Fiesta de Ámbar {alternativo}

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contexto alternativo: gastón invita a nina a la fiesta de ámbar, algo que totalmente no pasó en la serie, ya que se dió de otra forma.

(...)

Narra Gastón.

—Sí, sí, claro que voy.—respondí a la pregunta que me hizo Matteo y claramente de ninguna manera me perdería aquella fiesta.—Estoy pensando en invitar a Nina pero todavía no estoy decidido, me falta un poco

—¿Qué?.—me miró asombrado ante la confesión que le acababa de hacer.—Espera, parece que escuché mal...—se cuestionaba internamente.—¿Vas a invitar a Nina? 

—Sí, claro. ¿Cuál es el problema?

—Ninguno, no te lo tomes a mal pero...—seguía.— Nina es una chica linda pero no es tu estilo, hermano, ¿qué te pasa?—me preguntaba y la verdad no entendía lo que pasaba, ella era una chica diferente y especial que con una sonrisa me llegaba a cautivar.

—Y eso es lo más me gusta de ella, que no se parece a nadie, que es aunténtica, que es real, es eso.

—Bueno, puede ser.— se convencía a sí mismo.—Pero hay algo que todavía no entiendo, ¿no había una chica que se llamaba Felicity?

—A mí me encantaría invitar a Felicity a la fiesta pero es imposible invitar a una persona invisible, con Nina siento que tenemos muchas en común y aunque no parezca es con la única chica con la que puedo hablar.—respondí siendo lo más sincero posible.

—¿Te gusta Nina?—preguntó con el objetivo de que le diga la verdad.

—No, no....—respondía nerviosamente, tenía muchas ganas de decir un tal vez, quizás o hasta un no sé; pero negar aquello sería una fatalidad.

—¿Te gusta Nina o Felicity?.—y siguió, a lo cual decidí decir que pare con ello.—¿Felicity o Nina?

—Déjame en paz...—todavía no sentía el momento de admitirlo.

—Felicity, Nina, Felicity, Nina.—repetía constantemente, haciendo un cantito para molestar.

—Me voy, dale

Y me alejé, me despedí de Matteo haciendo una seña con la mano y emprendí mi rumbo que tenía planeado hacer antes, invitar a Nina Simonetti a la fiesta de una vez por todas y quitarme las inseguridades que tenía al tomar esa decisión, pero la cuestión era que no sabía en que lugar se encontraba, así que decidí irme a mi casa para poder pensar un poco más acerca de mi propuesta.

La verdad es que Nina era una chica especial y aunténtica, no había manera ni forma de que yo me aburra al hablar, siempre sentía que había algo más allá de ella, quizás algo oculto y me generaba más interés en descubrir aquello, además que lo divertido era de que cada vez que yo intentaba poner en marcha mi plan, ella se ponía muy nerviosa por ello, quizás no le agradaba pero al menos lo intentaba.

—Hola.—decidí acercarme.— ¿Interrumpo?

—No, sí, no, no.—se contradecía nerviosamente.—No interrumpes, es una interrupción muy linda.

Se notaban sus nervios y me encantaban.

—¿Qué hacías?.—alcé un poco mis patines.—Obvio, patinabas.

—Sí, patinaba.—afirmé.— ¿Vos? Esos libros y ese cuaderno me dicen que estabas estudiando.—respondí, mientras me sentaba al lado de ella, decidido a poder entablar una conversación y decirle lo que venía pensando hace bastante tiempo.

¿qué pasó después? |one shots| gastinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora