¿Guerrera? o ¿Princesa?

Oscuridad sobre nuestras cabezas

-Ian - dice en un tono suave Anna mirándolo con preocupación - ¿estás bien? - le pregunta girando su silla completamente en dirección a Ian y tocando su hombro delicadamente, pero Ian parecía que se había ido a otro lugar y hubiera dejado su cuerpo, su mirada perdida en el rostro de Anna como si la estuviera viendo pero al mismo tiempo no fuera capaz de ver - ¿Ian? - repite ahora con un tono de preocupación bastante notable.

-¿Ian? - digo volteando en su dirección también, la forma en la que se desconecto es aterradora como si su parte humana se hubiera ido y solo quedará su mirada vacía - Ian - digo elevando el tono de mi voz al ver que no reaccionaba, esto hace que pestañee unas cuantas veces.

-Disculpen - dice acomodándose en su silla luciendo perplejo y pálido - no dormí bien iré a refrescarme - dice poniéndose en pie, lo observo caminar y es como si sus piernas hubieran perdido fuerza y se tambalea un poco hasta los baños de hombres.

-Soy una tonta - dice Anna dándose golpes en la frente - lo olvide por completo.

-¿Qué fue eso? - le pregunto mirándola fijamente, ella también había palidecido y su cara mostraba un claro sentimiento de culpabilidad.

-Nada que sea de tu interés - me responde antes de ponerse de pie y caminar hacia los baños.

¿Qué había sido eso?¿qué era lo qué lo había hecho palidecer de esa forma?, intento recordar la relevancia del 10 de septiembre pero nada viene a mi mente, definitivamente ese era su punto débil, pero como averiguarlo si tan solo con mencionar el día se ponía de esta forma en la que parecía sus recuerdos lo sobrepasaban.

Miro en dirección a los baños y Anna se encuentra parada junto a la puerta esperando a que Ian salga, su mirada es como si hubiera cometido el peor de los crímenes y estuviera pidiendo piedad para no ser castigada o como si ella misma estuviera dispuesta a castigarse por el crimen que ha cometido; ¿qué debería hacer? tal vez si muestro algo de empatía Ian se abra un poco conmigo, aunque ahora usar su punto débil en su contra parecía algo cruel, pero supongo que tal vez era muy tarde para hacerlo entrar en razón, hay cosas duras pero que se deben hacer en esta vida, para hacer un bien mayor, pero hay que tener cuidado de no perder nuestra humanidad en el proceso.

La puerta finalmente se abre e Ian sale con la cara mojada y un mejor semblante, inmediatamente Anna se le acerca, comienzan a caminar entre susurros en mi dirección así que desvió la mirada de ellos.

-Lo siento Nina - dice Ian tomando su abrigo de la silla - no me siento muy bien, lo mejor es que vuelva al palacio, mañana tenemos mucho por hacer en el laboratorio - le dice mientras le da un apretón en el brazo.

-Ian... tal vez...

-Nina - dice Ian en un tono de ¿advertencia? -Sarah vámonos - dice tendiéndome una mano, en lugar de tomarla le pongo su bebida y me paro de la silla - enviaré una camioneta para que te lleve a casa no debería tardar más de cinco minutos - le dice a Anna mientras comienza a caminar hacia la salida de la cafetería.

-Te veo mañana - dice Anna volviéndose a sentar con cara triste y observando el andar de Ian, me deslizo en silencio para llamar lo menos posible su atención - camina rápido - me dice con hostilidad.

-A ti espero no verte mañana - les respondo antes dejar la cafetería.

Una vez fuera de la cafetería Ian ya se encuentra en la camioneta y la puerta permanece abierta con un guardia de seguridad a un lado esperando a que suba.

-Gracias - le digo cuando subo y este no responde solo cierra la puerta detrás de mi.

Las primeras cuadras permanecemos en silencio, su presencia parece estar debatiéndose sobre donde se encontraba si aquí o en algún remoto entre sus recuerdos, tenía que hacer algo y rápido.