I

56 7 0
                                    

En una pequeña ciudad de johto varias personas se encontraban reunidas alrededor de lo que parecía ser una intensa batalla o eso suponían

En un lado se encontraba un joven alto, guapo de ojos azules y de cabello rubio que peleaba con suma elegancia a lado de su intimidante arcanine
Por el otro lado había una joven de mediana estatura, con el cabello de color café  y un mechón de color rojo al igual que sus ojos,
Su manera de pelear era..................
de lo más torpe


-"vamos eso es todo lo que puedes ofrecer".


-"c-cállate koli pistola de agua".


"Jaja arcanine termina con esto".


Y tan rápido como lo dijo aquel intimidante pokemon de fuego le dio una fuerte embestida al pobre pokemon de aquella chicha, dejándolo completamente derrotado


-"no puede ser".


-"gane, de nada".


Toda la gente de ahí dio un grito al aire celebrando la victoria del rubio el cual llevaba una racha de cero derrotas, una joven promesa que prometía grandes cosas para el futuro de las batallas pokemon


-"jaja gracias, gracias y ahora".


Con una sonrisa un poco caprichosa aquel chico se acercó para cobrar el poco dinero que aquella chica poseía


-"bien es hora de pagar".


-"b-bien".


Tímidamente aquella chica le dio el poco dinero que tenía mientras trataba de no soltar unas lágrimas, en cambio aquel chico solo sonreía al verla en ese estado


-"bien con eso terminamos, te daré una sugerencia porque no dejas eso de ser entrenadora y te dedicas a otra cosa en la que si seas útil".


-"ca.....adiós".


Ella trato de responder pero no lo hizo, no podía, no tenia derecho alguno, después de todo ella era la perdedora

Sin más que decir aquella chica solo guardo a su herido pokemon y comenzó a caminar al centro pokemon más cercano


-"lo siento koli otra ves no pude ganar".


Con unas lágrimas en sus ojos emprendió su pequeño recorrido

En otro lado de esa misma ciudad estaba un chico un poco más alto que aquella joven, con el pelo de color negro, ojos verdes como esmeraldas y un poco más guapo que aquel rubio, este se encontraba almorzando en una cafetería mientras hablaba por su teléfono


-"¿estás comiendo bien verdad?".


-"ya perdí la cuenta de cuántas veces me preguntaste eso".


-"es solo para estar seguros, es el trabajo de una madre preocuparse por su hijo".


-"jaja si, si estoy comiendo bien".


-"bien eso me alegra ¿cuando vendrás de visita?".


-"acabo de llegar a johto".


-"ya veo.........¡¡y porque no me avisaste!!".


-"l-lo siento".


Por el teléfono se podía escuchar el largo suspiro de aquella mujer preocupada por su descarado hijo


-"eres igual a tu padre".


-"jaja".


El solo podía disimular con una risa fingida mientras soportaba los regaños de su madre

Después de unos minutos el pago por la comida y comenzó a caminar sin rumbo alguno


-"bueno que se supone que deba de hacer".


>¡¡acaba de abrirse un nuevo campo de batalla!!todos los que quieran demostrar su poder están bienvenidos a entrar<


-"un campo de batalla eh......... nah no tengo ganas de eso ahora".


El solo miro a otro lado y continuo caminando sin dirección alguna


-"sabes que, iré a tomar una siesta en el bosque, no tengo nada más que hacer después de todo".

Y así el dio media vuelta y empezó a correr en dirección al bosque de aquella ciudad

Mientras tanto aquella chica estaba sentada en uno de los bancos de aquel centro pokemon mientras esperaba la salida de su wartortle con la cabeza mirando al suelo

-"Rita tu pokemon está listo".


-"Gracias enfermera Joi".


-"sabes ya es la décima ves que vienes aquí, deberías cuidar mejor de tu pokemon".


-"¡¡ya lo sé!!".


-"......".


-"eh yo lo si......".


Ella solo recogió su pokebola y salió de aquel centro mientras derramaba algunas lágrimas


-" lo siento, lo siento".


Eso era lo que se repetía a si misma una y otra ves hasta que sin querer se chocó con un señor que caminaba por ahí


-"mocosa se puede saber que te sucede".


-".......".


-" vamos responde".


-"......".


-"espera un segundo eres una entrenadora verdad".


-"si".


-"perfecto vallamos al bosque".


-"¿que?".


-"tendré una batalla contigo".


-"lo siento ya no tengo dinero".


-"oh tranquila hay otro modo por el cual me pagarás".

-"bien".

Ella solo se puso de pie y siguió a aquel hombre hasta el bosque. El sabía de su mala suerte, el sabía quien era ella, el sabía que aquella chica no había ganado ninguna batalla hasta ahora
Y pensaba aprovecharse de eso

Tengo que ser el mejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora