Capítulo 1: Start Again.

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Bueno, me presento, soy _______ Foster, vengo de una familia bastante adinerada, aunque a mi eso no me importe, soy la oveja negra de la familia y he vivido toda mi vida a la sombra de mis hermanos mayores. Pero, porfin tengo la oportunidad de largarme de aquí. Mi principal opción, Madrid.

Hoy comienza mi viaje, ya lo tengo todo fríamente calculado, tengo mi apartamento, mi pasaje de avión y las ganas de irme.

No necesito nada ni nadie más en el mundo. Empaqué todo, tenía ya algunos muebles allá, además de mi ropa y alguna que otra caja con discos y cosas personales.

Terminé mi mochila y mi maleta, para luego salir de mi habitación y encontrarme con mi padre frente a frente, casi se me cayó la boca al piso, nunca lo veía, siempre trabajaba o algo así. Él me abrazó y me dió un beso en la frente.

-¿Lista para Madrid pequeña saltamontes?.-Sonreí.

-Sí papi.- Oh no, lágrimas llegando en 3...2...1

-Te llevaré al aereopuerto, tranquila.- Me abrazó.- No sabes cuanto extrañaba esto.

Me "despedí" de mi madre y mi par de hermanos, para luego irme con mi padre al aeropuerto. El viaje fue tranquilo, relajado, de hecho, como su hija, fui la única que se parece a él, soy de tamaño promedio, pelo negro lacio y largo, tez algo pálida y ojos café claroscuro. Mi padre siempre me ha dicho que tengo una sorisa hermosa, pero la verdad no lo sé, no sonrío mucho, sólo cuando estoy con mi padre mas que nada.

Llegamos al aeropuerto, dejamos la maleta, y me dediqué al típico ajetreo de pasar por la máquina de los metales, esperar en la fila y blahs. Finalmente, llego mi momento de decir adiós, miré a mi padre con los ojos llorosos y el me abrazó.

-Intenta llamarme todos los días, te amo un montón pequeñita, sé que te irá genial y siempre estaré aquí.-Me besó la frente.- Vete.

Me fui por la puerta de embarque y al mirar atrás vi a mi padre sonreírme y mover la mano diciendo adiós. Subí lo más rápido posible al avión. Adiós LA, hola Madrid!. No quise un boleto de primera clase, por lo que iría con otras dos personas en mi viaje, tomé mi asiento y saqué mi ipod de inmediato. Cuando me iba a dormir llegaron mis acompañantes. Un chico moreno y un poco más alto que yo y un chico muy alto y delgado con una sonrisa gigante, me inspiraron confianza al instante.

-Hola muyaya.- Dijo el alto con un acento extraño pero chistoso.- Soy Rubén y el es mi mejor amigo Mangel.

-Mh, hola.- Improvisé una sonrisa.- Mi nombre es __________.- El chico sonrió.

-¿Tenéis algún apodo?.-Negué con la cabeza.- ¿Es enserio?

Rubén me miró como si fuera una criatura extraña, de hecho desde pequeña no fui a la escuela por eso mismo, siempre fui el "bicho raro", usaba lentes ópticos y frenos, además de que siempre mi hermana mayor se encargaba de decirle a toda la escuela rumores para que no se acercarán a mi, y creo que llegó a pagarle a algunos chicos para que no se me acercaran. Todo por que siempre fui la favorita de papá, no es que fuera mimada ni mucho menos, pero siempre fui la más pequeña y humilde de los tres, mis notas siempre fueron buenas, y además siempre fui callada, nunca reclamé ni pedí nada, a excepción de mis hermanos.

-¿Puedo ponerte uno?.- Me sorprendió eso, a decir verdad se veía bastante adorable.

-Ehm, si, si quieres.-Dije algo nerviosa.

-Por el momento serás la pequeña.-Sonrió ampliamente.- Es que eres una monada.-Me apretó un cachete y me sonrojé.

El viaje fue divertido, Rubén me hizo reír al menos la mitad del viaje, el resto me fue mostrando sus vídeos, así se siente tener amigos, me sentía llena y feliz, como si nada me faltara. Mangel no habló mucho, pero le agarré cariño igualmente ya que ayudaba a Rubén en todas sus estupídeces. El vuelo fue corto, Rubén o Rubius, como lo llaman sus amigos se ofreció a llevarme al apartamento.

I wanna be yours.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora