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cinco

Hugo

La tarde con Anaju fue increíble. Me llevó a un montón de sitios geniales de la que era mi nueva ciudad, hablando como si nos conociéramos de toda la vida. La conexión que existía entre nosotros era evidente, nunca me había sentido tan cómodo con nadie y eso me daba miedo. La conocía solo de 1 día y ya sentía más confianza con ella que con...prácticamente cualquiera.

- Entonces, ¿este año no te vas a presentar a los exámenes? -La noche que la conocí le había contado que había tomado la decisión de dejar la carrera, y a lo largo de la tarde salió el tema de que era por entrar al mundo de la música de forma más profesional.

- No lo sé, supongo que dependerá de si las asignaturas me resultan mínimamente interesantes, pero no creo. Mi intención aquí es sacar la máxima inspiración posible para seguir componiendo, sacar mis canciones y llegar a España con una maqueta de lo que quiero hacer.

- Y, ¿tienes algo ya?

- Sí, voy teniendo ya cositas. Si te portas bien algún día te las enseñaré. -Ante mi contestación, ella rió y renegó con la cabeza. Justo después miró la hora, y su expresión cambió radicalmente.

- Oye, es tardísimo, tengo que ir a casa a ducharme y vestirme para ir a trabajar. Em...vente si quieres. Ahora no hay nadie en casa, así que puedes esperarme mientras yo me ducho.

- ¿Segura? -Me encantaba la propuesta que me estaba haciendo, y me encantaba más aún la parte de "no hay nadie en casa".

- Sí, ¡vamos! -Ella cogió mi mano como si fuese algo normal y empezamos a caminar.

Su casa resultó que estaba bastante cerca de donde estábamos, así que el camino se hizo muy corto. Cuando llegamos, tiró todo al sofá y salió prácticamente corriendo a la ducha.

- Mi habitación es la del fondo, ¡siéntete como en casa!

Entré despacio a su habitación y tanteé la pared con la mano para encontrar la luz. Sin embargo, antes del interruptor, toqué un objeto que se me hacía familiar. ¿Una guitarra? Puse la luz del móvil y descubrí, enseguida, que aquello que había tocado no era una guitarra, sino un ukelele. No había mencionado nada de que cantara, así que me sorprendió verlo. Esta chica podía hacer de todo, estaba convencido.

Cuando ya pude encender la luz, me senté en su cama y, tomándome muy enserio su recomendación de "sentirme como en casa" me tumbé a revisar mi móvil.

Rafa [25/09/2020; 16:35]: Illo, donde estas?

Rafa [25/09/2020; 17:00] Que hijo puta, seguro que sigues con la morena del otro día, no eres tonto tu ni na...

Me reí al leer el mensaje. Escuché como Ana Julieta cerraba el grifo, supuse que saldría ya así que me di prisa en contestar el mensaje.

Hugo [25/09/2020; 19:25] En su cama estoy...aunque no como me gustaría 🤪

- Jujitiiii, ¡un pajarito me ha contado que te has quedado con el bebito de 21! -Desde luego, esa no era la voz de Ana Julieta.

- Dime que tengo razón y folla bien. -Ambas voces sonaban cada vez más cerca, y sus comentarios me hicieron soltar una carcajada sin poder evitarlo. Justo cuando eso pasó, una chica rubia y una morena entraron en la habitación de Anaju; seguidas de la propia dueña de la habitación, enrollada en una toalla y con la cara roja de la rabia.

- Tú...no eres Jujiti. -La morena, que aún no había visto a Anaju detrás de ellas, fue la primera en hablar.

- ¡Claro que no es Jujiti! ¡Qué coño hacéis en mi casa! Y, lo que es peor, ¿¡en qué puto momento se os ocurre entrar pegando esos gritos!?