3 ; Escuela

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–S-sí...hmm ¿Qué? –Su ceño se frunció mientras llevaba un pequeño pastelillo a su boca.

Amaba comer pero aquello le había amargado un poco –No los necesito ya, haré mi propia vida –Contestó entre dientes.

Miró su celular y vio la hora en el –¿Sabes qué? –Preguntó y él contrario no contestó –Hablamos luego, tengo que ir a la universidad.

Colgó la llamada y dejó el celular enojado en la repisa dirigiéndose hacia su cuarto para tomar un baño de agua tibia.

Cuando salió, se vistió como todos irían a su primer día de clases. Puso un pantalón color amarillo, una camisa la cual era holgada y una pequeña gorra. Suspiro mirándose al espejo, todavía no estaba preparado para mostrarse como era en una escuela. No es como si le importaran los comentarios, solo, quería ver si había aceptación en aquella ciudad como solían y contarle.

Hace días cuando salió con su pequeña falda pensaron que era chica o que se trataba de un omega, no estaba seguro el por qué todos creían aquello, ¿Por qué un hombre no podría vestir así, por qué un alfa no?.

Tomó su mochila de tonos pasteles y salió de su hogar sin olvidar su pequeña sombrilla. Como siempre, ya que, en Seul según era muy imprevisto cuando llovía.

Camino bajando por las escaleras y evitando el elevador. Siempre lo hacía, no le gustaba ligarse con mucha gente y estar en lugares pequeños le resultaba sumamente estresante. Cuando llegó a la primera planta saludo a las encargadas de limpieza como uno que otro personal del mismo edificio.

Salió pasando por las puertas las cuales eran mecánicas. De día, la ciudad era aún mejor, todo se veía tan vivo y podía ver las plantas de diversos colores sobre sus pies. Árboles de sakura y uno que otro rosal. El aire aunque, estaba un poco contaminado, se sentía libre de albedrío.

Sonrió a su nueva vida pasando debajo de muchos de aquellos árboles y su mente empezó a divagar sobre su lugar de residencia antiguo. Miró hacia una cafetería la cual por lo que le habían dicho acababa de abrir, ahí paro mirando un pequeño letrero el cual decía necesitar solicitantes. Suspiro y saco su celular tomando una pequeña foto de ahí, fue cuando alguien salió y le sonrió, al parecer un trabajador.

A diferencia de él, era un pequeño omega con un olor demasiado dulce. Bajito, complexión delgada y cabello castaño –Buenos días, ¿Se le ofrecía algo? –Preguntó.

YeonJun negó–Solo vi el letrero...

–Oh... ¿Quieres trabajar aquí? –Se acercó al parecer olvidando el poco espacio personal que les quedaba. Le miro con cierto brillo en su mirada –Pues está disponible el de mesero... ¡Es un trabajo muy bueno! –Sus mejillas se sonrojaron cuando se dio cuenta que YeonJun estaba carraspeando y rápidamente se alejo.

–¡Oh lo siento tanto, señor alfa! –Reverencio en forma de disculpa.

Choi solo miro apenado la escena y con sus manos empezó a negar –No te disculpes... Y-yo pensé que no había bacantes, pero ya que me dices...

–No hay preferencias –Hablo rápidamente el más pequeño –No importa si usted es alfa, puede entrar aún así.

Choi estaba por decirle que ya no le llamara «alfa». Le hacía sentir un poco incómodo y de cierto modo, odiaba y repudiaba esa palabra. Aunque, aquel sujeto estaba siendo demasiado respetuoso para que le dijera aquello.

Suspiro y asintió –Gracias ¿Sabes a dónde podría contactarme? Es que... Tengo prisa –Dio una media sonrisa y el omega en cuanto escucho eso solo dijo 'Espera un minuto' y volvió hacia la tienda.

YeonJun apretó sus labios. Aquello había sido demasiado rápido. Empezó a tararear una melodia de los 80' y fue a los segundos cuando el omega volvió y puso una tarjeta frente a sus ojos –Aquí tienes... –La tomó.

–La cafetería es de mi padre, así que, sólo llama y estarás contratado, por cierto, mi nombre es Beomgyu –Aquello fue un poco coqueto de su parte, pero el omega no parecía notarlo.

–E-eh sí claro, mi nombre es YeonJun, gracias... –Dio una media vuelta escuchando un largo suspiro del omega a sus espaldas.

Aquel día apenas iniciaba y se había vuelto muy loco. A unas cuadras más tomó un autobus y se dirigió hacia su universidad. Cuando el transporte llegó, bajo y miró hacia sus alrededores encontrándose con gente de todo tipo. A diferencia de su antigua escuela, en este había mucha diversidad.

Pudo ver una pareja de alfas, otras de omegas, hombres que usaban faldas o cosas “femeninas” abiertamente sin miedo a ser juzgados. Grupos de los que creía eran los populares, nerds, gente con gustos por las revistas, mangas y otras cosas. Hasta incluso, extranjeros.

Era una escuela totalmente grande y diversa. Sonrió feliz de porfin estar en un lugar así. Por lo menos ya no se sentía raro o no se sentiría de tal forma. Ya que, era un alfa que tenía un olor dulce y hasta cierto punto lubricaba. Fuera muy loco de pensar pero lo era y todavía tenía sus colmillos.

Pero, su actitud era totalmente pacifista y coqueta, que podría engañar a cualquier alfa y hacer de sus gustos los suyos.

Paso entre varios salones y fue hasta su casillero los cuales se encontraban entre un gran pasillo lleno de aquellos alumnos. Miró a todos ellos y a lo último del lugar vio a una persona la cual ya conocía. Su vecino, su querido vecino. Aquel alfa con olor masculino, alto...de tan solo pensar en ello le calentaba. Pero, no estaba ahí para admirarlo solamente. Él no estaba solo, se encontraba siendo besado por una omega mucho más bajita que él. Río en sus adentros y dejó todo lo que tenía que dejar en su casillero para cerrarlo y antes de todo, percatarse que la vista de Soobin estaba sobre él.

O sí, su estancia ahí sería totalmente divertida. Choi Soobin estaba muerto ¿O no?.

𝙎𝙠𝙞𝙧𝙩 𝙗𝙤𝙮 - 𝘠𝘦𝘰𝘯𝘣𝘪𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora