Hacerla dormir le costó muchísimo esta vez, pensó mientras la miraba con sus ojos cerrados. Le acarició la mejilla con cariño. Ahora podía entender su reticencia cuando él hacía algún comentario sobre sus sentimientos. No podía explicar los sentimientos que lo embargaban cuando estaba con ella, desde la primera vez que la vio, con sus ojos de cervatilla. ¿Era posible sentir que ya la conocía? Como si muy dentro de él supiera que ella era la indicada, la correcta. Como si la hubiera estado esperando desde hacía tiempo. Sus risas y caricias eran un regalo para él, era cariñosa y dulce. Y había visto la vulnerabilidad en ella de vez en cuando, la había visto mirarlo extrañada cuando él le decía que la había extrañado, como si no quisiera ser extrañada y a la vez si. Podía sentir su reticencia cuando el comentaba que podía cenar en su casa o conocer a Harry. No quería avasallarla, podía entender que no se sienta cómoda conociendo a su hijo.
Carly abrió los ojos que le pesaban una barbaridad, la cabeza le latía de forma horrorosa. Cuando vio a Ryan durmiendo a su lado cerró los ojos ahogando un gemido. Sabía con exactitud lo que había pasado y la vergüenza le atenazó los músculos. Se levantó despacio, buscó ropa cualquiera y salió de la habitación. Escribió una nota dejándola en la mesa de la cocina junto a la cafetera y se fue.
Se puso los anteojos de sol cuando esté le lastimó los ojos y caminó despacio alejándose.
Megan atendió la llamada preocupada.
— Hola Ryan ¿Pasó algo? ¿Carly está bien?
— Si, creo que sí. ¿No está contigo?
— No. — Contestó extrañada.
— ¿Podríamos vernos en algún lugar?
— ¿Está todo bien?
— No lo se.
Megan levantó las cejas sorprendida. Le dio la dirección de un restaurante cerca de su oficina y cortó la llamada. Revisó los últimos mensajes de Carly y no encontró nada extraño. Cuando entró al restaurante cuatro horas después lo divisó rápidamente. Estaba sentado en la mesa con vistas a la calle, sus anteojos negros tapaban su mirada.
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Lazos eternos ✓
RomanceRyan es un restaurador de arte, huraño, solitario. Un dulce accidente lo cruza con ella. Carly es una pastelera vivaz y divertida. Cuando ambos se conocen se sienten inevitablemente atraídos. Sin darse cuenta él restaurara la confianza pérdida...