo que veníamos a decir es que tenemos vigilados algunos policías, también sus nombres, matrículas de sus carros y sus placas.

- Eso es genial -. Hablo Xiaomi poniéndose aún lado de Nadando.- ¿Entonces saben cuándo entlan y salen?

- Así es, también tenemos vigilado al mano derecha del super a Volkov -. Da una sonrisa Wilson.

- ¡Oh! -. Dice con emoción el chino.- ¡¿Entonces que espelamos?! ¡Hay que idear un plan para atraparlo!

- Tranquilo hombre, primero tenemos que prepararnos bien y asegurarnos -. Habla Armando intentando tranquilisar a Xiaomi.- Esa información es muy buena, ¿Es todo? -. Pregunto

- Así es, por le momento si -. Respondió Wilson

Un rato después, los chicos se empezaron a ir uno por uno, cada quien tenia que regresar a su trabajo y seguir como si nada hubiera pasado. En la sede solo quedaban Nadando, Gustabo y Horacio, lo cual el de crestas se tuvo que retirar quedando solo Nadando y Gustabo.

Ambos se dirigieron adentro en la mansión, tenían una plática o más bien, Gustabo tenía que sacarle información para dársela al viejo. Esto sería algo difícil, pero sus encantos harían que soltara todo. O eso es lo que pensaba.

Se sentaron en los sillones de la sala, todo era silencio total. Un silencio incómodo para ambos nunca habían estado solo, mucho menos en esta situación. De un segundo a otro Gustabo ya se encontraba sentado en las piernas de Armando rodeando su cintura y con sus brazos al rededor de su cuello. ¿Quién dirá que los labios de Nadando serían adictivos?

Una guerra de lenguas, para ver quién dominaba a quien. El beso se hacía intenso e excitante, la temperatura de sus cuerpos comenzaba a elevarse. De este modo la desesperación se hacía presente, la ropa estorba y el lugar no era el adecuado.

Gustabo metió una mano debajo del pantalón de Armando acariciando suavemente la tela de los boxer.

En el taller. Se encontraban los únicos que trabajan. Yun seguía vendiendo y comprando carros, Manolo atendiendo a los clientes. Tonet estaba con Emilio escondidos detrás del estacionamiento comiéndose la boca. Lo más normal del mundo.

Al terminar la jornada laboral, el taller al fin iba a cerrar, ya eran las 8:00 PM, hora de que todos se vayan. El único jefe que quedaba era Yun, Armando no había llegado después de la reunión con aquellos, le llamo un par de veces sin éxito ninguna llamada, todas a buzón. Tampoco se preocupo tanto ya que luego se ponía a investigar por su propia cuenta sin decirle a nadie. Que ingenuo era.

Continuará....

Omg que pasó aquí?

Pss eso, a ponerle emoción a las cosas bb.