ʙᴜɴɢᴏᴜ ᴛᴏ ᴀʟᴄʜᴇᴍɪꜱᴛ [ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ]

[Dazai/Ibuse/Haruo]

Pedido:odan18

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"Ibuse-san es un hombre malvado"

Pocas veces en su vida Ibuse Masuji se había sentido desdichado pero el leer esas palabras que su querido alumno le había dedicado tras suicidarse lo había destrozado.

Analizó la carta una y otra y otra vez buscando algo que indicará el porqué de esas palabras pero la única persona capaz de explicarlas se había ido para jamás volver.

El sentimiento de querer aclarar las cosas con él no se esfumó ni siquiera en su lecho de muerte en 1993, recordando claramente la última vez que vio a Osamu, reunido con el resto de decadentes y sus intenciones de morir eran demasiado claras.

—¡Sensei! —escuchó que alguien gritaba a sus espaldas después de haber salido de su libro ya purificado y fue cuando lo vio. Dazai parecía ser que seguía siendo el mismo tipo que conoció en antaño, los brazos del pelirrojo lo envolvieron en un efusivo abrazo de reencuentro haciendo que se llegara a cuestionar si siquiera podía recordar la carta con la que se despidió del mundo físico y con la que tanto daño le causó.

Incluso si ahora ya tenía meses de haber llegado a la biblioteca Imperial aún no se había atrevido a tocar el tema, de alguna manera le preocupaba haber fallado a su alumno y que este aún le odiara, pero eso no era posible pues la mirada de Dazai adquiría un brillo singular cada vez que estaba cerca de él.

— Deberías hablar con él. —Haruo miró el contenido cristalino de su vaso que Matsuoka le había entregado un par de minutos atrás.

Debía haberlo esperado, incluso si Dazai trataba de dejar atrás su pasado Haruo recordaría el contenido de la carta y tarde o temprano debía enfrentar el asunto.

—No creo ser capaz de tocar el tema. —Ibuse soltó una risa seca jugando con su vaso mientras esas palabras se repetían en su mente, cambiando de tema de inmediato evitando que la atmósfera se tornará incómoda o más bien dolosa.

Sato contuvo un suspiro siguiéndole el juego a su colega aún con las claras intenciones de que ese par hablará sobre el tema.

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—¡Sensei! —Dazai acudió de inmediato a su rescate al verlo herido en el suelo acabando con un par de manchas en el proceso.

Ibuse sonrió adolorido dejándose caer en los brazos de su alumno quien lo dirigía a la enfermería a curar sus heridas tras ahondar en el libro.

—Gracias Dazai. —el de barba recostado mostró una sonrisa sincera ante el pelirrojo que solo atinó a asentir preocupado pues la mirada de Mori y Haruo —sobretodo el último— le impidió hacer al ruido.

Un par de horas pasaron en las que Masuji fue atendido por Mori y la alquimista y se hubiera tomado el tiempo de tratar de descansar de no ser por qué vio una mirada diferente en la expresión de Sato, el se veía decidido a algo y él tenía una leve idea de lo que podría ser.

Estaba perdido en su pensamientos cuando escucho a las afueras de la habitación pasos, la puerta se abrió dejando ver a las figuras con las que estaba demasiado familiarizado.

Preguntó la razón por la cual ellos se encontraban ahí a esas horas de la noche, — Venimos a ver cómo estabas. —el castaño habló con un tono calmo mientras miraba a Dazai que extrañamente se encontraba callado.

La platica continuo entre el par de mayores mientras el menor escuchaba a la vez que divaga en sus pensamientos.

— Bueno, me retiro. —el de ojos verdes se levantó de su asiento—Creo que ustedes dos tienen que algo que discutir. —Haruo empezó a caminar hacia la entrada diciéndole con la mirada "Es tu momento" a Masuji.

—¿Dazai estás bien? —el varón no ocultó su preocupación por el decadente que cada vez se veía con la

—Yo...Yo lo siento.— empezó el pelirrojo con una voz a punto de quebrarse—. ¡Lo siento Sensei!

Ibuse no dijo nada, escuchaba atento las palabras de Osamu analizandolas con detenimiento.

—¿Puedo preguntar por qué escribiste esa frase?—el tono del mayor indicaba que no era reproche sino más bien simple curiosidad.

— Yo...—Dazai se tragó sus lagrimas acercándose a su profesor —
dejó caer de rodillas mientras múltiples recuerdos de sus últimos momentos lo abofeteaban—. Yo...yo ya estaba cansado de vivir para ese entonces, sino hubiera sido por ti habría muerto hace mucho.

>>Siempre me tratabas de apoyar, siempre creíste en mi y trataste de que fuera un buen hombre y sin embargo, yo te fallé, nunca pude ser discípulo que tu merecías. Jamás se me pasó por la mente el odiarte y siempre pensaba que todo hubiera sido mejo para ti si nunca me hubieras conocido.

Empezó a sollozar por todo lo que causo recordandose cada tanto lo idiota que era mientras Masuji le consolaba esta vez sin el sentimiento que tanto le molestó.

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No pensé que mi iba a costar tanto escribir esto jaja help me

15/09/20