01

21 2 0
                                    

-¿Cuál es tú nombre?

-No tengo nombre- dijo este con tristeza y la vista baja.

-Oh... Entonces, ¿Te puedo poner uno?- dijo esperanzado y emocionado por pensar en tener la oportunidad de nombrar a su nuevo amigo.

El contrario alzo la vista rápidamente y la fijo en el otro y con emoción dijo -¿En serio quieres ponerme un nombre? Si por favor ponme uno- en el no cabía la emoción de tener nombre, pues nunca tuvo uno y pensar que ahora tendría uno y un nuevo amigo lo hacían saltar de felicidad.

-Muy bien, te llamaras...- se quedo observando un rato para poder definir un nombre que quedara con el contrario, frente a el una imagen nunca antes vista, frente a el yacía un ser de piernas largas, brazos de igual manera, cubierto todo de cabello color cafe. Éste no poseía torso en cambio sus brazos y piernas se sostenían de un ojo, así cómo lo lees, un ojo. Este ser era un ojo gigante de pupila verde con brazos y piernas sosteniendose de su párpado color carne. Después de un rato observando, pudo definir un nombre para su nuevo amigo.

-Te llamaras Fízgon- dicho esto soltó un gritito de emoción y esperó por una respuesta del contrario.

El otro no se hizo esperar y empezó a saltar emocionado por tener finalmente poseer un nombre, que además le había encantado.

-Me encanta, Fizgon, así me llamo- y empezó a llorar, preocupando al otro que inmediatamente reacciono y le preguntó.

-¿Pero por qué lloras?- dijo enternecido y preocupado por la escena que estaba montando Fízgon.

Fízgon solo acertó a limpiar sus lágrimas y le contestó -Lo siento, nunca había tenido nombre y pensar que ahora tengo uno y un amigo, me hicieron llorar. Salvo que no quieras ser mi amigo- y nuevamente se soltó a llorar, esperando la negativa del otro.

-Claro que quiero ser tu amigo, yo tampoco había tenido un amigo antes y que ahora tenga uno me hace muy feliz- contestó en un hilo de voz, ya que el también estaba sintiendo ganas de llorar, pero no podía, no frente a su nuevo amigo, que además parecía tener una historia difícil y no quería alarmarlo más de lo que ya estaba.

Después se quedaron en silencio unos segundos hasta que Fízgon finalmente rompio el silencio y le preguntó al otro.

-¿Cuál es el tuyo? ¿Cuál es tú nombre?




Las aventuras de Tuqui y FízgonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora