CAPITULO 5. EL CHICO DE LAS MIL VOCES

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A mediados de septiembre conseguí estar con Neztor, buscaba entre chats con quién conversar en lo que él se desocupaba y entre varios uno me habló.

Josh: Buenos días, perdón se envió dos veces. ¿Cómo estás?

Amy: Am.. Bien ¿Y usted?

Josh: Tengo sueño, ¿Qué haces?

Amy: Estoy acostada, me acabo de despertar. ¿Y usted?

Josh: A mi me acaban de despertar.

Amy: Ja ja, chales. ¿Y eso?

Josh: llegue a las 6 y algo a mi casa y me despertaron hace 20 minutos.

Amy: pues, ¿Dónde andabas?

Josh: en el trabajo.

Continuamos la conversación un largo rato y para el día siguiente mi celular empezó a fallar, se abrían y cerraban las ventanas.

En ese momento estaba chateando con Josh e incluso al mencionarle el detalle traía él contestó - Recuerdo que el mío le pasó lo mismo y lo golpeé contra la pared.

¿Y funcionó? - respondí.

Josh: Sí, pero no lo intentes. - se rió.

Ya lo hice varias veces y no jaló - contesté.

Más tarde.

Josh tengo miedo - le escribí temblando

Josh: ¿Qué pasó?

Me toca inyección - respondí temblando.

Josh: Tranquila no pasa nada.

Las inyecciones son de aceite - añadí.

Josh:

¡Chingos! - grité

Josh:

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