Patines y cine.

339 11 17
                                    

Narra Nina.

—¿Qué pasó?.—me preguntaba Gastón.

—No, ay sí.—me enredaba en mis propias palabras.—Que nervios porque tengo que preparar un examen tan difícil...

—Bueno, déjame que te ayude.—me decía entre tantas palabras su ayuda tan especial, cada vez que me brindaba su mano en algún trabajo o actividad, la pasamos genial.—Esta materia ya la cursé el año pasado, va a ser más simple para vos, ¿dónde están los libros?.— y asomaba su cabeza para ver que tenía en mi mochila, que grandes libros tenía.

—No, en la mochila las guardé.— respondí segura, tratando de que mi respuesta lo convenciera del todo y dejara de preguntar.—Porque ya me estaba yendo, la verdad es que cansé de estudiar tanto, estoy todo el día acá...

—Repetime eso de nuevo.

—Que me cansé de estudiar tanto..., que estuve todo el día acá...

—Es la primera vez que te escucho decir eso desde que te conozco.

—Uno a veces cuándo estudia tanto, necesita dejarse esos espacios en blanco, generalmente dicen que los espacios en blanco suelen ser los más productivos.

—¿Entonces eso quiere decir que tenés el resto de la tarde libre?

—Sí, bueno eso parece.—le brindé una sonrisa.

—Bueno, hagamos algo.—me proponía.—Ir por un helado, al cine...

Asentí y le dije que estaba de acuerdo con su propuesta, así que rápidamente levanté mi mochila y caminé.

—¿Vas a ir así, descalza?.—me preguntaba, no puede ser que me olvide de ponerme las medias.—Al menos ponte el zapato.

—Es que yo... estoy cómoda así.—aseguré.

—No, no, no.—repetía.—Mínimo te llevo la mochila.

—No, no déjala Gastón.—insistía.—Gastón la llevo yo.

—La llevo yo.—y para su suerte la agarró.— No me cuesta nada, ja, está pesadita la mochila.

—Sí, es que tengo muchísimos libros.—seguía e inmediatamente agarré mi mochila entre mis manos.— Toma, si querés llévame los zapatos.—le dije mientras se los daba.—¿Está bien?

— Bueno, está bien vamos...

Seguí caminando descalza, teniendo la seguridad de que nuestro camino sería muy largo pero algo muy en el fondo me decía que sería algo especial y difícil de olvidar.

(...)

Ya habíamos caminado algunas cuadras y yo seguía teniendo presente mi plan, andar sin zapatos en plena calle. En el medio de nuestro camino habíamos notado claramente que las personas de nuestro alrededor se habían dado cuenta de la situación, incluso logramos escuchar un comentario de una señora a su grupo de amigas, que les decía que cuando uno era joven varias veces hacía locuras por amor sin darnos cuenta, lo que me dejaba en duda si yo alguna vez había hecho algo totalmente desorientado pero apasionado bajo el fuego del amor.

—¡Nina!.—me llamaba Gastón, mientras hizo una pausa en nuestra caminata al cine.— ¿Estás segura de qué vas a ir así?.

—¿Acaso me veo mal así?.—le preguntaba.

—No, no.—me respondía.— No quería decir eso, para mí te ves muy tierna de esa manera, pero tal vez te incomode andar sin zapatos, tus medias se van a ensuciar y además que te puedes lastimar con algo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 19, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿qué pasó después? |one shots| gastinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora