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Chaeyoung ya había llegado a su casa, luego de un largo camino al fin pudo llegar, aunque ya se estuviera haciendo de noche.

Directamente fue a tomar una ducha, olía a hospital y no era un olor muy agradable que digamos, todo de ella olía así, de pies a cabeza el mismo olor.

Se dio su merecida ducha para luego ponerse una ropa cómoda, una camisa grande con un short y sin zapatos, a Chaeyoung no le gustaba usar zapatos en su casa, aunque su padre siempre se lo diga o recuerde nunca se lo ha puesto.

Bajó hacia la cocina para preparar su cena, desde hace bastante tiempo hasta ahora, Chaeyoung preparaba comida solamente para ella ya que antes cuando hacía para su padre y ella siempre encontraba el plato intacto en el mismo lugar, aunque su padre ya llevase horas en la casa no comía nada que fuese hecho por Chaeyoung.

Luego de terminar de preparar su cena y comerse esta, lavó los platos que había utilizado para hacer su comida, cuando terminó fue hasta el baño de su cuarto, se cepillo los dientes y fue directo hasta su cama.

Se quedó mirando el techo hasta que fue cerrando los ojos poco a poco del cansancio, había sido un largo día aparte de que le dolía la cabeza y necesitaba descansar.

•••

Ya habían pasado varios días desde aquel accidente, bueno, una semana para ser más exactos y Chaeyoung ya entraba a la escuela, al último año, por cierto.

Con el mismo ánimo de toda la semana, se sentó en su cama hasta mirar un zapato y perderse con la mirada puesta en este, ese zapato siempre estaba en el mismo lugar y siempre cada vez que despertaba lo encontraba como la cosa más interesante del mundo.

Bueno, siendo específicos el zapato era una chancleta, el cual se encontraba en el mismo lugar ya que Chaeyoung no usa zapatos en su casa y no le gustaba los calzados así.

Se levantó de su cómoda cama hasta ir al baño y hacer sus necesidades para luego salir de este enrollada con una toalla, mientras su larga cabellera color castaño caía por su espalda.

Para su suerte en Corea no tenía que usar uniforme, dónde ella vivía, en su país natal, siempre tenía que usar el uniforme y no había un día que no tuviera que usarlo, así era la escuela en Australia.

Cuando ya estuvo cambiada solo paso un cepillo por su cabello y salió de su cuarto, bajó hasta la cocina para encontrarse a su padre, quien ni se dignó en mirarla, sin decir una palabra, Chaeyoung tomó una manzana para luego salir de su casa, no sin antes tomar su mochila.

Desde el accidente no han vuelto a dirigirse la palabra, para Chaeyoung ya era normal, han llegado a durar meses sin hablarse.

Al estar al frente de su escuela solo optó por rodar los ojos al sentir miradas en ella, odiaba eso, el tener que ser el centro de atención solo por ser nueva en la escuela.

Sin darle mucha importancia a lo que decían de ella y las caras desagradables que le daban algunas personas caminó directo hasta la sala del director.

Se sentía rara, su vida había sido totalmente un borrón y cuenta nueva desde que se mudaron a Corea, en Australia ya tenía, por así decirlo, su vida hecha.

Estaba en una buena escuela, con buenos amigos, incluso hasta con un buen trabajo.

Esto es porque al Chaeyoung no querer hablar con su padre, conseguía su propio dinero para hacer lo que ella deseará.

Cuando se mudaron a Corea gracias al trabajo de su padre, quién había instalado su nueva empresa, tuvieron que empezar todo de nuevo, Chaeyoung agradeció haber tomado clases de coreano ya que su progenitor no sé había dignado a ni siquiera enseñarle a decir "Hola", porque si, su padre era coreano y su difunta madre era australiana.

Always In My Thoughts ↝ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora