|Capitulo 15|

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Doctores y enfermeras entraban y salían de puertas, camillas con paciente pasaban por los grandes pasillos del hospital, familias esperaban por noticias de sus familiares, se podían escuchar llantos de algunas personas... un escenario que no se le deseaba a nadie.

Pero una vez más una madre vivía una pesadilla...

Ver a su hija tras aquel cristal no ayudaba a calmar su angustia, sólo una persona la acompañaba en aquel lugar, una chica rubia que había ido a la casa de la castaña los días que la chica se negaba a salir. Su intención no era hablar con la chica, aunque no le hubiera molestado, lo que realmente quería era asegurarse de que su madre estuviera bien.

La forma en la que se enteró no fue la mejor ya que como era usual ella iba a la casa de la chica cuando vio una ambulancia y a Minho y los demás ahi.

Aunque no recuerda mucho de lo que paso, aunque sabe perfectamente por el dolor de su mano que golpeó a alguien.

Lisa se sentía impotente... no quería estar ahi... quería llorar y salir de ahi. Odiaba los hospitales, el sólo ir a uno le causaba náuseas.

Unos pasos se escucharon y ambas levantaron la vista para encontrarse con el doctor que atendía a la castaña, la primera en levantarse fue su madre, rápidamente se acercó a al doctor y lo atacó con varias preguntas.

¿Cómo esta ella? ¿Es grave? ¿puedo verla?-la voz de la mujer sonaba quebrada, nadie desea ver a una madre así.

Calmese señora.- pidió el doctor con suavidad.- si, su hija... esta estable... sólo unas pequeñas contusiones y un brazo roto.- dijo el doctor mirando el archivo médico de la chica, pero su mirada mostró lastima.

¿Hay algo mal?- pregunto Lisa al percatarse de aquella mirada.

El doctor sólo suspiro y bajo los papeles viendo a ambas.-Hay... algo... aun no estamos muy seguros pero... su cabeza...- decia el hombre algo cansado.- recibió un golpe preocupante.... haremos algunas tomografias para ver si pudo ocasionar algún daño cerebral o un trauma craneal.... pero por ahora.-suspiro.- sólo hay que esperar.

Eso fue más que suficiente para hacer que la madre de Jennie cayera de rodillas y llorara nuevamente.

Lisa se agachó y colocó una de sus manos en la espalda de la mujer tratando de calmarla, pero el sonido de unos pasos la hicieron levantar la vista, no tan lejos de ahí vio a una peli-naranja corriendo hacia su dirección, la rubia sabía a lo que venía, y no la detendría, no tenía ese derecho y aunque lo tuviera no tenia las fuerzas suficientes para detenerla.

Señora Kim.- hablo Rose pero la mujer no hizo nada, sólo continuó llorando.

Rose miro a Lisa junto a la mujer, fruncio su entre cejo preguntándose la razón de su presencia pero decidió ignorarla, Jennie era más importante que su odio hacia la rubia.

Señora Kim ¿Cómo esta ella?- pregunto la morena al desconocer lo que le había ocurrido a la castaña. Lo único que sabía era que se encontraba en el hospital.

La razón la desconocía, pero suponía que algo tenían que ver Kai, Minho y Jisoo, ya que la señora Kim le había llamado para preguntar si sabía que Jennie iría a su casa o si ella había enviado a los chicos.

Al oír eso ella nego pero rápidamente se escucho un grito algo lejos y mucho ruido.

El miedo la invadió y como pudo salio de su casa corrió hacia la casa de su amiga, la cual estaría muy cerca de no ser que Rose se había mudado ya hace algunos años a otro vecindario y ahora su casa le quedaba a media hora de recorrido a pie.

Al llegar al hogar de su amiga sólo encontró una ambulancia a lo lejos y sus amigos decaidos.

Lo único que recuerda es que Jennie iba camino al hospital.

Paso un rato y no obtuvo respuesta por parte de la mujer, sin ver otra opción miro a la chica más odiosa que conocía y formuló su pregunta.

¿Cómo esta ella?- pregunto con cierto desagrado.

Lisa la miro, podría decirle tanta cosas que tenía guardas, decirle tanto, pero en estos momentos no era lo mejor.

Estable...- respondió tragandose el nudo que se había formado en su garganta.

No podía decirle lo que el doctor les había dicho, y no por que quisiera que la chica no se preocupara mas de lo que ya estaba, sino, por que no quería decirlo, con sólo pensarlo sentía su garganta arder, tratando de negarse a la cruel realidad.

Es... bueno saberlo..- dijo un poco aliviada.

Señora creo que debería descansar.-dijo la rubia a la madre de la castaña.- yo le avisaré si ocurre algo, además llamaré a papá para que busque a los mejores doctores.- dijo dándole una sonrisa reconfortante a la mujer.

La señora sólo asintió y comenzó a alejarse pasando de largo a la peli-naranja quien se encontró confundida por aquello.

También deberías irte.- dijo Lisa mirando a Rose con molestia.-No tiene caso que te quedes aquí.- dijo y sacó su celular.

¿Que le paso a Jenn?- pregunto Rose.- ¿Que haces tu aqui? ¿Por que te interesa en lo más mínimo mi amiga? ¿Acaso tienes algo que ver y te sientes culpable?-preguntaba Rose, ya que no estaba la señora Kim podía tirar todo lo que tenía.

Lisa sintió una punzada en su corazón... si, se sentía culpable.

Tal vez si hubiera llegado antes abría golpeado a Kai para que soltara a Jennie, quizás si ella hubiera aparecido antes podría haber evitado que la castaña cayera por aquellas escaleras.

Mierda!!! Se sentía la responsable de que Jennie se encontrara así cuando claramente ella no tenía la culpa.

¿Que le hiciste Lisa?- Pregunto enojada Rose al no tener respuesta.

Que hice?-se pregunto y una pequeña sonrisa aparecio en sus labios pero aquella reflejaba cualquier cosa menos felicidad.-Tratar de ayudarla. Tratar de cuidarla, dejar que entrará en mi vida de una forma estúpida.- contestó aguantando las inmensas ganas de llorar.-Tal vez si es mi culpa que Jennie se encuentre en aquella cama, no llegue a tiempo a su casa, no insistí mucho para que me abriera su puerta como debí haberlo hecho, trate egoistamente de curar sus heridas.- dijo sintiendo las lagrimas caer por sus mejillas.

Rose se sorprendió, era la primera vez que veía llorar a la chica pero una sola palabra logró que ella no sintiera empatía con la chica.

"Tal vez si es mi culpa."

-Vete.- dijo la chica mirando como la rubia la veía confundida.-No te acerques a Jennie nunca.- dijo con expresión sería.

Tu..-trato de hablar la chica pero calló al sentir un empujón en su hombro.

No, tu lo dijiste, tal vez eres la culpable de esto.- dijo y notó dolor en la mirada de Lisa.

La rubia bajo la cabeza y mordió su labio inferior, si... tal vez era lo mejor.

Al parecer jamás dejará de cometer los mismos errores...

Llegó tarde en un momento importante y perdió a su madre.

Ahora perderá a Jennie.

¿Se puede perder algo que no te pertenece en primer lugar....?

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Dentro de la habitación una chica dormía, más que hacerlo por voluntad lo hacía por la cantidad de anestesia en su sistema.

Ella no escuchaba nada, no sentía nada, y tampoco veía nada.

O al menos nada que fuera agradable..

Sus pesadillas se volvieron más fuertes, y ahora nada la despertaria.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora