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Abril;

Era mi fiesta número veintisiete de cumpleaños, estaba algo contenta, puesto que extrañaba ciertamente demasiado a mi esposo.

Por suerte no tardaba en llegar, él me lo había dicho y esperaba que fuera así. Bueno, no tengo que dudar de él porque no suele mentirme, pero soy algo impaciente.

Miré mi reloj una vez más, era bastante tarde, ya el cielo estaba oscuro y solo por el ruido podía deducir que llovía.

Mi madre, quien se encontraba en la fiesta, me ofreció una pequeña sonrisa tranquilizadora, a lo que yo traté de sonreír.

Bueno, me estaba concentrando mucho en la llegada de mi esposo, y es que extrañaba su presencia, puesto que él no hacía más que trabajar y trabajar, me cansa muchas veces, pero bueno, me he tenido que acostumbrar. Como fuera, a mamá tampoco la veía hace mucho tiempo y no estaba valorando su presencia por estar esperando a Edgar.

Me levanté de la mesa y me acerqué a mi mamá para darle un abrazo, ella vino desde el pueblo solo para celebrar mi cumpleaños. Pueblo en el cual vivía yo antes de ser desposada por Edgar Cano, un hombre con un futuro prometedor y además bastante romántico.

Bueno, lo romántico se le ha pasado un poco con los años, aunque sigue trayéndome rosas y baila excelente el tango.

Mi vida nunca fue muy interesante antes de él, y tampoco es que lo sea ahora, vivo la típica vida de una mujer casada que es amante de cuidar su hogar. Más que eso no hago más que pintar, a Edgar le encantan mis pinturas.

—Gracias por venir, mamá. —Le dije con una sonrisa.

Ella negó con la cabeza, mientras en su rostro permanecía esa sonrisa cálida que siempre ha tenido.

—No me lo agradezcas..

—¿Tarda mucho el señor Cano? —Preguntaron a mi lado.

Me di vuelta y miré a un amigo de mi esposo, eran un tanto cercanos pero no entendía porque asistía a mi cumpleaños. Bueno, si entendía el por qué, más bien no estaba de acuerdo.

Tuve que acostumbrarme a un estilo de vida muy distinto al mío al casarme con Edgar.

—Creo que no, es solo que..

Mis palabras se vieron interrumpidas cuando la puerta de la casa se abrió de forma ruidosa, haciendo que todos miráramos en dirección a esta.

Vi como entonces mi querido Edgar entró a la casa cubriéndose con una chaqueta que alzaba dejándola poco más arriba de su cabeza. Sonreí al verlo, no pudo cubrirse bien, puesto que su ropa estaba notoriamente mojada, al igual que su cabello negro.

Mi ceño se frunció al ver que tras de él entró otro hombre cubriéndose de la misma forma, pero más empapado que mi marido.

Miré su cabello rubio oscuro y sus ojos celestes, que provocaron que algo dentro de mi se revolviera.






Mi primera fic del wosi, de hecho, de otro rapero. Espero les guste<3

lowstarTR

Way ; WOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora