Capitulo 10: Somos la resistencia

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Dentro de la carpa de policías estaban a punto de iniciar un operativo para acabar con esta historia, Castro dando las ordenes finales para iniciar su ataque contra el banco de España. Luego, los agentes especiales estaban en posición de entrar al banco.

Castro: bien... todos en posición.

Agentes: ¡sí señor!

Castro: ¿Garrido?

Garrido: listo para el ataque, ya me deshice de un atracador, me dirijo a la puerta.

Castro: bien... ¡Todo dios preparado!...

De la nada la puerta del banco empezó a abrirse y el gobernador y un grupo de rehenes salió con las manos en alto.

Castro: ¡Entren!

[INTRO]

[10 horas antes]

[Carpa de policías]

Ángel entraba en la carpa con Marsella esposado.

Ángel: inspector... traigo al cómplice del profesor para la interrogación...

Castro: muy bien, ahora redacta el informe de su captura.

Ángel: entendido.

Castro: yo lo interrogare personalmente.

Ángel: Inspector... luego me gustaría hablar seriamente con usted.

Castro: claro, luego de la interrogación nos vemos en la cafetería de acá la vuelta.

Ángel: bien, ahí lo veré.

El inspector Castro sentó a Marsella y él se sentó en frente suyo para interrogarlo.

Castro: bien, iniciemos... cuál es su nombre.

Marsella: Santiago...

Castro: Santiago que...

Marsella: Santiago Kovač...

El inspector escribió su nombre en una libreta y lo miro para hacerle otra pregunta.

Castro: ¿Cómo conoció al profesor?

Marsella: por su hermano, en su boda, yo era amigo de su exesposa y fui invitado, ahí conocí al profesor...

Castro: ¿Cuándo le conto sobre el plan y dónde?

Marsella: ahí mismo...

[Flashback]

Italia... 3 años antes de la hora cero.

En el monasterio donde vivía Andrés, se celebraba una boda, todos disfrutando de un banquete, sentados en una mesa.

Andrés estaba sentado en el centro de la mesa, Tatiana a su lado derecho, y al izquierdo el profesor, Bogotá y Marsella estaban del otro lado, dejando un asiento vacío entre ellos.

Andrés: ... y con toda la policía atrás nuestro, siguiéndonos, nos sentíamos como en las nubes, no es así querida...

Tatiana: así es, era maravilloso...

Bogotá: bueno, maravilloso los 20 diamantes...

Andrés: eso también...

El grupo se puso a reír por el comentario...

Andrés: pero esa felicidad no se comparará con la felicidad que tendremos cuando tengamos 90 toneladas de oro en nuestras manos.

Sergio miro a Andrés haciéndole señas para que no digiera el plan.

La casa de papel ¨El final del atraco¨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora