The God of Order (TGoO)

Capitulo 1 - El Dios del Orden

⟨The God of Order: Origin⟩

~POV Led~

Me quedé quieto mientras escuchaba las palabras de Téleios, el se hacía llamar Dios Gobernante, lo cual realmente me daba algo de miedo, todo este ambiente y la sucesión de eventos horripilantes ya estaban empezando a afectarme, por lo que solo podía esperar y ver que era lo que éste viejo quería decirme.

Recordaba como aquel sujeto me llamó "Señor Orden", ¿tendrá algo que ver con esta situación? espero que si, porque no veo la hora de destruir a ese desgraciado.

Téleios se aclaró la garganta y finalmente comenzó — Recientemente nos dimos cuenta de que la leyenda de los Yub, la SiferNergia, había vuelto a aparecer, como ya sabrás, este Yub te permite controlar básicamente cualquier Yub con solo entrenarlo y saber de su existencia — Yo ya conocía esto, ahora mismo sabía bastantes Yub debido a la variedad de Tuoh, pero no fueron todos, claro que no, debían haber más — Nosotros los dioses, durante milenios nos hemos encargado de hacer tareas en distintos planetas, pero desde que llegó la SiferNergia, los dioses se dieron cuenta que su extremo poder no podía desperdiciarse, así que creamos un protocolo para sus usuarios.

Sus palabras llenas de confianza y sin signos de mentir hacían que tuviera que creerme esto de los dioses, ¿Significaba eso que ese malnacido era un Dios? Tenía que averiguar sobre eso.

— A ese protocolo lo llamamos "El Dios del Orden", pues nosotros encontraríamos a un crecido portador de la SiferNergia y le enseñariamos el uso de los Yub, desafortunadamente, últimamente la SiferNergia no se muestra mucho, de hecho, eres el primero en tenerla en casi 80 años — No pude evitar mostrar una cara de sorpresa por esa revelación, había escuchado que este poder era escaso, pero que yo fuera su ultimo portador desde hace ya 80 años significaba algo muy aterrador — Nosotros teníamos planeado buscarte y guiarte apropiadamente en el camino del Dios del Orden, sinceramente nos sorprendiste cuando estabas avanzando por tu cuenta, eres sin duda uno de los que han llegado más lejos sólo.

Ok, según esta información, El Dios del Orden era un título que se le daba a los usuarios de SiferNergia para que puedan ayudar a los dioses en sus labores debido a su gran poder, los dioses los preparaban para alcanzar su poder legendario y así cumplir con su cometido. También significaba que yo era un futuro prometedor para los Dioses del Orden debido a que me adelanté en el uso de varios Yub, y lo más importante, la SiferNergia pareció haber desaparecido hace poco menos de 800 y yo era el usuario más reciente, y por consecuente, milagroso.

Eso me emocionaba, pero algo llegó a mi cabeza que me estaba haciendo sudar un poco, una expresión dura y sombría llegó a mi rostro.

Hablé para aclarar esas ideas mías — Téleios, por casualidad, ¿El sujeto que enviaste a recogerme es un Dios y estaba siendo vigilado y guiado por ti? — Mi voz sonaba ligeramente molesta, si su respuesta era doblemente positiva, tendría que lidiar con posibles psicópatas que harían todo en su poder para que les haga todo el trabajo sucio.

Galleom me miró con una mirada de ligera sorpresa y luego sonrió, eso me estaba inquietando — De hecho, es un Dios, su nombre es Ares, el Dios de la guerra, es un hombre que ha alcanzado una fuerza muy grande y una experiencia de batalla descomunal, por el otro lado, lo envié para que te recogiera debido a que él dijo que te observó durante un tiempo, dedujo que estabas preparado para ser el Dios del Orden, y se propuso a el mismo para buscarte, ¿Porqué la duda? ¿Hubo un problema, no te sientes preparado para la tarea? — La voz de Téleios se tornó preocupada en la última fase de su respuesta, una preocupación por mí, lo cual me llevó a darme cuenta de cosas muy importantes.

Téleios es una buena persona, quiere que este preparado para ser un Dios, y confió en Ares para traerme sano y salvo, por otro lado, Ares engañó a Téleios para poder traerme más temprano de lo que debía, y no solo destruyó mi pueblo, si no que hizo que mis amigos se fueran en mi contra.