𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 (𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧)

|Capitulo 7|

Una rubia iba caminando por las calles de la ciudad de Seúl, estaba enojada e insultaba a la peli-naranja que la había acusado antes de ser la causante del mal de Jennie.

Minnie, dame mi Latte de Mokachinno.- Dijo con arrogancia.-

Su asistente y amiga obedeció y se lo dio, pero en cuanto la rubia lo probó, lo escupió en la cara de la pobre chica.

Que asco.- dijo y tiro el vaso con todo el líquido al suelo.- No puedes hacer nad...- guardó silencio al ver el edificio que tenía frente a ella.- pero que tenemos aquí....

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Jennie se encontraba dibujando, algo que sería normal si no fuera que en lugar de ropa dibujaba siluetas de personas sin rostros.

Eran muchos los días que Jennie pasaba sin dormir debido a las constantes pesadillas que tenía, de las cuales no entendía ninguna.

Se sentía perdida y sola, no importaba que si madre estuviera ahí para ella, o Rose que decía ser su amiga la visitara todos los días, aún así sentía miedo.

"No podrá hablar otra vez.... tiene suerte de haber sobrevivido"

Jennie abrió rápidamente los ojos, otra vez se había quedado dormida, aunque solo por un pequeño momento lo había hecho. Tenía que evitarlo, solo así mantendría alejadas las pesadillas.

Jenn, una... amiga vino a verte.- dijo su madre desde el marco de la puerta.-

La chica solo la observo sin hacer otro movimiento lo cual su madre interpretó como un "Ok".

Con la mirada baja la mujer bajo, Jennie intuyo que era para traer a la supuesta amiga que claramente no era Rose, ya que hoy tenía algo que hacer y aunque estuviera libre ella entraría como si nada a su habitación.

No pasó mucho hasta que escucho una voz en su puerta y no sonaba nada amistosa.

Tu.- Jennie levanto la mirada y se encontró con una rubia molesta señalándola con su perfecta manicura.- ye recibido una falsa acusación por tu culpa.- dijo y se acercó a la chica.-

Jennie al verla acercarse entro en pánico, no la reconocía y parecía enojada, su instinto rápidamente la hizo retroceder y ocultarse detrás de su escritorio.

La rubia al ver la reacción de la chica se sorprendió un poco, normalmente cuando se veían , la castaña le sonreía o algo parecido, pero ahora parecía asustada o más bien, aterrada ante su presencia lo cual la hizo recordar algunas cosas que no le agradaban tanto.

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No le hables tanto, es la hija de un hombre muy rico, si la molestas quien sabe lo que te pasaría.- la voz de un niño se escuchó en susurros.-

Tal vez haga desaparecer a nuestras familias.- seguían los murmullos.-

Todos hablaban y hacían sus teorías de lo que ocurriría si ella se enojaba con alguno de ellos.

Yo no soy así....-murmuro la pequeña mientras apretaba los puños y trataba de no llorar.-

¿Por que no podía ser igual que los otros niños y jugar sin preocuparse de su estatus social? ¿Por que le tenían tanto miedo sin siquiera conocerla bien?

Lisa no odio ser rica, no pidió ser temida, ella solo quería alguien con quien jugar....

¿Lisa?.- la voz de una mujer sonó y la rubia alzó la vista para ver a una mujer en la entrada de la escuela.-

Mamá....- dijo y sonrió olvidando toda la tristeza que sentía en ese momento.- Mami!!!.- gritó saltando a los brazos de su madre.-

Ella era la única que la hacía olvidar su dolor y tristeza al no ser aceptada, su madre era la única que la hacía soportar todo ese dolor.

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Jennie.- habló más calmada la rubia.-

A los ojos de Lisa, Jennie parecía indefensa, vulnerable, veía en ella una niña la cual buscaba un brazo protector.... le recordaba a ella buscando el brazo protector de su madre.

La castaña miro por encima de su escritorio y se encontró con la mirada triste de la rubia, todas sus defensas bajaron, su miedo disminuyó, no se puede decir que se sentía segura ya que no lo hacía, todavía sentía peligro, siempre lo hacía.

Jennie ¿podemos hablar?.- pregunto Lisa dudando un poco si podía usar ese término, bueno Jennie es muda ¿no?.-

La castaña asintió levemente y se encaminó a su cama, realmente Jennie lo hacía porque sentía curiosidad, no había muchas personas a las que ella haya visto desde que salió del hospital, solo había visto a su madre y a Rose, ¿su padre? El ni siquiera vino a verla o la ha llamado.

Pero eso no importaba ahora.

Jennie llego a su cama y alzo la almohada para sacar su libreta y un lápiz el cual normalmente utilizaba para hablar con Rose y aveces con su madre.

<Ola> escribió con falta de ortografía y apenas una legible letra. Hasta se podría decir que un niño de cinco años escribía mejor que ella.

Pero eso a Lisa le pareció gracioso

Hola.- Saludo, parecía como si lo que acababa de pasar hace algunos segundos realmente ni hubiera pasado.- ¿Que estabas haciendo antes de que llegara?.- pregunto mientras miraba con detenimiento el lugar.-

Jennie colocó el lápiz sobre el papel y comenzó a escribir lentamente, tratando de que su letra pudiera ser leída por la chica en su habitación.

< Mantenía fuera las pesadillas> fue lo que escribió y lo que Lisa pudo leer.

Pesadillas...? ¿Tienes pesadillas?.- pregunto.-

La castaña solo asintió y comenzó a rayar su cuaderno nuevamente.

<Personas hablan.... sangre y oscuridad> se leyó del cuaderno de Jennie.

Lisa sintió su piel erizarse ante lo escrito por Jennie. ¿Por que le sonaba tan familiar eso?

Bien!.- dijo alzando la voz la rubia.- ye dire algo para mantener alejadas a las pesadillas.- dijo Lisa pero su actitud cambió un poco y miró a Jennie de manera sería.- si le dices a alguien que vine te haré la vida cuadritos.- amenazo.-

Jennie asintió con un poco de miedo y Lisa lo ignoro para luego sacar su celular, parecía buscar algo pues sus expresiones eran de concentración pura.

Lo encontré!.- dijo celebrando su búsqueda.- Mira.- dijo mostrándole la pantalla de su celular.-

¿Power Girl?

Jennie miro a Lisa, estaba realmente confundida ¿para que le enseñaba un cómic?

Mi madre de pequeña me leía estos cómics.- comenzó a contar la rubia con nostalgia.- Ella es una súper heroína, ella aleja cualquier mal que puedas encontrar.... o bueno, al menos eso era lo que mi madre me decía.- dijo Lisa algo avergonzada de su entusiasmo.-

Jennie miro nuevamente el móvil, se grabo la apariencia de la chica del cómic y sonrío. Tomo su libreta nuevamente y comenzó a escribir.

<Gracias.> fueron las palabras escritas en aquella hoja.

Lisa sonrió para si misma, se sentía bien ser buena de vez en cuando con alguien más que no sea ella misma....

{Maratón 500 Kibolts 1/5}