Una simple imagen.

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A la mañana siguiente, Levi despierta temprano, pues tenia un concierto benéfico en otro distrito, por ello dejó como encargado de la limpieza a Eren, pese a que fuera su día libre.

Su compañero quiso rechistar, pero ante la mirada de cariño en la que este se despidió del pequeño, no pudo evitar aceptar, después de todo, era de las pocas veces que podía ver aquella mirada, ya que siempre era observado fríamente y con un rostro como si estuviera oliendo a estiércol todo el día. Ell niño como cualquier otra mañana, se dedicó a sus tareas del colegio, mientras él se dedicaba a la limpieza. 

En un principio dudó en hacerlo, pero finalmente se determinó a limpiar la habitación del azabache, después de todo, el azabache no especificó si deseaba que lo hiciera o no. Todo parecía ir con normalidad, pues apenas había un mota de polvo, cosa que le pareció mejor y más cómodo, pues así tendría que limpiar menos, pero cuando estaba cambiando las sábanas, vio como algo caía al suelo. No le dio importancia, pero cuando vio que era una foto, ya sea por pura curiosidad, la recogió y la observó detenidamente. Grande fue el asombro que tuvo, tras observar que eran ellos los que estaban en esa foto. La curiosidad le embargó, al mismo tiempo que lo hacia la tristeza, pues el castaño creía que era odiado por su compañero. Entonces, ¿ porque guardaría algo de tanto valor sentimental? Todo ello provocó que en su interior se removiese algo. Quería que ambos hablaran de ello y solventar de una vez todo lo sucedido, pero creía que seria ignorado por este, o en el peor de los casos, no tendría el valor suficiente para hacerlo.

Cuando Levi llegó, Eren se asustó tanto que por inercia se guardó la foto en el bolsillo trasero de su pantalón, pues este entró a la habitación mientras el castaño aún permanecía en ella

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Cuando Levi llegó, Eren se asustó tanto que por inercia se guardó la foto en el bolsillo trasero de su pantalón, pues este entró a la habitación mientras el castaño aún permanecía en ella.

-¿Que haces? - cuestionó el ojiazul

-N-Nada, solo pensé que querrías que cambiase las sabanas, pero luego vuelvo... - marchó rápidamente del lugar con las sábanas sucias, dirigiéndose a la cocina a preparar la comida. A Levi le pareció extraño su comportamiento, pero no lo dio importancia.

El azabache se percató de que la estancia estaba inmaculada, y eso le agradó, pero cuando se dio cuenta de que la foto había desaparecido comenzó a ponerse nervioso. Quería preguntarle al ojiesmeralda, pero sabía que si daba un paso en falso sería descubierto, por ello aparentó tranquilidad y con un rostro neutral se dirigió a la cocina.

El castaño se asustó por la repentina aparición del azabache, tanto, que casi se corta.

- Oye Eren - el aludido lo escuchaba - ¿Has visto una...? Quiero decir... En mi cama había una cosa... ¿No la has visto? Después de todo, has sido tu quien ha puesto a lavar las sabanas - el muchacho mintió sobre ello. Se disculpó y preguntó sobre la importancia de aquel objeto.

- No... No es... Nada importante - Eren sabia a la perfección que Levi mentía, por mucho que intentase aparentar, se podía apreciar a la perfección aquella tristeza que reflejaban sus ojos, y fue por ello que no pudo hacer otra cosa más que sentirse culpable. - Siento molestarte.

Una vez en la mesa , les embargaba el silencio y el azabache no hacia más que remover el contenido de aquel alimento.

- ¿No te gusta?- preguntó inocentemente el niño, fue cuando trajo a la realidad al ojiazul , pues no hacía más que estar pensativo y con la mirada perdida. El aludido fingió una sonrisa y le acarició la cabeza al niño - ¿Entonces que te ocurre? No te ves bien... ¿Te fue mal el trabajo? Papa siempre está ido cuando le ocurre...

- No, todo esta bien,... Es solo que he perdido algo muy importante... - el niño preguntó de que se trataba - Es una foto... Puede que no sea nada para la gente común, pero es lo único que me queda de aquellos momentos... - el niño quiso ayudarlo aconsejándole una inocente y absurda idea para recuperarla, pero no lo logró - Es complicado... Supongo que es mi maldición... Porque todos a los que he querido, ya no los tengo a mi lado... - dijo entristecido - Lo siento, no tengo hambre... Me voy a mi despacho...

