Aventuras en una secta de cultivación. Parte I

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Hola, he volvido 8D y con la primer aparte de este divertido capitulo que dividiré para más comodidad. 

Las votaciones fueron un poco confusas pero, en general, ganó A-Yuan. Cosa que me sorprende mucho porque él es un poco mandoncito. Bueno, ya irán viendo por qué camino va este chico, pero decidí empezar por BingKuai, el cubito de hielo por razones de PLOT HAHAHAHA Ya irán viendo el por qué. 

En fin, esto a parte de ser una aventura, trae un misterio que se irá revelando, no es nada complicado en realidad, pero estén atentos! ♥♥

Por cierto, según mis cálculos... Las diferencias de edad son tan mínimas entre la 2° princesa y su hermano que hay un mes en el que tienen la misma edad. jajajaa querrían una tabla de edades? xD

Por el momento en este capi los trillizos tienen 8 y BingKuai tiene 6 



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Una tormenta tremenda tenía atrapados a la mayoría de los demonios en las tierras del norte por lo que se entendía como una época de relativa paz. Si no tenías la habilidad de abrir portales como el linaje más puro del clan MoBei entonces debías ser capaz de soportar bajísimas temperaturas y vientos capaces de hacerte volar por los aires si querías ir a la vuelta de la esquina a matar a tu rival.

Por esa razón, BingKuai no solo estaba encerrado en palacio sino que en la misma habitación que el Rey pero en una sala aledaña. Allí crepitaba el fuego de la chimenea, muchos estantes hacían sombras lúgubres a su alrededor y los baúles atiborrados que guardaban misterios que, el niño, no tenía idea de qué podían ser ni le interesaban pero lo acompañaban en sus deberes.

La verdad era que sino que estaba ahí, era sentenciado a seguir los pasos de su padre a donde fuera que vaya y eso, por supuesto, era bastante molesto. Eso pasaba cuando no iba a las cumbres y ocurría con bastante regularidad. Si Shang y sus hermanas no estaban, debía pasar tiempo con su padre MoBei Jun que apenas decía una o dos palabras por cada pregunta que lograba hacerle, matándolo del aburrimiento.

Como era tan poco comunicador no era su compañía preferida mientras que, con Shang QingHua y sus hermanas, no conocía el silencio y hacía que los momentos con MoBei Jun fueran un tanto hastiantes.

Por otra parte, sabía que Shang QingHua tenía un trabajo como señor de cumbre y sus obligaciones exigían que se ausentara unos días al mes. Era su deber poner en orden los asuntos de la secta a la que pertenecía pero eso no hacía que BingKuai lo extrañara menos aunque fuera el más pesado de sus dos padres, pues en cambio de MoBei Jun, él definitivamente no lo dejaba en paz.

—BingBing —lo llamó MoBei Jun con su voz grave y el niño levantó la vista de los talismanes que estaba dibujando—. Deja eso y ven conmigo.

El joven príncipe dejó caer su cabeza sobre la mesa, farfullando de fastidio. Pero, de inmediato recordó que la tinta estaba fresca y se levantó con un sello pegado en la mejilla. Gruñó palabras ininteligibles y trató de limpiarse la cara con la muñeca después de sacarse el trozo de papel, colgó sus pinceles y acudió al llamado.

En cierta forma, ser interrumpido era un alivio ya que a él no le interesaba en lo más mínimo la cultivación y los talismanes solo los hacía porque Shang QingHua lo obligaba. Es más, tuvo que aprender a escribir hechizos de protección antes de saber leer y era muy molesto, pero al menos su caligrafía era la más linda que las de sus hermanas.

—¿Qué pasa, papá? —respondió antes de resoplar, cansado.

—Me voy a reunir con Luo Binghe, deberás evitar cualquier interrupción.

Inesperadas sorpresas de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora