Lo Que Mi Amante Me Robó (Novela Terminada)

Capitulo 66

-Eduardo: Juguemos entonces

Empieza la jugada y cada vez se pone más interesante es intenso

-Erika: Voy ganando, ya rindete

-Eduardo: El juego aún no ha acabado

-Erika: No vale trampas he

-Eduardo: Por supuesto que no

Mientras jugaban iban bebiendo vino, pasaron los minutos y Erika decide poner pausa al juego

-Erika: Momento

-Eduardo: ¿Pasa algo?

-Erika: Si yo gano quiero que me hagas un baile

-Eduardo: Esta bien

Continuaban la jugada y sin percatarse ya había pasado una hora

-Eduardo: Ya son las 10:00

-Erika: ¿Acaso tienes miedo de perder?

-Eduardo: Para nada, sigamos

La jugada cada vez se ponía difícil y apesar que Erika iba ganando nada estaba dicho, al cabo de unos minutos

-Eduardo: Gane

Erika se queda asombrada

-Eduardo: Ahora me debes una noche de placer

-Erika: No sé si deba

-Eduardo: Dijiste que no te ibas a arrepentir

-Erika: Está bien, ¿Pero ahora?

-Eduardo: Si ahora, muero por estar contigo

Erika y Eduardo bajan a la recámara y ya en ella

-Erika: Eduardo no estoy muy segura de esto

-Eduardo: Solo déjate llevar

-Erika: Estoy nerviosa

-Eduardo: Tranquila la pasaremos bien

Erika lo mira y le regala una sonrisa

-Erika: No sé por qué pero tus palabras me dan calma

Eduardo apaga la luz pero entre abre una ventana para que llegue la luz de la luna, se acerca a Erika y empieza a besarla lentamente, Erika se sentía un poco nerviosa pero con cada beso iba dejando poco a poco de lado sus nervios

-Eduardo: Tranquila yo te cuido (susurró)

Eduardo la toma de la cintura y lentamente la lleva hacia la cama, Erika sentía que estaba en otro mundo y aunque por un momento dudo ella logró dejarse llevar

-Erika: Me haces feliz

Eduardo empieza a besar su labios mientras que ella gemía suavemente, él lentamente con sus manos acariciaba su cuerpo, ella lo miraba y se sentía segura sin importar nada, la noche lo encuentra y la luna era el único testigo de su amor, en eso Eduardo empieza a desabrochar su blusa ella lo mira con un poco de temor sin embargo sin embargo ella también le desabrochó la camisa, Eduardo le mira sus pechos y descide desabrochar su sostén y empieza a besarla, ella se apresura en desabrochar su pantalón, pero se le hacía un poco complicado

-Erika: Eduardo ayúdame (gimió)

Eduardo se desabrocha el pantalón y el de ella.
Ella al tener su cuerpo junto a él sentía como su piel ardía en pasión, su garganta se envenenaba la lujuria los alcanzó, él era delicado y a la vez ardiente, ella mordía y besaba cada parte de su piel, en eso Eduardo la penetra y ella arquea su cuerpo de placer, Eduardo la levanta de la cama y la apega contra la pared mientras la tenía cargada, Erika no paraba de devorar sus labios. (ambos olvidaron absolutamente todo, solo importaban los dos y no había nada ni nadie que arruinara ese momento tan mágico) Eduardo la regresa a la cama y ella sentía su vientre arder de pasión, mientras que Eduardo la penetraba, en ese momento Erika se para lo lleva hacia la ventana y le toca su pene dándole un leve masaje, Eduardo al sentir esto suelta un gemido y eso hace que Erika quiera devorar sus labios, él con una mano la sostenía mientras con la otra tocaba su cuerpo, Erika llena de placer gemía suavemente