Jennie sabía que la escuela sería un verdadero reto, sabía que no iba a ser fácil, más si no podía comunicarse como todos.
-Puedes sentarte junto a Rose.- le indicó el profesor y ella asintió.
Camino por el salón y le sonrió a todos sus compañeros que veía mientras llegaba a su asiento. Algunos le correspondían la sonrisa, otros simplemente la ignoraban.
*Tal vez la escuela es más difícil de lo que creí.*- pensó Jennie.
-Mucho gusto Jennie.- Le saludó su compañera de clases, Rose.- Me alegra ver que estás bien.- dijo.
<Hola Rosie, me alegro de compartir clases contigo.> dijo Jennie con señas de manos.
Rose y Jennie eran buenas amigas, más bien las mejores amigas. Rose la conocía de años, al principio Jennie se comunicaba a través de un cuaderno pues Rose no sabía el lenguaje de señas, pero Rose quería mucho a su amiga, y quería que ella también lo supiera, aprendo a leer las señas y también hacerlas, fue difícil, pero todo era por alguien a quien quería y no le importo. En el cumpleaños de su amiga la sorprendió haciendo aquellas señas, mientras le explico que ahora podían hablar sin la necesidad de un cuaderno.
Desde ese momento fueron aún más unidas que antes, Rose dejó de ser una amiga y se convirtió en una hermana para ella.
-Vamos, te daré un tour por la escuela al terminar la clase.- dijo su amiga.
Jennie sonrió y asintió. La clase era aburrida, las matemáticas no eran lo mejor del mundo para la primera clase del día, los chicos recién despiertos apenas mantenían atención a esta, otros no podían y terminaban cabeceando, pero para la castaña, ella estaba emocionada, era la primera vez que estaba en una clase con más gente, no podía darse el lujo de distraerse.
Por otro lado su amiga sonreía al ver el entusiasmó de la castaña, pero también pudo notar las miradas de otra de sus compañeras sobre la castaña y no precisamente de una buena persona, si no de una persona que le gustaba estar sobre todos, pisar a la gente para sentirse mejor con ella misma, o al menos eso creía la peli-naranja. Y estaba hablando de Lalisa Manoban, la reina tailandesa de la escuela y la hija del alcalde.
"No tengo un buen presentimiento de esto."- pensó Rose pasando una mano por cabello para acomodarlo un poco, mientras regresaba su vista al Pizarrón.
Pasó el tiempo y la clase terminó dejando a los jóvenes libres hasta la siguiente, lo cual aprovecharon algunos para acercarse a la coreana.
-Hola, Soy Song Min-ho.- se presento un rubio, con una encantadora sonrisa.
-Yo soy Kim Jong-in pero si gustas puedes decirme Kai, mucho gusto Jennie.- dijo un moreno con una de sus mejores sonrisas y su cabello un poco desordenado.
Jennie levanto la mano en forma de saludo, se sentía feliz de que vinieran algunos de sus compañeros a presentarse, eso la hacía sentirse aceptada.
-Mucho gusto Jennie, yo soy Kim Jisoo.- se presento una chica de tez blanca, cabello pelirrojo y largo con unos ojos casi negros de lo oscuros que eran, la cual se unió segundos después.
Jennie le sonrió en forma de saludo, abrió su mochila y sacó un cuaderno grande, todos la miraron un poco confundidos, menos su amiga Rose que solo se limitó a reír bajo. Jennie comenzó a escribir algo con un plumón, los tres chicos esperaron pacientes a que la castaña terminará y les mostrará que había hecho.
<<Gracias por hablarme.>> fue lo que escribió y mostró a los chicos, los cuales se sorprendieron un poco.
-No tienes que agradecer.- dijo el rubio con una sonrisa.
Vamos, no porque tenga un pequeño problema la tratarán de manera especial.- dijo una voz con tono de desagrado.- No me importa su incapacidad de hablar, no la trataré diferente a cómo trato a los demás.- dijo Lisa desde su asiento.
Todos los que estaban la vieron, algunos sorprendidos, otros con desagrado y otros incluso con miedo; Ella era la reina de la escuela, ella podía hacerte pasar un infierno si así lo quería, nadie podía tocarla, nadie podía hacerla pagar por sus actos, ella era intocable.
Pero a pesar de que aquellas palabras era para hacer sentir mal a la castaña, ella no pudo sentirse más feliz que nunca, rápidamente escribió algo en su cuaderno mientras Minho le decía lo grosería que había sido, al terminar de escribir se levantó de su lugar y camino hacia la rubia, todos la miraron expectantes, no sabían que haría.
<<Lo que más quiero es ser tratada como todos, gracias>> Fue lo único que le escribió Jennie a Lisa
La chica rubia se sorprendió, pues no esperaba una reacción por parte de la chica, también se sintió algo alegre, pues todos sus compañeros la veían como un demonio, solo por ser sincera, de una manera cruel u directa, pero al fin y al cabo sincera. Aún así, retomó su papel de diva y habló.
-No seré nada amable contigo, rarita.- dijo y salió del salón acompañada de una chica pelinegra.
Aún así, Jennie sonreía, camino hacia Rose y le hizo unas cuantas señas que los otros tres chicos no pudieron descifrar.
-No.- dijo Rose en respuesta a lo que le dijo Jennie.
-¿Podemos saber que dijo?- preguntó Jisoo algo confundida.
-Si, Jennie me pregunto cómo hacerse amiga de la reina del drama.- dijo como si fuera la cosa más horrible del mundo.
-Yo no le veo lo malo.- respondió Minho.- Lisa no es tan mal...- No termino de hablar ya que sus compañeros, a excepción de la castaña, lo miraban con una ceja levantada.- ok... tal vez es un poco mala.- dijo y se cruzó de brazos.
<Quiero ser su amiga.> dijo nuevamente a Rose quien fue la única en entenderla.
-Ammh...- Kai hablo.- podrías traducirnos Rose?- preguntó.
-Cómo sea.- dijo Rose algo molesta por lo que traduciría.- "Quiero ser su amiga" eso fue lo que dijo. Y no Jennie, antes sufrirías un infierno en la escuela que ser amiga de Lisa.
La castaña se cruzó de brazos e hizo un puchero, no estaba acostumbrada a que se le negarán las cosas, también no entendía el porqué no podía ser amiga de la chica que le dijo que la trataría como a cualquiera, ella había sido amable con ella. O al menos esos eran los inocentes pensamientos de la chica.
-Olvidemos a Lisa.- dijo Jisoo.- Háblanos de ti Jennie.- pero al terminar la oración rápidamente tapó su boca.- Lo siento!..-se disculpo, no se había dado cuenta de que ese comentario podía ser ofensivo.
-No te preocupes Jisoo, Jennie no se molesta por eso.- dijo Rose en lugar de su amiga que sólo se limitó a sonreír.
Todo estaba tranquilo en ese pequeño grupo, Jennie realizaba señas y Rose las traducía. Para hacer más rápida la conversación, era divertido hablar con más personas. O al menos para ella lo era.
*Tal vez... Esto no será tan difícil como creí.- pensó la castaña mientras sonreía ante las historias de sus nuevos amigos.
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𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)
FanficEscribió en el Pizarrón. -Que rara es...- Dijo una chica de cabellera rubia. escribió abajo de su nombre y sonrió débilmente. Todos callaron. _____________________________________ Esta historia tiene contenido LGBTQ+ Esta historia no me perte...