Amor de Cuarentena

Capítulo Final.

Sandra Blosson:

Decir que quedé como payasa es poco, después de esos mensajes y de confesarnos que nós gustamos Nico y yo dejamos de hablarnos.

Él respondía cortante y yo intentaba sacarle tema de conversación, pero como él mismo me dijo:

No esperes nada de nadie.

¿Y qué podía esperar de un enamoramiento en cuarentena?

Todo es efímero.

No puedo evitar sentirme estúpida al verme en el espejo, peino mi Cabello liso y me pregunto una y otra vez:

¿Por qué me dejé ilusionar?

Quizás me dejé llevar por el momento.
Tener 17 años y estar en mi época más hormonal es difícil.

También Nico supo cómo tratarme y yo caí.

Lo que más me molesta es que sigue compartiendo cosas, comentando fotos de otras chicas y subiendo stories con su hermosa cara y mostrando su hermosa sonrisa.

No lo bloqueé porque sigue likeando mis fotos en Instagram y eso es bueno, sobre todo para mis sponsors.

Nino ha mejorado y le mandaron unas gotas para las cataratas que tiene en su ojo derecho.

Por mi parte en ésta semana sin hablar con Nico me inscribí en un curso de español online. Así no tendré que escribirle y humillarme para que me ayude.

Igual sólo admití mis sentimientos y él dejó de hablarme. No es la gran cosa. Por lo menos no publicó los screenshots de la conversación.

Perdí la dignidad. Aunque siempre existe la opción de negar todo.

▫▫▫

Tenemos media hora en el balcón disfrutando del concierto que nuestro vecino, Benito, está dando para nosotros, los del conjunto residencial.

Toca la pieza de un videojuego que no recuerdo el nombre, pero suena maravillosa en su violonchelo.

Sander sostiene un ice Coffee en su mano y no puedo evitar sentirme asqueada al ver que toma café frío.

—Mel ha mejorado, dió negativo —dice después de un largo silencio mi hermano refiriéndose a su novia.

—¡Eso es una buena noticia, Sandy!

—Sí, supongo, nuestra relación no va bien.

Empezó a contarme con un tono melancólico acerca de que Mel se ha tornado muy posesiva y él no puede con las personas posesivas. También su compañera, Kate, le ha tirado la onda y él siente atracción por ella. Aunque no sabe qué hacer. Debe elegir entre su novia de hace 5 años o una chica nueva para empezar una vida nueva.

Vaya, la vida amorosa de mi hermano me sirve para venderle los derechos a Televisa.

—Creo que debes ir donde tu corazón se sienta más a gusto —digo robándole una galleta de su plato—. Si Mel te gustara mucho no te hubieses fijado en Kate.

Asiente y volvemos a prestarle atención a nuestro vecino.

Después de todo a ésto se resume la cuarentena, estar sola y disfrutar de lo poco que te ofrece la vida.

Ya no más amores en cuarentena.

▫▫▫

Dos días después: