❝As I'm laying on your chest
I'll be out here thinkin' 'bout it, boys just to guess
Some of them keep telling me I'm better than the rest
And I ain't tryna rush you, but goddamn, I'm a mess, mess, mess❞
«UN HOGAR NO ES UN EDIFICIO, NI UNA CALLE, NI...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Como le dije a su hijo antes, cualquier información sobre las prótesis que hacemos son estrictamente confidencial —Ekaterina observa al doctor, el cual estaba nervioso ya que ella había coqueteado con él disimuladamente—. S-Sin el consentimiento del cliente, no puedo ayudarlo.
—No podemos obtener el consentimiento si no nos da un nombre —Cinco habla molesto recargándose sobre el escritorio.
—No es mi problema —responde simple—. Disculpen, no hay nada más que pueda hacer, así que...
—¿Y qué hay de mi consentimiento? —Los ojos de Ekaterina caen en Número Cuatro—. ¿Quién le dio permiso de poner sus manos sobre mi hijo?
Ekaterina miró a Klaus como si estuviera loco.
—¿Qué? —preguntan el doctor y Cinco al mismo tiempo—. Yo no toqué a su hijo.
—¿Oh, en serio? —se inclina dispuesto a levantarse—. Entonces, ¿Cómo es que tiene el labio hinchado?
—No tiene el labio hinchado —afirma el doctor. Ekaterina soltó una carcajada cuando notó que Klaus golpeó al chico.
—Lo quiero. El nombre —amenaza—. Por favor, ahora.
—Estás loco —Kate estuvo de acuerdo con él.
—No tienes ni idea —sujeta una bola de cristal que hay en la mesa y la lee —. Paz en la Tierra. ¡Qué dulce!
Se auto golpea con el objeto rompiéndolo en su frente.
—Dios, eso dolió —Ekaterina le mira un poco asustada, pero con unas ganas de reír incontrolables.
—Llamaré a seguridad —les amenaza el hombre.
—Parece que no está conforme con lo que hizo ya que agredió física y casi sexualmente a mi mujer —Klaus se gira hacia Kate—. Espero y no te desquites tan fuerte luego.
Kate le miró con una ceja encarnada pero, Klaus la tomó de su camisa y la rompió dejando su sostén al aire. Después le da una gran cachetada, a lo que una marca roja aparece rápidamente en su mejilla.
—¡Klaus! —le reprende Cinco. Número Cero le da una pequeña sonrisa indicándole que no hay de que preocuparse.
El hombre de bata toma el teléfono y marca un botón con rapidez.
