Capítulo 8: Dudas

180 14 3
                                    

Otro bonito día en Madrid, el sol estaba pegando fuerte, pero no me apetecía salir, me metí en la ducha y al salir me vestí con pantalones de buzo gris oscuro y una polera de tirantes. Bajé a hacerme el desayuno y mientras estaba comiendo mi pequeño citofono sonó, me levanté del taburete a contestar y oí al portero reír.

-Señorita, el señor Doblas viene a verla.-Miré la hora 9:30, wow.

-Que suba.- Colgué.

Me terminé los cereales con leche para luego abrirle a Rubén que venía con buzo también y una de sus típicas camisetas. Traía una sonrisa gigante.

-Ok, anoche he hablado toda la noche con Eli, es majísima, fue una buena idea esperar a la cita, oh dios, estoy hablando demasiado rápido.-Reímos audiblemente.

-Ok, tranquilo, no he tomado mi celular, así que no he sabido del mundo en días. -¿Quieres algo de desayunar?.

-Sí, lo que tú me quieras dar.-Dijo besando mi frente y entrando en la cocina.-¿________?.

-Dime.- Dije sacando un par de huevos y tocino.

-Hace tiempo que no me has contado como vas con Edd. -Me puse nerviosa de inmediato, odiaba esa pregunta, sólo por que aún no tenía respuesta alguna.-Pero sin presiones eh.

Comencé a prepararle los huevos y el tocino mientras lo pensaba, dios, siempre lo he visto como un amigo, pero por alguna razón todos ven que hay algo más entre nosotros. Miré a Rubén y le serví su desayuno en el plato, saqué el pan de la tostadora y lo puse a su lado.

-¿Queréis jugo o té?.-Rubén sonrió.

-Si tenéis de esos tés helados, esos por favor si no jugo.

-Si tengo, ten. -Dije acercándole uno de la nevera.-Ahora con respecto a tu pregunta.-Rubén levantó las cejas. -Sigue siendo igual que antes, salimos y todo, pero no nos hemos besado ni nada, sólo somos amigos.

-Mh, ¿Pero a ti te gusta Edd?. - Me sonrojé.

-N-no... Lo sé Rubén. - Dije bebiendo mi café.

-Yo diría que sí, se les nota, además que como amigos pasan demasiado tiempo juntos en esa calle extraña.

-Estás celoso por que paso más con él que contigo.-Dije sacándole la lengua.

-Puede ser, pero sigo creyendo que ustedes dos se gustan, lo quieras admitir o no.

-Mh.

-A ver, ¿qué sientes cuando lo ves?.

-Bueno, alegría y calma a la vez, es una sensación algo extraña pero buena.

-¿Y cuándo te toca?.-Rubén sonrió pícaro.

-Cuando me toca siento este choque eléctrico que me recorre de pies a cabeza.

-¿Cuándo te abraza?.

-Escalofríos en la espalda, en general soy un mar de sensaciones cuando estoy cerca de él.

-Te gusta el tío, deberías dejar de negarlo y comenzar a afrontarlo _________, Edd es impulsivo, pero le cuesta un montón pedir las cosas, así que si tú no das el primer paso tampoco lo dará él.

-Pero, yo no...-Rubén me interrumpió.

-No me vengas con que no lo conoces lo suficiente, llevan tres putos meses saliendo casi a diario y contándose secretos, lo conoces exactamente como él a ti, incluso mejor, dios, sabes hasta que tipo de café le gusta y cómo prepararlo, estaría odiándolo por quitarme a mi mejor amiga, pero he notado que hay algo más, algo que nos diferencia, tu lo quieres tanto o quizás mas que como él te quiere a ti, así que deja de engañarte y dile de una puta vez que te gusta.

Me dejó impactada, quizás si, quizás si me gustaba Eddisplay, comencé a rememorar todos aquellos pequeños momentos que hemos pasado juntos, cuando casi me besa en el auto, la manera en la que sentí como mi comisura hormigueaba deliciosamente, llevé mi mano a mi boca instintivamente, la manera en la que me hacía reír con sus caras extrañas, cuando hemos dormido juntos y me trae el desayuno a la cama, siempre tan atento, siempre ahí para mí. Él es uno de los pocos que saben de todo mi pasado, al igual que yo sé el suyo, es el único que se ha levantado a las 3 de la mañana sólo para venir a chequear si no hay algo extraño debajo de mi cama, él único que se ha quedado despierto por mí una noche entera cuidandome cuando estaba enferma. Cielos, quizás si me gusta Edd. No, no quizás, me gusta Edd.

-En tu momento de empanada lo he llamado y viene para acá, más te vale que le digas, o si no...- Lo miré impactada.

-Pero Rubén. -Iba a decir algo pero me interrumpió con un abrazo.

-No me interesa, me llamas a penas salga de tu apartamento, me lo agradecerás luego creeme.

Le devolví el abrazo y lo apreté hacia mí.

-Tengo miedo Rubén, ¿y si me rechaza?.-Lo miré con ojos grandes y expectantes.

-Aunque dudo que lo haga, me tienes a mi y a Mangel, Alex, Cheeto, Max, Stax, Vegueta, Willy, ¿Quieres que siga?.-Dijo divertido.

-No.- Sonreí. -Gracias por todo Rubén, te quiero grandote.- Me acurruque en su pecho y Rubén besó mi cabeza.

-Te quiero mucho más.- Justo cuando iba a abrir la puerta sonó mi citofono.

-¿Diga?.- Dije más nerviosa de lo común, las mariposas revoloteaban por mi estómago y la sonrisa de Rubén se agrandaba a cada segundo.

-El señor Travanka está abajo.

-Dígale que suba. -Dije temblando ya. Rubén me sonrió y me besó la frente.

-Suerte.-Dijo bajando por las escaleras.

I wanna be yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora