𝐕𝐈

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•༻῭❃༼𑁍༽❃῭༺•

Cuatro semanas... Cuatro semanas de dolor, lágrimas y arrepentimiento, sintiendo una incontrolable culpa abarcando todo su ser, alma y corazón. Los recuerdos de todas las veces de rechazo e ignorancia a su madre vuelven segundo tras segundos a su mente, carcomiendolo, reduciendolo a un cúmulo de lamentos.

El entierro de su progenitora fue un día después de su fallecimiento, recuerda claramente el pálido rostro de la que era su bella madre, postrada y encerrada en esa caja de madera para después ser sepultada tres metros bajo tierra. Jimin y Jin estuvieron siempre con él, dándole apoyo y no queriendo dejarlo solo, no después de encontrarlo desmayado a un lado del lecho de la ahora difunta Sra. Kim.

Su vida se ha vuelto una carga, sin ánimos de nada, viviendo solo porque puede respirar; todo el día hecho un mar de lágrimas y en las noches lamentándose, sintiendo impotencia, sin poder hacer nada. Incluso a pasado madrugadas culpando el nombre de su padre, cuestionandose el por qué se la llevó, lo único que le quedaba en este mundo, se lo ha arrancado como un trozo de papel.

Jimin ha estado preocupado por su amigo, mejor dicho hermano; él también sufrió la pérdida de la Sra Kim, ella fue como una segunda madre para él, le extendió sus brazos cuando pasó por esa difícil situación con sus padres, ella estuvo allí al pendiente, dándole apoyo moral y maternal, justo como una madre debe de ser con su hijo.

Le aconsejó e incentivó a seguir lo que dictaba su corazón, recalcándole que no importaba que su enamorado fuera del mismo sexo, si había amor nada más importaba. Si él era feliz, pues que lo siguiera siendo junto a su amado.

Fue una época de altas y bajas, pasando de sufrimiento y desgana a una vida de empoderamiento, feliz junto a su novio. Cuanto quisiera volver el tiempo y agradecerle mil veces a esa maravillosa mujer, todo lo que hizo por él y por Yoongi.

Sin hacer mucho ruido, gira del manubrio de la puerta abriéndola a una disminuida velocidad, solamente escuchándose un leve rechinar debido al óxido de los embranes.

Mira a los lados inspeccionando el lugar, notando el ambiente decaído, como si no hubiese nadie en casa. Negó lentamente al ya saber como se encontraría el ahora dueño de la propiedad.

Cerró nuevamente con cuidado la puerta, despojandose de sus zapatos colocándolos en un pequeño mueble cerca de la entrada junto a su abrigo, encaminandose a la cocina de la residencia.

Eran las 1:00pm así que preparó un ligero almuerzo, a de suponer que el castaño no ha ingerido ninguna clase de alimento, por lo cual no debe atarugarlo con comida pesada. Al terminar tomó una bandeja de metal depositando el plato de comida en esta subiendo las escaleras dirigiéndose directamente hacia la alcoba de la difunta pareja de casados.

La puerta de la habitación estaba ajustada por lo que con un pequeño empujóncito con su pierna esta fue abierta lentamente, dando paso a un devastado Taehyung, postrado y enredado entre las viejas sábanas de la cama, hipando y sollozando, como se la ha pasado todo el mes.

—Taehyungie... Cariño, soy yo, Jimin-)— Habló el de baja estatura, acercándose a paso lento a la orilla del colchón, el cuerpo en la cama tembló, parando el llanto que llevaba desde la noche anterior.

Descubrió su cuerpo de la manta, dejándose ver, su rostro estaba rojo e hinchado, sus ojos irritados de tanto llorar, su boquita estaba roja y en sus mejillas estaban dibujadas las siluetas del camino de lágrimas pasadas.

Al ver al rubio ahí de pie, con una bandeja de comida, preocupándose por su salud y bienestar, dándole apoyo, siendo su pilar estos momentos, no soporto la ola de emociones volviendo a reiniciar su devastador llanto.

☁︎•☘︎𝔗𝔞𝔯𝔷𝔞́𝔫☘︎•☁︎[ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora