Capítulo 3: el príncipe sobre hielo, Yuuri.

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Capítulo 3: el príncipe sobre hielo, Yuuri.


Cuando el clan Kamijou se enteró del segundo embarazo de la cabeza de la família todo el hogar se inundó de felicidad. Los mellizos no paraban de contar los segundos para conocer a su nuevo hermanito y siempre acosaban a su madre con miles de preguntas, incluida la clásica de cómo se hacen los bebes. Al dar a luz Sunmi sintió la misma emoción, como si fuera la primera vez. Nació un hermoso bebé de dos kilos y medio al que llamaron Yuuri, casi ni tenía pelo pero se asomaban algunas hebras negras (como el cabello de la madre de Sunmi) y unos grandes ojos cobrizos que le miraban con devoción. Nuevamente Sunmi sintió el orgullo de ser madre. A diferencia de los otros que eran más menuditos al nacer, Yuuri era un bebé más rellenito lo cual ganó toda la atención de la gente de la casa. Cuando empezó a desarrollarse no quedó dudas de que había nacido otro magnífico omega, aún sin saber su segundo generó.

5 años

Como casi todos los sábados era usual recibir visitas en la casa Kamijou, este día no sería la excepción. Alrededor de las 5 de la tarde se hizo presente nada más ni nada menos que el mismísimo cabeza del clan Asami. Aquel hombre un poco entrado en edad era un íntimo amigo de la família, casi como un padre para Sunmi y un abuelo para los niños. Llegó al hogar todo alegre y sonriente con 2 enormes bolsas de una pastelería muy famosa.

-Es una alegría tenerlo en casa señor Asami- dijo Minako, tan cortés y recta como siempre, haciendo una reverencia.

-Señorita Minako no hace falta ser tan formal conmigo- dijo el señor Asami con una sonrisa.

-Mi jefa lo espera en la cocina- dijo Minako sin cambiar su postura, y el señor Asami río pues sabía que era inquebrantable la rectitud de aquella mujer que sin duda era de temer.

Caminaron por el extenso pasillo que él ya conocía de memoria, aquel lugar era ya como su segundo hogar y se sentía a gusto allí. Ingreso a la amplia cocina donde diviso a Sunmi apoyada en la mesada mientras veía a sus tres hermosos niños. El menor de los mellizos y el hijo menor estaban haciendo dibujos en el suelo, mientras el mayor de los tres estaba un poco más alejado leyendo un libro un tanto serio para su edad (había reconocido aquel libro con solo ver la tapa). Se asomó lentamente al grupo de niños bajo la atenta mirada de la mujer quien sonreír divertida, dejando al pasar, sobre la mesada, las bolsas. Se puso en cuclillas al lado del castaño mayor.

-¿Está muy bueno ese libro?- preguntó el señor Asami curioso.

-Si, se trata de un asesinato- dijo Hiroki sin despegar sus ojos del libro.

-Yo lo leí cuando estaba en secundaria- dijo el señor Asami orgulloso.

Al decir esas palabras el niño se giró para mirarlo interesado. Grande fue su sorpresa al reconocer aquel rostro tan familiar.

-Asami- susurro Hiroki asombrado sintiendo que los colores teñían su cara de un adorable rosado.

Al oír ese nombre los otros dos niños soltaron los lápices y se voltearon a mirarle, sonrieron ampliamente y sin dudarlo el más pequeño se levantó y corrió para arrojarse a los brazos de aquel alfa quien con mucho cariño lo recibió en un fuerte abrazo de oso.

-Hola Yuuri, hoy estás muy animado- dijo el señor Asami encantado con la dulzura del niño. Luego miró a los otros niños y les dio una sonrisa radiante, que al menor de los mellizos lo hizo sonreír y al mayor lo puso rojo como un tómate- Misaki- miro al de ojos verde- Hiroki- miro los ojos avellana- hola pequeños, los he extrañado mucho.

-Hola Asami, gracias por cumplir tu promesa y venir a vernos- dijo Misaki feliz.

-Hola- respondió Hiroki tratando de parecer rudo y desviando la mirada.

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