Se fue a la casa de su amiga, no sabía dónde ir. Cuando está le abrió la puerta adormilada abrió los ojos asustada.
— ¿Qué te pasó? — La hizo entrar rápidamente. — Creí que estarías teniendo sexo desenfrenado.
Carly la siguió a la habitación.
— Lo tuve. — ella se acostó en su cama deshecha.
— ¿No te gusto? — Preguntó acostándose a su lado.
— Ese es el problema, me gusto demasiado.
Megan la miró extrañada.
— ¿Y por qué si te gusto tanto estás aquí y no repitiendo en tu casa? Cuéntame.
— Hizo una cena deliciosa y bailó Queen conmigo.
— ¿Bailo Queen? Maldita sea Carly. — Su amiga abrió los ojos. — Vuelvo a preguntar ¿Por qué estás aquí y no hay?
— Porque tiene una casa enorme, con piscina y seguramente empleada doméstica, un hijo perfecto que compite profesionalmente en una disciplina y dinero que le sale por los oídos. Es un buen tipo, buen mozo, con una carrera.
— No veo nada de malo en todo eso Carly. — Murmuró su amiga consternada.
— ¿No lo ves? Es el perfil de mi madre, no busco lo que ella sí. Estoy segura de que si mi madre lo viera se tiraría a sus brazos sin importarle nada más.
— Bueno. — Musitó pensativa. — Nadie diría al verlo que es un tipo de dinero. Si hasta lo confundimos con el pintor de turno. — murmuró pensativa. — No buscaste lo mismo que tu madre Carly, solo da la casualidad de que tiene un par de cosas indispensables en la lista de tu madre. Pero tú no te acercaste a él por su dinero, de hecho no sabías que lo tenía hasta que conociste su casa ¿Cierto? — Megan espero que ella asienta. — Estoy segura de que él tampoco busca a alguien con su dinero respaldandolo, no se presentó así. Se dio el tiempo de conocerte y darse a conocer, tuvieron un sexo increíble y te fuiste corriendo como una niña asustada.
— ¿Lo hice de verdad? — Carly gimió. — Me comporte como una imbécil.
— Como un hombre. — Dijo llanamente Megan.
— Oye la pase bien. — Dijo Carly con voz gruesa. — Ya nos vemos linda. — Se pasó las manos por la cara al darse cuenta de lo que había hecho. — Soy una estúpida.
— Te asustaste. — Le dijo mirándola con cariño. — Dejas que tu madre guíe tus pasos, no lo permitas. Ryan es un buen tipo, date la oportunidad de conocerlo.
— No creo que vuelva a verme. — Murmuró pensativa.
— Veremos. Ahora sí no te molesta me gustaría dormir. Porque mañana debo trabajar temprano.
ESTÁS LEYENDO
Lazos eternos ✓
RomanceRyan es un restaurador de arte, huraño, solitario. Un dulce accidente lo cruza con ella. Carly es una pastelera vivaz y divertida. Cuando ambos se conocen se sienten inevitablemente atraídos. Sin darse cuenta él restaurara la confianza pérdida...