¿Qué me está pasando?

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Soy Exteban, un chico de 16 años, tengo un gran secreto, soy gay, aunque no lo aparentó, mido 1,85 cm, estoy bastante marcado y soy muy popular entre las chicas, tengo una obsesión por el Yaoi, amo ver como dos hombres se aman, en cuerpo y alma, pero yo, yo solo fue disfrutar ese tipo de cosas, ya que nadie a llenado mis expectativas, y aquel que un día lo hizo, simplemente me utilizo, le di mi cuerpo y mi alma, y él, él solo quería tener sexo conmigo, me frustre, caí en depresión, porque creía que había encontrado el verdadero amor, Mía una chica de mi secundaria siempre me persigue, cómo si me amara en secreto, pero yo, yo solo siento deseo de estar con un hombre, aunque no me caería mal tener una relación, ya que no quiero levantar ningún tipo de sospecha, pero, ella se ve tan buena, y yo sólo quiero hacerle daño y usarla, tal vez ella lo entienda, pero yo, yo quiero a Usai, un tipo la verdad muy masculino, que no creo que se fije en mí, pero yo lo quiero, lo deseo, y haré lo posible para que sea mío.
Hoy, hoy será el día en el cual me acercaré a Usai, lo invitaré a mi casa, a jugar LOL, o tal vez ver una película, un plan casual, y cuando sea el momento, me lo voy a follar en cuerpo y alma, hable con él, y acepto mi propuesta, me dijo que llegaría a mi casa a las 8:30 de la noche, no espero la hora de su llegada.
Por fin llegó y yo estaba preparado, le ofrecí una cerveza, y me miraba con una cara no tan inocente, empezó la película y le empecé a coquetear, no creía que lo que seguía era real, Usai estaba encima de mí, y con una voz entre cortada me decía lentamente al oído “no espero para hacerte mío”, juro que al escuchar eso sentía un escalofrío de placer, nos empezamos a besar, y lentamente baje hasta su cintura , desabroché su pantalón, y lentamente se lo baje, empecé a hacerle todo lo que un día llegue a imaginar, y amaba su cara de placer y sus pequeños gemidos, era el paraíso, o al menos para mí lo era, termine lo que había empezado, y ame cuando me dijo “bésame, quiero que me beses hasta el amanecer”, me sonroje y lo bese tan apasionadamente que sentí una gran conexión, estaba ahí, con el hombre que había soñado muchas noches de lujuria, terminamos al amanecer, dormimos un rato, y cuando llegaron las 8 de la mañana, lo desperté con un excelente desayuno, sólo lo veía ahí, con una gran sonrisa y diciéndome “me encantas tanto”, terminamos de comer y nos duchamos juntos, sólo debo decir, que en el baño le volví a besar hasta la sombra, salimos a la secundaria, pero el se fue en su carro, ya que queriamos seguir con un buen perfil,  todas las noches iba a mi casa, y hacíamos el amor hasta el amanecer, era el paraíso, y estaba con el dios de mis sueños, un día llegando a la secundaria ví como Mía  la chica que me perseguía a escondidas tenía una carta con ella, me acerco lentamente agachó la cabeza y me entrego la carta, en aquella carta decía lo siguiente “se tu secreto, no lo utilizaré en tu contra, ya que sabes que te amo, pero quiero algo a cambio por no decirlo, quiero que tú me hagas el amor, cómo tantas noches se lo haz hecho a Usai, te doy mi dirección, te espero a las 8:30”
Estaba realmente preocupado, ya que ese secreto dañaría a dos personas , así que tome la decisión correcta, fui a la casa de Mía, cuando toque el timbre, salió ella en un hermoso conjunto de encaje, se veía preciosa lo admito, se me lanzó y no pude evitar agarrar su trasero y besarla lentamente, fuimos a su habitación y por primera vez, cogí con alguien del sexo opuesto, me gustaba ver su cara y escuchar sus gemidos, era inexperta, pero fue una sensación indescriptible, ella me amaba y yo, yo sólo luchaba por mi perfil, pero juro, que lo que sentí con ella fue especial, quizás vuelva a ocurrir, o quizás no vuelva a suceder, pero juro, juro que estaba encantado con sus hermosas curvas y su enorme trasero, el cual  ocultaba su ropa ancha, saco un cigarro, jamás pensé que aquella chiquilla fumaba, me ofrecio uno, pero lo rechace, estábamos ahí en la cama, ella fumando y yo pensando en volverle hacer el amor, termino su cigarro y me dijo "quiero que me cojas tan duro que todos mis malditos problemas se me olviden", ¡Por Dios!, Estaba tan idiotazado con ella, que no lo pense ni un segundo, me la cogí hasta que dieron las 4 de la mañana, y amaba escuchar sus gemidos, creó que quiero que aquello que pasó ese día pase una y mil veces más.

Estoy confundidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora