Heather «Mystic Messenger» [Saeran]

Capítulo tres: Intentarlo

Él se había ido. Él ya no estaba. 

Probablemente se habían peleado por una estupidez de parte suya, pero él... Ya no estaba. Sólo éramos tú y yo en ese lugar.

Me acerqué a tu habitación, pero no respondías. Abrí la puerta tratando de que no me escuches, de que no te des cuenta de mi presencia. De que me ignores tal y como lo haces cuando estás con Saeyoung, pero nunca nada sale nada como yo quiero.

Es como si aunque lo deseara con todas mis fuerzas, no pudiera hacer nada bien.

Entonces te vi, mirándome con esos ojos que son capaces de iluminar mi absurda existencia. Pero ahora, estaban apagados, tristes, llenos de un profundo dolor.

Si tan sólo fuera más valiente, si tan sólo no fuera un cobarde, habría corrido a abrazarte.

Intenté articular palabra, pero no pude. Mi corazón se encogió al verte abrazando la camiseta de Saeyoung, sosteniéndola contra tu pecho. Recorrí su habitación con la mirada. Su ropa no estaba, tampoco sus maletas. ¿Qué te hizo? O... ¿Qué le hiciste?

Trataste de ocultar su camiseta, limpiándote el rostro con rapidez, pero demasiado tarde. Tu ojos aún brillaban, nunca dejaban de hacerlo, pero de distintas maneras. Sólo alcanzaban su máximo esplendor cuando él estaba alrededor.

No sé con exactitud qué expresaban los míos, pero tu mirada cambió. Tu rostro se suavizó, observándome como nunca antes lo habías hecho.

No reaccioné, sólo sentí cómo unos brazos me rodeaban suavemente. Una calidez que no conocía invadió mi cuerpo. Eras tú, recostada contra mi pecho, tratando de calmarme como si fuera yo el que lo necesitara.

"Saeran... No tienes que preocuparte por Saeyoung, él regresará. No sería capaz de alejarse de ti durante mucho tiempo, te prometo que volverá en menos de lo que te lo imaginas."

Y... ¿si te dijera que no quiero que vuelva? 

Ya no, no ahora que he descubierto lo maravilloso que es estar nosotros dos solos.

Pero... ¿Puedo permitirme ser tan egoísta? ¿Acaso puedo anteponer mi felicidad antes que la tuya?

¿Y si tu eres feliz conmigo? ¿Si logro que puedas olvidarte de él? ¿Soy realmente capaz de eso?

Por primera vez en mi vida, voy a conseguir lo que quiero.

Entonces lo intenté. Habían sido meses cargando con emociones que pensé serían inútiles, fantasías que creí que nunca se cumplirían. Pero hoy, hoy las haría realidad.

¿Merezco atreverme a tanto? ¿Soy digno de acercarme a ti de la misma forma que él? Y lo más importante... ¿Tú quieres que lo haga?

Tomé tu mentón con delicadeza, tratándote como lo que eres, lo más preciado de este mundo, de mi mundo. Transmitías tantas emociones que no era capaz de identificar en ese momento. Estaba cegado por mis sentimientos hacia ti, por expresarlos. 

No me contuve, y finalmente, lo hice.

Tu boca se abrió por mera inercia, permitiendo la entrada de mis labios. Se sentía tan maravilloso, tan dulce. Como si con un sólo roce, pudieras saciar el deseo que siento de estar cerca a ti.

Y es que, eso me basta. Una sola muestra de amor, una sola sonrisa, una sola palabra tuya... Ilumina mi ser, ilumina mi alma. 

Pero tu reacción no fue la que esperaba, te apartaste tan pronto como sentiste mis labios sobre los tuyos. ¿Qué le pasaba a tu mirada? ¿Por qué ya no brillaba? Yo... ¿Te decepcioné?

"Yo... No sé qué es lo que acaba de pasar... Pero Saeyoung es mi prometido, es tu hermano. No puedo traicionarlo de esta manera. Saeran... ¿Por qué?"

¿Por qué razón llegarías a besarme? No soy ni siquiera la mitad de lindo.

Saeyoung. Saeyoung, Saeyoung y Saeyoung. 

¿Es que acaso él es el único que existe para ti? ¿No puedes verme? 

Estoy aquí, frente a ti. Gritando silenciosamente, reclamando por tu amor. Pero él... Él es mejor que yo. 

Te gusta más él que yo. 

Desearía ser él. 

Desearía ser Saeyoung.