Regreso de la esposa abandonada

Capítulo 137: Piedra Sanqi

Mientras el país estaba ocupado tratando la fiebre, la vida en la Mansión Hei era muy pacífica.
Para evitar la fiebre, optaron por quedarse en casa.

Por la mañana, Wu Ruo aprendió habilidades con la espada y habilidades de cultivo de Hei Xuanyi todos los días o mejoró sus habilidades de lucha peleando con otros.
Por la tarde, aprendió habilidades médicas o de refinación de elixir de Numu o pasó tiempo de calidad con su hijo.
Su vida fue ocupada pero pacífica. No había odio, no se mataban ni se defendían de nadie. Pero quedarse en casa no significaba alejarse de los problemas.

Un día, cuando Wu Ruo y Hei Xuanyi estaban a punto de tomar un descanso después de un buen almuerzo, el portero informó: "Mi señora, una persona quiere verla y dice que tiene una carta solo para usted"

Wu Ruo no podía pensar en quién podría ser. Preguntó: "¿Dijo quién es? ¿Dijo quién escribió la carta?"

"Él no mencionó ninguno de los dos"

Hei Xin estaba preocupado por cualquier peligro oculto y sugirió: "Iré a ver quién es primero y volveré para contártelo"

Wu Ruo asintió.

Muy poco después de que Hei Xin se fuera, sucedió algo mal en la puerta. Wu Ruo salió corriendo del pasillo y cuando llegaron a la puerta vieron a alguien entrando, amenazando la vida de Hei Xin colocando la espada contra el cuello de Hei Xin.

Todos se sorprendieron al dar un paso adelante.

"¿Quién eres tú? ¿Por qué estás amenazando a nuestra ama de llaves?" gritó Hei Gan.

El hombre salió detrás de Hei Xin. Wu Ruo y Hei Xuanyi miraron más de cerca y resultó que el hombre era el hombre demonio que había buscado a Jixi hace unos días.

El hombre miró a Wu Ruo. Su plan original era engañar a Wu Ruo para que saliera y amenazar su vida. En cambio, fue el ama de llaves quien salió.

Luego vió a Jixi de pie junto a Wu Ruo. Su cuerpo brilló y apareció ante Jixi.

Jixi estaba mortificado y estaba a punto de escapar.

El hombre fue lo suficientemente rápido como para agarrar su cuello.

"¿Quieres escapar?" dijo con frialdad.

Si no fuera por la poderosa formación para proteger la mansión en el interior, no habría necesidad de que él arriesgara todas las formas posibles para entrar y atraparlo.

"¡Yeji, quítame las manos de encima!" rugió Jixi.

Yeji entrecerró los ojos y sostuvo a Jixi, del tamaño de un niño de seis años en sus brazos, "¿Por qué te convertiste en esto?"

"¿Por qué tengo que decirte?" Jixi cruzó los brazos sobre su pecho.

"¿Se conocen?" Wu Qianqing, que los estaba mirando, le preguntó a Wu Ruo en voz baja.

Wu Ruo frunció el ceño y respondió: "Quizás sí. Padre, tú y mamá pueden descansar en su patio. Xuanyi y yo nos quedaremos aquí para ver qué podemos hacer"

Wu Qianqing asintió y llevó a Guan Tong y Wu Xi a su propio patio.

Numu no estaba interesado en involucrarse con ellos. Bostezó y dijo: "Voy a tomar una siesta en mi propio patio"

"¿Dónde está la Piedra Sanqi?" preguntó Yeji.

"Lo escondí en alguna parte" Jixi dijo con desconfianza.

"¿La escondites?" Yeji resopló, "Debiste haber usado con alguien más"

"¿Qué quieres decir?" Jixi estaba confundido. Pero cuando finalmente lo pensó detenidamente, dijo ansioso: "¿Estás diciendo que alguien usó la Piedra Sanqi?"