Xie Lian era el mayor tesoro de Xian Le, el reino del que era orgullosamente el Príncipe Heredero; era amable, carismático, servicial, bondadoso y de corazón puro. Además, poseedor de una belleza inigualable.
«Quiero salvar a la gente común»
Nunca escatimó esfuerzos, siempre al frente de su gente, hacía hasta lo imposible para mantener la prosperidad y paz en su reino.
«Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso»
Él amaba a su gente, en su corta edad concluyó en su corazón que lo más importante para él, su misión de vida, era cuidar de los demás con todo su fervor.
Con todo su ser realizó hazañas heroicas, pero estas hoy han quedado en el olvido. Estas hazañas nadie las agradeció, y por el contrario, le trajeron desgracia, repudio y humillación.
Xie Lian estaba herido en cuerpo y alma. Toda la gloria de su vida, su reino, su ascensión temprana. Absolutamente todo se quedó en el pasado, ahora solo quedaban cenizas, lamentos y cicatrices que no se borrarían jamás.
A pesar de todo, trató de ser optimista porque no había forma de rendirse. Botar la toalla no era una opción. Los soldados del reino invasor, llamado Yong An, eran despiadados, habían capturado y asesinado a los remanentes de su reino y estaban en búsqueda de los monarcas para ejecutarlos y así establecer su supremacía, la situación de Xie Lian y sus padres estaba cada vez más complicada, por esa razón, y dejando de lado los sentimientos, huyó con sus familiares y amigos para salvaguardad su integridad.
Trabajó, nunca en su vida lo había hecho pero no se mostró renuente. Tenían que sobrevivir, su padre, el rey, era una persona de edad avanzada y su madre nunca en su vida había hecho nada, no había opción, Xie Lian junto con sus amigos Mu Qing y Feng Xin tenían que buscarse la vida.
Pero las cosas se complicaron más cuando su padre enfermó gravemente, el dinero que lograban ganar apenas les alcazaba para comer, tuvieron que vivir mudándose de un lado a otro en casas abandonadas para evitar ser atrapados. Un día, cansado de la miseria en la que estaban, su amigo Mu Qing lo dejó.
Ese fue un golpe del que Xie Lian no pudo reponerse en mucho tiempo. Lloró amargamente cuando la condición de su padre empeoró y no tenía dinero para comprar la medicina que era costosa. Empeñó todo lo que tenía de valor.
Pero nada dura para siempre, y debido a que se vio obligado a empeñar sus tesoros a precios increíblemente bajos, pronto se acabó y la necesidad nuevamente golpeó a su puerta. Caído en la desesperación intentó algo que nunca hubiera imaginado, fue a robar. Pero al final antes de cometer el acto fue descubierto de la manera más vergonzosa.
Con toda la mezcla de sentimientos presionando su pecho a tal punto de dificultarle la respiración, llegó a parar sin saber cómo a un cementerio donde tomó un jarrón de vino de una ofrenda y bebió.
Nunca en su vida había bebido, pero ese día tenía la urgente necesidad de borrar todo: su pecado, su memoria, su miseria... y su existencia misma.
Dolor.
Mucho dolor punzante, agudo...
Lloró amargamente en una fosa donde cayó accidentalmente.
"Alguien solo venga y entiérreme"
"¡POR FAVOR, ALGUIEN SOLO VENGA Y MÁTEME!"
Él siempre mostró su lado más fuerte, enfrentó todo con valentía y ahínco. Pero en ese momento estaba cansado, ya no tenía fuerzas.
Estaba tan lastimado, quiso rendirse.
"No puedes rendirte, no tienes permitido hacerlo"
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VEN A MI LADO || Bai Wuxiang x Xie Lian
FanfictionBai Wuxiang, conocido como el Blanco sin-rostro ha estado persiguiendo obsesivamente a Xie Lian durante mucho tiempo tratando por cualquier medio llamar su atención, llegando incluso a provocar la caída del Reino Xian Le. Xie Lian, ajeno a lo que p...