O3 | BE AFRAID

859 135 36
                                    

Era la primera vez que Changbin iba a salir del salón de clases y no era porque tuviese ganas, era porque la presencia del pelinaranja lo ponía nervioso, también tenía a Chris constantemente diciéndole que era mejor alejarse, ¿Por qué? Porque no lo conocían, porque no sabían si aquel chico nuevo tenía buenas intenciones, porque uno jamás termina de conocer a las personas y no quería volver correr el riesgo.

Se colocó su capucha y metió las manos dentro del bolsillo de su pantalón, como siempre caminaba con la mirada baja por los pasillos del instituto, rogando internamente pasar desapercibido hasta llegar al comedor. Era la primera vez en mucho tiempo que pisaba aquel sector, si no se la pasaba encerrado en el salón era en la biblioteca, incluso un par de veces había salido al patio trasero ya que era un sitio tranquilo y nadie lo molestaba allí.

Tomó una de las bandejas y se fue al fondo de la fila, mientras menos contacto con sus compañeros tuviese mucho mejor, no había que ser adivino para darse cuenta de que Changbin, por algún motivo que desconocía, no les agradaba y ellos tampoco le agradaban a él. Pero el chico bajito sí tenía motivos, como por ejemplo ahora; Hwang Hyunjin entraba al comedor seguido por su séquito de bullys y varias chicas que rogaban por ser las elegidas y almorzar con él, como si aquello fuera un privilegio que pocos tenían. Vió como el rubio se acercaba a él con claras intenciones de molestarlo, como cada maldito día de su vida. Era algo rutinario, su sola existencia parecía molestarle al joven de cabellos color oro.

- Miren nada más, no sabía que a los locos se les permitía salir del manicomio.

Aquello lo había dicho en voz alta, logrando captar la atención de todos los allí presentes.
Seo afirmó el agarre de su bandeja y mordió su mejilla interna para evitar contestarle, sabía que no valía la pena y que no lograría absolutamente nada.

« ¿Por qué no te defiendes? Tú sabes muchas cosas que pueden hundirlo, podrías tenerlo en la palma de tu mano si tan sólo me dejaras tomar el control. Podemos acabar con todos estos imbéciles. »

Tragó saliva e intentó salir de la fila para poder buscar una mesa libre en la cual sentarse, pero un pie en su camino lo hizo tropezar, desparramando su almuerzo por todas partes y golpeando sus rodillas contra el suelo. Las risas no tardaron en aparecer y su vista se nubló, no por las lágrimas, sino por la ira. Respiró profundo y cerró sus ojos tratando de contenerse, tratando de evitar que Chris tomara el mando y las cosas se salieran de control.
A sus espaldas unos aplausos, lentos y fuertes, lograron que las risas cesaran, el azabache se quedó en su sitio, aún con la mirada baja.

- Me parece genial lo que acabas de hacer. Dime, debes sentirte muy orgulloso cuando estas personas se ríen de tus estupideces, ¿No es así? Pero déjame decirte que burlarte de los demás te convierte en alguien débil, eres patético si tu popularidad depende del sufrimiento ajeno.

El corazón de changbin se aceleró al oír la voz del chico nuevo, pudo reconocerlo al instante, como si llevase años oyéndola, se puso de pie rápidamente olvidando el dolor de sus rodillas debido al impacto y se dió la vuelta para poder ver la situación.
Jamás alguien había tenido el valor de enfrentar a Hyunjin, pero ahora, el nuevo le hacía frente y parecía no tenerle miedo. Deseaba ser como él.

« Vaya... me empieza a caer cada vez mejor. »

Negó varias veces con su cabeza y se apresuró en acercarse a ambos chicos, no podía permitir que Minho se metiera en problemas por su culpa en su primer día y tampoco quería llamar aún más la atención, sabía que los rumores absurdos no tardarían en aparecer.

- ¿Y este imbécil quién es, Changbin? ¿A caso es tu novio para venir a hacerse el héroe? - Inquirió, mirando con diversión al chico bajito y luego devolviendo su vista al pelinaranja.- Evidentemente no tienes idea de quien soy, así que te recomiendo que te metas en tus propios asuntos. ¿Este loco te sobornó con hacerte las tareas si lo defendías o a ti te dió servicios especiales?

Minho rió sin gracia al oír la soberbia en la voz del rubio, aquello había sido la gota que derramó el vaso, su sangre hervía y su mirada se oscurecía con cada segundo que pasaba, la idea por poner sus manos en aquel abusivo chico y destrozarlo resultaba tentadora, no le molestaría ganarse un castigo su primer día en un nuevo instituto.
Changbin lo notó y fue más rápido, rodeó su brazo y lo arrastró con facilidad fuera del comedor antes de que comenzaran a los golpes. Minho parecía dócil.
El más alto logró tranquilizarse cuando ya se habían alejado y se dirigían a quién sabe donde, sus ojos se posaron en la mano del azabache, este aún sostenía su brazo sin darse cuenta, aquello lo hizo esbozar una pequeña sonrisa. Seo lo observó de reojo y al darse cuenta de que aún lo estaba sujetando, liberó su brazo con rapidez, sintió el calor subir por su cuello hasta instalarse en sus mejillas.

- Gracias otra vez... aunque no debiste enfrentarlo de ese modo, ahora te tendrá en la mira y no dejará de molestarte. Lamento eso, todo es mi culpa.

Dejó escapar un suspiro cansado de sus labios y metió las manos en los bolsillos de su pantalón, ambos salieron al patio trasero, aprovechando que nadie iba a ese lugar.
Se sentaron debajo de los árboles y el pelinaranja apoyó su espalda en el tronco y cerró los ojos, el menor aprovechó para observarlo con detenimiento. Era extraño, minutos atrás parecía querer destrozar a cualquier ser humano que se interpusiera en su camino y ahora estaba tan tranquilo que parecían ser dos personas completamente diferentes.

« No somos tan diferentes, al parecer, él también tiene cosas que ocultar. »

- A veces tienes que demostrar que eres fuerte para que el resto te respete. Pienso que deberías aceptar quien eres, si piensas que hay algo malo en ti ellos tomarán esas inseguridades para hacer tu vida imposible.- Mencionó con suavidad.

Al abrir los ojos y girar su rostro hacia Changbin, sus miradas conectaron por primera vez y quedaron en completo silencio, pero no uno incómodo, sino un silencio en el que tan sólo se escuchaban sus acompasadas respiraciones.
Aceptar quién era, ojalá fuera algo tan simple como decirlo. Aún ni siquiera podía entenderse al cien por ciento, la gente jamás lo entendería, siempre lo marginarían por ser diferente a ellos.
Si lo pensaba más a fondo eran ellos los que tenían miedo, siempre le temen a lo diferente y a lo desconocido, ese miedo no les permitía conocerlo como realmente era. Pero Minho estaba dispuesto a conocerlo y a ayudarlo si Changbin se lo permitía.

Who Are You ? | MinBin ( Terminada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora