DDLC Y YO

CAPITULO 18: La cita(?) con Monika (1° parte).

Tenía la cara pegada al vidrio de la ventana, con la boca abierta de la sorpresa. Y esa sorpresa no era ni nada menos, ni nada más, ni nada menos, ni nada más que Monika, quien se encontraba en el porton, afuera de mi casa.

¡No sabía que esta porqueria iba a funcionar! (😯)

Despegué mi rostro del vidrio, retomé mi conciencia y me dirigí rapidamente a la puerta de la casa. Antes de abrir, me rasqué furiosamente el cabello (quedó practicamente igual), y una vez hecho esto, abrí la puerta.

- ¡Hola Vicho! -me saludó Monika apenas salí por la puerta.

- ¡Ah! ¡Monika! Hola, ¿q-qué haces aquí? -le saludé y pregunté.

- Ah, es que pasaba por aquí y recordé que Sayori vive en este sector, y pensé que, ustedes siendo vecinos y amigos de la infancia, tú vivias cerca de su casa, ¡y creo que le acerté! -me explicó con una sonrisa de esas que te las podrías quedar mirando por un buen rato.

Vaya, la verdad es que suena bastante convincente, hasta podría creerle... pero igual no le creo. (😒)

- Ah..., entiendo. -y me quedé en blanco.

Ella me mira. ¿Acaso quiere...? Eh... ¿Preguntarme algo? Eh... ¿Qué yo le pregunte algo? ¿Comer algo? Uh... ¡¡¡Aagghh!!! ¡¿Qué diablos quiere?!

- Am... Oye, ¿te importaría sí yo entrara a ver tu casa? -me preguntó.

- Eh...? -sacudí la cabeza para despejarme- No, ah, no tengo ningun problema.

Fuí hacia la puerta del porton y, con las llaves que tenía en el bolsillo de mi pantalon, le abrí... la puerta del porton, se entiende.

- ¡Muchas gracias! -dijo mientras pasaba la puerta del portón

- Ah, no hay de que. -contesté.

Y en ese momento me fijé en la ropa que ella traía puesta. Era un vestido simple de color blanco muy bonito que, para mi suerte y desgracia, hacía denotar sus ya de por sí grandes... ya saben (y sí, me niego a nombrarlos, no quiero tener una "situación"). Ademas tambien hacia denotar aun mas la increible belleza que ella tiene, y que no es poca. Ah, se me olvidaba, tambien tenia unos tacones color blanco.

Me pregunto... ¿cuantos chicos se le habran confesado al menos un vez? (🤔)

Aun embobado por su cuerpo, cerré la reja y la seguí hasta dentro de la casa.

- ¡Wow! -dijo ella, extrañamente sorprendida.

- Ah, no sé qué es lo que te sorprende, pero, ¿te gustaría comer algo? -le pregunté.

- Oh, no gracias, aunque un vasito de agua no estaría mal. -me contestó sonriente para luego seguir examinando la casa.

A decir verdad, la casa no estaba particularmente limpia, pero tampoco estaba tan sucia como para llegar a notarlo. Siguiendo los hechos, fui a la cocina para llenar un vaso con agua de la llave, procure no mojar demasiado el vaso (fallé, lo sequé con un paño de cocina) y me dirigí hacia la chica, que ahora estaba sentada en el comedor.

- Hey -dije para llamar su atención- Aquí está tu vasito de agua.

Le dejé el vaso en la mesa.

- ¡Gracias Vicho! -dijo alegremente, para luego beber del vaso. Bebió hasta un poco mas de la mitad.

Nota mental: lavar bien lavado ese vaso o no volver a usarlo. Creo que no olvidaré quien bebió de allí. (😖)

- Bueno... ¿quisieras hacer algo? -le pregunté mientras aun seguía de pie- No sé..., ver algo, comer alguna cosa, conversar...