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-Tijeras!

-Noooo! Demonios!

-Te toca, tu perdiste, ve!- Tuqui se burlaba descaradamente en enfrente de Fízgon mientras daba saltitos en su sitio por la emoción de no ser el a quien le toca hablar con el pie gigante, a Fízgon no le quedó de otra y empezó a acercarse al pie gigante.

Con miedo y tartamudeando dijo - ¿D-disculpe s-señor pie, sería usted tan amable de dejarnos p-pasar?

Recibió como respuesta un fuerte gruñido y Fízgon se movió rápidamente cuándo el pie gigante hizo el amago de volver a golpearlo, evitando así otro golpe a su cuerpo.

-Muy bien! Tú así lo quisiste!- quería acercarse con la intención de golpear al pie cuando Tuqui lo detuvo abruptamente.

-¿Qué hacés? ¿Estás loco o qué? ¿Quieres que te vuelva a golpear?

-Claro que no, antes lo voy a matar por no dejarme ir por mi helado!- Fízgon contestó muy, pero muy enojado por la situación, el sólo quería comer un helado con su amigo y no podía por que un pie ¡un pie gigante se les puso enfrente!.

-Se que no te voy a poder convencer de desistir, pero al menos déjame ayudarte, ¿Si?

-Bien- pensó en un plan para acabar con el pie gigante y cuando lo tuvo comunicó su idea mediante telepatía para evitar ser escuchados por el otro.

-Éste es el plan, tú lo vas a distraer volando alrededor de el, yo me acercaré y le clavaré ésta azada en el dedo gordo, mientras que se retuerce de dolor, nosotros nos escapamos rumbo a la heladería. Por sí acaso también usa éste bumerang- sacó de quién sabe dónde los objetos y le entregó el bumerang a Tuqui.

Tuqui recibió el objeto, iba a empezar a volar, pero se dió cuenta de que algo no cuadraba en el plan, entonces se detuvo y preguntó por ello.

-Un momento, ¿Dé donde sacaste estás cosas?- señaló ambos objetos

-Cayeron del cielo, pero eso no importa ahora, ve a distraerlo ¡Ya¡- gritó cuando no vió señales de movimiento en el otro.

Las aventuras de Tuqui y FízgonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora