ESPECIAL: Y recuerdo la magia. . ., y la electricidad.

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Nota de autor: Este capítulo es un especial que salió de la nada, es corto, sobre una pareja que aún no aparece como se debe, pero que lo hará. Lamento la tardansa al actualizar, tuve varios inconvenientes y problemas, además de un bloqueo de escritor. Sin mas que decir, mis queridos girasoles, espero que este especial les guste tanto como a mí me gustó hacerlo.  Está narrado de forma diferente a como se vienen narrando los punto de vista de Mingyu y Wonu.

Este capítulo se narra desde el punto de vista de JeongHan.

¡Subiré el siguiente capítulo pronto! Se los debo por hacerlos esperar. Y bueno, sin más preámbulos, ¡qué lo disfruten! Gracias por acompañarme, girasoles. <3


* * *



Junté mis manos sobre mi regazo, mis ojos solo concentrados en la pizarra, aunque realmente no estaba prestando atención. A mi lado, Seungcheol anotaba y resumía, sabía que luego podría contar con sus anotaciones y esa mierda. Él era bastante inteligente, al menos le iba mejor que a mí en esta clase. Bostecé.

Realmente el profesor Chung me aburría demasiado, con todos sus fundamentos de variables complejas, sobre cómo obtener el conjugado de un número complejo. Bostecé una segunda vez, esa fue la llamada de atención que necesitó el profesor para mandarme a comer mierda. Bueno, no literal, porque era un profesor, aunque estoy bastante seguro de que eso era lo que quería decir realmente. Lo vi en sus ojos.

Sin pensarlo mucho, salí de la clase tediosa, no sin antes despedirme de mi novio como Dios mandaba. Le comí la boca, claro está. Por supuesto, el profesor vociferó que me haría reprobar su materia, y a eso le siguió el estallido de silbidos en conjunto con el aliento de mis compañeros. Los saludé a todos como si fuera el presidente de clase, con mi mano alzada y zarandeando de un lado a otro, tirándoles besos. Miré de reojo a Cheolie, por supuesto que estaba sonrojado y sonriendo como un idiota, Yoon JeongHan causaba ese efecto en sus novios. Sonreí, porque la sonrisa de Choi SeungCheol era tan adorable y hermosa con sus hoyuelos, además de lo que su presencia le hacía a mi ego.

Estar en pareja con él fue bueno en muchos sentidos, por eso sabía que yo era un hijo de perra.

Lo único que hice desde que supe que Wonwoo se mudaría con el futuro marido de mi ex novio, fue pensar en él. En su sonrisa, en cómo camina, la expresión de su rostro cuando duerme, cómo lucen sus ojos cuando sonríe o cuando algo le excita. Todo lo que hice fue revivir el cómo su cabello se sentía en mis dedos, su piel bajo mis yemas. Las heridas viejas que no sanaron, los ceños fruncidos que siempre tengo cada vez que pienso en él. La manera en la que mi corazón se estruja en mi pecho.

Como si el alma me doliera.

Suspiré y saqué mi paquete de cigarrillos junto con el encendedor, dejé uno en mis labios mientras guardaba la cajita en el bolsillo de mis pantalones. Lo encendí al tiempo en que la lluvia comenzaba a caer, por cómo estaba el cielo parecería que iba a ser torrencial.

Le había prometido a Cheol que no fumaría más.

Al carajo con las promesas.

— Me dijiste que no volverías a hacerlo.

Me congelé, mirando como la lluvia seguía cayendo. Di una calada y lo sostuve entre mis dedos, sin mirarlo.

— Dije que prometía intentarlo. —Cosa que no era mentira, no del todo al menos. Le di otra calada antes de mirarlo esta vez, entonces le sonreí—. ¿Te dije ya lo bien que te ves con esa sudadera?

SeungCheol negó varias veces, sin mirarme, ¿qué podía decir? Él sabía bien que a mí no me gustaba complacer a nadie, que no me gustaba que me pusieran en una situación donde no tenga ni pueda decepcionar a nadie. Que, si los demás lo hacían y se llevaban un chasco, no era mi culpa.

Aunque tengo que admitir que ver ese ceño fruncido en conjunto con la cara de culo que había puesto, me dejaban intranquilo. Por eso fue que enredé mis brazos alrededor de su cuello y comencé a besarlo.

— Es solo uno... —susurré a su oído, antes de dejar un camino de besos por su mandíbula hasta su boca. Tiré el cigarro al suelo, lejos de nosotros para que lo apagara la lluvia—, Chung me estresa y lo sabes, necesito pasar su clase.

Él colocó sus brazos rodeando mi cadera y me miró con molestia, vaya que se había puesto chinchudo. — Si no lo molestaras cada que tiene su clase, si prestaras atención. . .

Pero no lo dejé continuar. Lo besé porque sus labios eran demasiado bonitos como para gastarlos en darme sermones, debían ser gastados de otra manera. Maneras mucho más. . . estimulantes.

Él finalmente se alejó un poco, entonces yo le di un puchero porque quería seguir besándolo y me reí.

— ¿Crees que dejarás de sonrojarte alguna vez?

Él fingió que se molestó. —No creo poder si siempre me besas en lugares públicos.

Chasqueé mi lengua, y me alejé de él justo cuando todos empezaban a salir de sus recesos. Tomé su mano y entrelacé nuestros dedos.

— Deja de sonar como si yo quisiera que me folles cada vez que me miras. —Sonreí con maldad y lo miré—. ¿O quieres que yo lo haga?

Cheolie estaba tan rojo como un tomate. —Por Dios, Jeonghan. Cuando estemos solos me las cobraré.

Algunos estudiantes que habían escuchado la conversación nos miraban y otros silbaron.

— Hazme saber si tengo que llevar tu juguete favorito. —Le di una palmada en una de sus nalgas, a lo que él quedó en shock, y antes de que pudiera reaccionar yo le di un guiño, para alejarme rápidamente.

Con mi sonrisa abarcando todo mi rostro, mi mano feliz de salirse con la suya y mi pronta dicha de tener un chupetín en mi boca, caminé a mi siguiente clase. 



* * * 

¡Recuerden, siguiente capítulo pronto! Habrá más especiales como estos, y quizás algunos shots inspirados en las parejas secundarias del libro. Sigo trabajando en eso, pronto les daré más noticias. 

Recuerden cuidarse, por favor. Y no olviden votar, también comenten qué les parece la idea de algunos one o two shots sobre las parejas que pronto irán apareciendo. 

Cuidense, sunflowers. <3


We Can't Be Friends [Hermanos Kim #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora