Era otra mañana, siempre ponía alarma para despertar a las 09:00 AM. Sin embargo, siempre despertaba tarde, odiaba despertar y ver que seguía siendo yo, yo con esta vida de mierda.
Me despertaba, revisaba cosas en mi celular he iba al baño, como de costumbre, tomaba una ducha de treinta minutos, me vestía y tomaba desayuno, unos deliciosos waffles con salsa de caramelo y frutas para darle color.
Mi dia se basaba en todo lo anterior, más ir al trabajo, y sofocarme en recuerdos.
Regresaba cansada total, con la cabeza saturada, transpirada y con unas enormes ganas de llorar, claro ....juntandole a eso las discuciones familiares. En verdad no podía con todo esto. Intentaba cada día organizar mi tiempo, sonreir aunque los motivos fueran mínimos, pero cada que me miraba al espejo al momento de hacer mi rutina nocturna, veía ese reflejo triste y cansado, con ojeras, ese brillo de la infancia ya se había extinguido con el pasar del tiempo, ahora solo estaban presentes las cenizas del sufrimiento, un sufrimiento que parecía intensificarse sucesivamente.
Me recosté, estaba por cerrar mis párpados cuando oí a alguien tocar guitarra, era un arpegio, o eso parecía. Como no tenía nada lo suficientemente interesante por hacer, decidí vestirme con algo ligero tipo un buso negro, mis zapatillas y bajar a investigar quién era la persona que hacía ese sonido, yo no era muy sociable pero...debía intentarlo no?. Pensaba al bajar las escaleras de aquel segundo piso, a penas podía ver por la oscuridad, agradecía no haberme deshecho del peinado que usé hoy, al llegar a la esquina del departamento, voltee hasta el lugar de donde provenía esa melodía tan nostálgica y suave. Y entonces vi lo que tanto misterio me había generado.
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Mi vecino el misterioso
RomanceTodas las noches lloraba, estaba cansada de vivir esto cada día, despertar y ser la persona que vive esta desgracia otro día más, pero cada noche él tocaba para calmar mi corazón.
