ʙᴜɴɢᴏᴜ ᴛᴏ ᴀʟᴄʜᴇᴍɪꜱᴛ [ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ]

[Tokuda Shuusei]

Amo esta escena del op :')

El más lindo

Estando en su escritorio ella trataba de terminar su papeleo, sin embargo, no podía concentrarse al sentir una gran cantidad de miradas sobre su ser.

Un dedo picaba su mejilla en repetidas ocasiones en busca de llamar su atención —. Dazai-san, ¿Puede dejar de hacer eso?— dijo cansada aguantando las ganas de golpearlo para que dejara de joder.

—¿Y bien?

—¿Y bien qué? —preguntó sin despegar la mirada de los papeles, cosa que hizo que el pelirrojo se sintiera severamente ignorado.

—¿Quién te parece más guapo? ¿Acaso yo?

—¿Y eso?—levantó su mirada encontrándose con el cuarteto buraiha que la miraba interrogante—. ¿Se dan cuenta que bien podrían ser mis padres o en todo caso mis abuelos?

— Vamos [T/N]-chan, eres joven y con las hormonas alborotadas. —Odasaku añadió burlesco recordando ciertas facetas de la chica.

—Creí que ya no hablaríamos de eso.—murmuró con reproche mientras Dan y Ango soltaban un par de risas indiscretas —. ¿La falta de mujeres en este lugar ya les está afectando?—preguntó alimentando su teoría sobre como los hombres tienden a hacer estupideces sin la presencia femenina.

— ¿Entonces soy yo? —Dazai comentó ignorando lo anteriormente dicho centrándose en su pregunta.

— No eres mi tipo. —contestó derrotada evitando dañar el autoestima del autor pelirrojo conociendo sus antecedentes de suicidio y adicción a la morfina, no quería lidiar más de lo necesario con ello.

Osamu le miró con su orgullo herido y se fue alejo un par de metros entrando en su estado emo, siguiendo el juego Odasaku, Ango y Dan empezaron nombrar a más autores de la biblioteca, atrayendo a poco a poco a más autores a su alrededor.

— ¿Tanizaki-san?

— Demasiado masoquista.

—¿Miyazawa-sensei?

—¿Me vieron la cara de pedofila acaso? —contestó con una cara de espanto al megane que solo atinó a reir.

—¿Ranpo-san?

—A veces me da miedo, nunca sé que piensa.

Shuusei escuchaba la conversación alejado, acompañado de Shimazaki, el chico mentiría si dijera que no estaba interesado en saber lo que la joven aprendiz de alquimista pensaba sobre él, pero bien sabía que probablemente ni lo mencionaran debido a su aura aburrida.

—Probablemente aún no te hayan notado, tienes un aura aburrida.

Tokuda puso los ojos en blanco—. Gracias por el cumplido.

El buraiha seguía nombrando autores, desde los americanos a los pocos europeos hasta terminar con los japoneses, sin embargo había alguien que faltaba.

—¿Y qué hay de Tokuda-kun? —se atrevió a preguntar Kouyou al ver a su estudiante en un estado aparentemente desinteresado.

Un breve silencio se instauró en el área, nadie hablaba y lo único que se escuchaba eran las leves respiraciones de la menor.

La chica dudó, Tokuda Shuusei era lo más ordinario que podías encontrar en la biblioteca —aunque bueno, había gato que habla y cualquier cosa a su lado podía ser bastante normal—, él fue al primero que conoció tras su llegada a la biblioteca y bien lo consideraba un muy buen amigo...a quién engañaba incluso le gustaba.

—Sí. —dijo automáticamente sin medir sus palabras—. ¡No!..Q-Quiero decir...agh... O sea si lo es pero...Maldición.— murmuró, Ranpo gritó de alegría al darse cuenta que sus suposiciones eran ciertas sin tomar en cuenta los balbuceos de la jovencita en un intento de decir una oración coherente.

Por otro lado Shuusei estaba sin palabras, tratando de desviar la atención que recibía de los demás y por una vez deseaba que lo pasaron por alto.

—Tokuda-kun, ¿podemos hablar— La de cabellera castaña se acercó algo sonrojada al varón—, a solas?

Los que tenían una pizca de sentido común entendieron la referencia y se alejaron cargando consigo a los más curiosos —entiéndase Ranpo y Shimazaki—.

—Todo lo que dijiste, ¿Era verdad?

— Supongo que no tiene caso ocultarlo, no después de eso. —caminó sentándose en una silla invitando al de cabello negro a tomar asiento—. Es raro. —[T/N] jugaba con sus dedos con una media sonrisa evitando la mirada interrogante del arquero.

—¿Puedo preguntar por qué?

— De alguna manera mi moral me dice que esta mal, —inhalo profundamente antes de continuar—antes de venir aquí ustedes ya tenían su vida hecha y creo que estaría mal si tengo ese tipo de sentimientos.

—Ya veo, creo que tiene sentido.

— Creí que dirías algo un poco más...poético.

—Puede que se deba en parte que soy naturalista y...

—¿Y...?

—No quiero presionarte.

Lentamente ambos esbozaron una pequeña sonrisa viéndose a los ojos.

— ¡Ya háganse pareja! —gritó Chuuya desde el otro lado de la sala con una botella de sake a su lado.

15/08/09