Mi primer día

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El día en que iba a nacer todo era felicidad, mis padres estaban alegres, mi madre ya estaba a punto de tenerme.

- Si nace hombre se llamará Mark y si nace mujer se llamará.......

- Señor, será mejor que salga de aquí y esperé afuera, usted no está siendo de mucha ayuda aquí, por lo contrario está poniendo más nerviosa a su mujer.

Mi madre tenía constantes dolores, las enfermeras que ahí estaban trataban de tranquilizarla, el dolor que ella sentía era insoportable.

Falta un poco más, aguante un poco más, gritaba el doctor de turno.

Mi madre trataba de aguantar con todas sus fuerzas aquel dolor que yo le generaba y al cabo de unos segundos se escuchó un llanto.

Apenas mi padre escuchó mi llanto entro nuevamente donde se encontraba mi madre.

Las enfermeras lo felicitaban pero hubo un momento de silencio al ver que no tenía alas.

- Señor Tuan, por alguna razón su hijo no tiene alas.

El que no tuviera alas era preocupante por lo general todos los niños cuando nacen le aparecen sus alas por breves momentos pero en mi caso no aparecieron.

- Doctor, que significa todo ésto, dijo mi padre.

- Señor Tuan, esto nunca había pasado, así que no sé a que se debe todo ésto.

Pasaron unos minutos y comenzaron a salirme las alas pero estas eran muy diferente a las alas de los demás, estás eran de color negro y al cabo de unos segundos estás volvieron a desaparecer.

Tanto mis padres cómo el doctor y las enfermeras que estaban ahí se sorprendieron

Desde la puerta se escuchó la voz de una mujer quien decía que ya había nacido el niño quién mataría a las personas que se enamoraran de él.

Sus palabras tomaron por sorpresa a mis padres, la mujer dijo que lo mejor sería que yo muriera.

Mi madre al escuchar eso se enojó, ella no iba a permitir que yo muriera.

Volteo su rostro hacia mí padre buscando que él también me protegiera de aquella mujer que había entrado sin permiso alguno.

- Señora, se que quiere que su hijo viva pero eso no puede ser, él solo traerá desgracias a esté mundo, él tiene una maldición sobre él, es por eso que debemos matarlo.

Mi madre al ver la indiferencia de mi padre, se levantó cómo pudo y me tomo entre sus brazos.

Cuando vió que estaba seguro en sus brazos, le gritó a mi padre diciéndole que era un cobarde y que ella vería la forma de sacarme adelante en esta vida.

- Señora, ¿ A dónde cree usted que va? Usted acaba de dar a luz a un niño, tiene que guardar reposo.

- No doctor! usted se equivoca con eso, lo que yo tengo que hacer en estos momentos es salir de aquí y proteger a mí hijo.

Mi madre con las pocas fuerzas que tenía me sacaba del hospital, mi padre al ver lo que hacía la detuvo.

- ¿A dónde crees que vas ?

- Me voy a un lugar donde pueda proteger a mí hijo.

- Acaso no escuchaste lo que dijo esa mujer, ella dijo que él está maldito.

- Pero que clase de padre eres, pensé que me apoyarías pero veo que me equivoque con respecto a ti.
De ahora en adelante mi hijo no tiene padre, su padre murió el día de hoy.

- Cálmate tenemos que hablar, tú viste el color de sus alas, esas alas eran negras eso significa desgracias.

- Él tiene razón señora, ése niño solo traerá muerte, lo mejor será matarlo, dijo aquella mujer.

Mi madre se fue de ése lugar, no sin antes amenazar con un bisturí con matar a quien le siguiera, miró por última vez a mi padre con la esperanza de que él cambiará de opinión, pero él no lo hizo.
Antes de irse del hospital cogió su cartera donde estaban todos sus documentos.

Mi madre no sabía a donde ir, ella estaba sola conmigo en medio de la calle.

Ella sabía muy bien que el poco dinero que traía en su cartera no le alcanzaría para nada, así que se puso a pensar en lo que iba a hacer en ése momento.

Después de pensar, mi madre decidió ir a la casa de una amiga.

Cuando llegó a la casa de su amiga, está le pregunto lo que había ocurrido y mi madre le contó la situación omitiendo algunas cosas que no quería que ella supiera, su amiga al ver lo cansada que estaba mi madre la llevo a un cuarto, ella en ningún momento se separó de mí lado.

Mi madre logró cerrar sus ojos por unos instantes pero el miedo de perderme hizo que nuevamente los abriera, ella iba a disponerse a dormir nuevamente cuando en ése momento escuchó a su amiga que conversaba con alguien por celular.

Rápidamente ella se levantó de la cama y se acercó muy despacio dónde estaba su amiga sin que ella lo notará, cuando se acercó pudo escuchar la voz de la persona que la traicionó.

La amiga de mi madre conversaba con mi padre, ella le decía que lo mejor sería si viniera mañana ya que era muy tarde y era recomendable que mi mamá descansará toda la noche tranquilamente.

Mi madre sabía que no tenía mucho tiempo antes que mi padre viniera.
Ella esperó unos minutos a que su amiga estuviera completamente dormida, posteriormente se levantó de la cama y tomó algunas joyas y algo de dinero de su amiga.

Mi madre sabía que eso estaba mal pero ella no tenía otra opción, mi madre se puso a escribir una carta a su amiga donde se disculpaba por agarrar sus cosas sin permiso, ella le decía en la carta que tenía dinero y algunas joyas en la casa y que ella podría hacerce el cobro correspondiente.

Después de escribir aquella carta mi madre nuevamente me tomo entre sus brazos y me saco de ése lugar.

Mi madre tomó un taxi sin dirección alguna, lo único que ella pensaba en ese momento era ir lo más lejos de ése lugar donde nadie me hiciera daño.

Mi madre tomó un taxi sin dirección alguna, lo único que ella pensaba en ese momento era ir lo más lejos de ése lugar donde nadie me hiciera daño

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Hola con tod@s aquí les traigo una nueva historia espero que les guste, no olviden comentar eso me motiva a seguir escribiendo. 😉❤️

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