Aquello dejó tocado al castaño. No se le podía borrar de la mente aquella mirada tan entristecida, y por mucho que le preguntase su hijo, este nunca respondía.

Tras presenciar el estado en el que se encontraba, decidió esa misma noche solucionar todo el problema provocado. Esperó a que fuese de madrugada, y así poder hablar tranquilamente con Levi y entregarle la foto.

Utilizaba el teléfono para alumbrarse, pero al comprobar que no estaba en su cuarto se dirigió a su despacho. Sabía que tenia orden explícita de no entrar, pero aquello era importante y no quería demorar en entregarlo, por ello se inmiscuyó en el lugar. Se quedó impactado e incluso paralizado ante lo que presenciaban sus ojos. Aquella habitación estaba muy lejos a ser un despacho, mas parecía un estudio de grabación. Habían diferentes instrumentos musicales y aparatos de grabación, incluso un piano. No podía creer lo que estaba ante sus ojos, pero le pareció extraño. 

Estaba a punto de marchar y hacer como si no hubiera visto nada, pero escuchó como la puerta comenzaba a abrirse. Se asustó ante la posible terrible reacción que pudiera tener el azabache, por ello decidió esconderse, y no encontró otro lugar, más que bajo el piano, que gracias a dios estaba cubierto por una manta. Podía escuchar lo que hablaba Levi con otra persona a la que no supo reconocer por su voz, pero que le pareció extrañamente conocida.

- He oído las maquetas que enviaste y me gustaron, Erwin está pensando en incluirlas en el próximo álbum - este asintió - ¿No crees que debas descansar? Pareces cansado... ¿Ocurrió algo?

- No, no pasa nada - dijo neutral, aunque la mujer supo que estaba mintiendo - Tsk te dije que estoy bien... de todas formas me quedare un rato para matizar algunas partes- dijo para finalmente finalizar la videollamada. Suspiró agotado, pues aunque lo intentase, su amiga lograba descubrirlo siempre.

Caminó hacia el piano y lo descubrió un poco. El muchacho, aterrorizado, retrocedió un poco para evitar ser visto, pues poco más podía hacer en estos momentos. El terror a ser descubierto le carcomía por dentro.

Levi se sentó y comenzó a tocar la pieza y cantarla con voz dulce. Aquella voz  cautivó al castaño de inmediato, no pensó que fuese capaz de cantar de ese modo. Aquello lo llenó de gozo, pues fue capaz de descubrir algo nuevo del chico. Por impulso agarró su móvil y grabó aquella canción, aunque al mismo tiempo que la escuchaba sentía una gran tristeza en cada letra y nota de la melodía, y no comprendía el porqué. 

En el fondo de su corazón quería salir y hablar cara a cara con Levi, y si este le permitía, ayudarle, pues sabia que sufría por alguien, aún si no sabia de quien se trataba. Era extraño, nunca se sintió así con nadie, sin embargo, desde que había empezado a vivir y relacionarse con él, siempre vivía y experimentaba emociones nuevas.

Tras finalizar la canción, se levantó y salió del lugar, cosa que aprovechó el castaño para hacer también. Cuando Eren salió, sintió como si hubiera recuperado la respiración. Repentinamente fue sorprendido por el azabache, que lo pilló a las puertas de la estancia y le preguntó que hacia ahí, y mas a esas horas.

- Dios ¿Qué eres un gato? Me asustaste - susurraba - S-Solo i-iba al baño... Mejor dicho, ¿y tu? Si no son horas para mi, tampoco lo son para ti..- recriminó a modo de coartada.

- Estoy trabajando... Los ejecutivos tenemos un horario flexible - respondió con un tono y cara neutral. Tras aquello, se despidió deseándole las buenas noches y entrando de nuevo a aquella habitación.

Ante ello, Eren no hizo más que regresar a la suya. En parte le desilusionó la idea de no poder entregarle la fotografía, pero le emocionó haber descubierto algo más de su compañero. Esa noche se durmió recordando una y otra vez aquella voz que le había cautivado tanto. Por donde se le contemplase, era como si Levi te hipnotizara. Su mente y recuerdos no pudieron evitar con soñar con él, rememorando aquellos recuerdos tan vívidos y felices para su memoria.

Un amor sin futuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora