|Capitulo 4|

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Jennie sabía lo que tenía que hacer.

Enamorarse de alguien más.

Tenía que olvidar esa confusión que sentía hacia Rose, o al menos eso le dijo internet. Si, busco su "problema" en internet.

Pero. ¿Quien se fijaría en ella? Nadie haría lo que Rose hizo por ella.

Jennie sacudió su cabeza antes esos pensamientos, tenía que dejar de comparar a todos sus amigos con su amiga.

Al llegar a la escuela Jennie no estaba sonriendo como acostumbraba, tenía una expresión triste, eso no era muy propio de ella, algunos de sus compañeros le preguntaban a la castaña si ocurría algo malo pero ella solo se limitaba a negar, no podía revelar lo que la atormentaba, pensarían  que es más rara de lo que ya es.

¿Pasa algo malo... Je-Jennie?.- Pregunto un joven pelirrojo.

La castaña lo miro y negó suavemente, el pelirrojo trago saliva y hablo nuevamente.

Puedes decirme lo que te tiene tan... triste.- dijo el chico algo apenado.- Para eso están los amigos ¿no?.- Sonrío pero se veía muy nervioso.

Jennie sintió ternura al ver al chico, el cual estaba sonrojado y movía sus manos nerviosamente, tomó un lápiz y su cuaderno para escribir algo.

<No es nada Tae>.- Escribió dándole una pequeña sonrisa.

Sabes que.... puedes contar conmigo para lo que sea.- dijo mientras sonreía nervioso.

Jennie solo asintió, y Tae se regresó a su lugar, Jennie aprovechó el tiempo que había antes de que las clases comenzaran y empezó a diseñar un nuevo vestuario. Realmente la inspiración le vino de repente pues no sabía como comenzar.

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¡¡Papi ahora iremos al parque!!.- Dijo una pequeña niña mientras viajaba en los hombros de su padre.

Si mi mini Mandu.- Dijo mientras transitaban las concurridas calles de Nueva Zelanda.-

Mamá quiere algo, no me acuerdo que era.- Dijo la pequeña pensativa.

Mmh.. Me pregunto que sera.- Dijo fingiendo no tener idea del encargo.

Papi se supone que tenías que recordarlo tú!!.- Regaño la pequeña a su padre.

Ups! Lo siento princesa.- Dijo y se detuvo al oír un alboroto.

Enfrente de ellos había una pandilla causando alborotos.

Vamos papi ya casi llegamos!.- Grito la pequeña.

Tal vez más tarde mandu.- Dijo y dio la vuelta.

Miren! Un extranjero!.- Gritó uno de los hombres. El hombre se maldijo mentalmente y trató de ignorarlo.- A donde vas? Ven!.

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Los recuerdos de Jennie fueron interrumpidos por alguien que tocó su hombro, al voltear se encontró con Rose la cual la veía con preocupación.

¿Pasa algo malo?.- Pregunto.

La castaña solo negó y vio su cuaderno solo para encontrarse con unos rayones gruesos en ellos. Jennie arranco la hoja y se levantó.

Jennie por favor, se que te pasa algo.- Dijo su amiga a evitando El Paso de la chica.

<Nada pasa> dijo Jennie con su lenguaje de señas.<Solo...> bajo las manos y sonrió amargamente. No podía decirle, no tenía el valor.

Solo que?.- Insistió ganando solo una negación por parte de su amiga.- Vamos Jennie, somos amigas no?.- Pregunto.

En ese momento aquella palabra había causando un dolor inmenso en el pecho de la Coreana, uno que no había sentido jamás. ¿Como es que ahora esa palabra dolía? ¿Porque le dolía escuchar la verdad?

Eran amigas, nada más que amigas... jamás serían nada más, sonrío amargamente y levantó sus manos para decir algo.

<No es nada Rosie, solo es el resfriado, todavía no se va del todo.> dijo y eso bastó para que su amiga dejara el tema de un lado.

Ya veo.- Dijo.- Si te sientes mal avísame y te llevaré a la enfermería.- Dijo preocupada por la salud de su amiga.

Jennie solo asintió y Camino hacia la papelera, dolía, dolía mucho.

Joder de verdad que dolía! Jennie sentís un gran dolor en el pecho, sabía que era la verdad, se suponía que ella estaba consiente de que jamás habría nada entre ellas... Siendo ese el caso... ¿Porque dolía tanto?

Cómo te digo Minnie, mi papi debería prohibir que los plebeyos vengan a esta escuela.- Una voz familiar para la castaña se escucho entrar al salón.- Oh mira, la reina de las raras.- Dijo al percatarse de la presencia de Jennie.

La castaña no apartó la mirada de la rubia y al parecer recordó algo ya que no tardó mucho en fruncir el ceño y ver con cierta irritación a la chica, lo cual era inusual en la castaña quien siempre le mostraba una sonrisa a todos.

¿Se te perdió algo?.- Pregunto al ver que la castaña no hacía otra cosa más que mirarla.- ¿Que te pasa? Deja de verme.- Ordeno al sentirse alfo intimidada ante la mirada de Jennie.-

Rápidamente llegó Rose al lado de su mejor amiga y como si se tratara de instinto natural se colocó frente a ella para protegerla de Lisa.

Atrás Manoban.- Advirtió Rose.

Yo?.- Pregunto con incredulidad.- Yo no te haré caso aficionada de instinto de escritora.- Dijo con un tono de burla.- Ademas la está esa es la que me está viendo de manera extraña.- Señaló a Jennie quien parecía querer asesinarla.

¿Y quien no luego de escuchar como insulta a la persona que te gusta?

Jennie dio un paso hacia el frente, abrió ligeramente los labios y nada salió de ellos, era obvio pero pareció sorprender a Jennie eso.

¿Porque? Ella no habla, ella lo tiene claro, pero en un tiempo pasado lo hizo ¿No? Si no es así ¿Por que recuerda tener conversaciones divertidas con su padre?

¿Acaso intentó hablar?.- Pregunto Lisa con burla.- Se que soy increíble, casi hago que una muda hable!.- Dijo con tono arrogante.

Cállate Lisa!.- Grito Rose al oír a la rubia hablar de su amiga.- Eres una...

Minnie vamos no tenemos tiempo que perder.- Dijo la rubia ignorando a la peli-naranja y pasando por un lado de ella.

Agh!!.- Soltó con frustración Rose.- Si será una...- Calló al notar que Jennie siguió con la mirada a la rubia, en sus ojos se podía ver enojo, pero también algo más... ¿Era dolor?.- Jenn.. ¿Pasa alg-?.- Pero no terminó ya que su amiga caminó hacia su lugar dejando a una confundida Rose atrás.

Jennie tenía un nuevo sentimiento en su pecho, rencor, le guardo rencor a Lisa por pelear con Rose y hacer que se acercara mas a Kai y aunque era tonto, se enojo por eso y no por los varios momentos que la rubia la molestaba a ella.

Jennie llego a su lugar y miro su cuaderno de diseños, la mayoría estaba inspirados en Rose y eso lo sabía la castaña, lo tomo con cuidado y aunque quería tirarlo para comenzar todo de nuevo, no podía tirar eso. Lo guardo en su mochila y saco su cuaderno para comunicarse con alguno de sus compañeros. Lo miro por un momento y cerro los ojos soltando un suspiro cansado.

"Si yo pudiera hablar como los demás... ¿Me hubiera enamorado de Rose de todas formas? ¿O quizá de alguien más?.-Se pregunto la castaña mientras el timbre sonó dando así inicio a las clases.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora