Abril;
Edgar había salido temprano, desconocía el lugar o la razón. Sin embargo, no era algo que me interesara mucho. Debía ser algo del trabajo.
Me dediqué en la mañana a limpiar la casa. Siempre me despierto temprano, y no tengo mucho que hacer. Así que luego de dejar la casa reluciente, me bañé y organicé.
Con organizar me refiero a ponerme un pantalón bota campana marrón y una camisa ancha. Es la ropa que normalmente uso para pintar.
De resto la mayoría de mi ropa es muy elegante, porque normalmente cuando salgo con Edgar es a cenas especiales o a galas.
—Buenos días. —Dijo Valentín saliendo de su habitación.
Me sorprendí al verlo ya organizado.
—Creí que seguías durmiendo. —Dije y él rió levemente. —Buenos días. —Corregí al darme cuenta que no lo había ni saludado.
—Son las diez, ya está tarde. —Dijo él y asentí.
Considerando que era una persona que trabajaba, era de pensar que su disciplina no le permitiría estar a más de las diez tirado en la cama.
—¿Puedo ayudarte en algo? —Cuestionó.
—¿En algo como qué? —Pregunté arqueando una ceja.
—En algo del hogar. —Dijo él mirándome a los ojos.
—Ya organicé todo. —Sonreí y él alzó ambas cejas.
—Me levanté tarde, entonces. —Dijo él y yo negué.
—No me habría permitido que me ayudaras de todas formas. —Dije y él mordió su labio inferior.
Desvié mi mirada al sentir un conjunto de malos pensamientos en mi cabeza.
¡Estás casada, Abril!
—Entonces, ¿cuál es tu siguiente programación? —Preguntó. —O ahora podés tirarte a la cama.
—Bueno, tengo que dejar el almuerzo listo e ir al estudio. —Dije y él arrugó un poco el ceño.
—¿El estudio? —Preguntó. —¿De qué?
—Me gusta pintar. —Dije y él sonrió. —¿Querés subir al estudio conmigo luego?
Voy a seguir actualizando aquí<3