Una pequeña vista a la tentación.

55 9 5
                                    







Los ojos de MinGyu se encontraban trabados mirando a la persona completamente desnuda que tenía frente a él, su piel era blanquecina y que daba la sensación, con solo verla, de que era como tocar algodón. Muslos firmes, pantorrillas marcadas, bíceps trabajados y un abdomen que dejaba ver aquellos abdominales finamente marcados.

El chico era esbelto. Quizás mucho más que eso.

Quizás demasiado hermoso para el cerebro de MinGyu, que aún seguía sin funcionar correctamente.

El primero en moverse de los dos fue Wonwoo, le dijo que era un pervertido por quedarse viendo, le pidió que se diera la vuelta y eso hizo. Miró fijamente a la pared hasta que escuchó un portazo, aquel que indicaba que el chico estaba finalmente dentro de su habitación. MinGyu incluso había notado cómo el sonrojo recorría su cuerpo, ¿qué diablos le pasaba? Se cacheteó a sí mismo y volvió de nuevo a su máquina de escribir.

Aprovecharía el silencio de la noche para la producción de un nuevo disco en el que tendría que trabajar con un reciente Idol, este era su segundo mini álbum, no era su segundo trabajo había hecho canciones para muchos artistas y hasta algunos OST para los dramas. La firma Kim estaba en algunos muchos singles y temas populares.

Se sentía orgulloso de su trabajo, quería dar lo mejor de sí, solo que ahora algo se lo impedía. La imagen visual de aquel chico le aparecía en la mente cada vez que intentaba siquiera escribir algo, frustrado como se encontraba, él miró hacia la puerta de la habitación de su nuevo compañero y lo maldijo en tres idiomas diferentes. Sus padres habían sido muy estrictos con la educación de él y sus hermanos en la infancia, de ahí que supiera hablar dos idiomas más.

Aún más frustrado, él se levantó y caminó hacia su cuarto, miró con resentimiento la puerta del chico una vez más, para después encerrarse en el suyo y descansar. Le costó bastante, apagar su mente y sacar aquella imagen de su cabeza no fue fácil, su consciente se negaba aceptar lo que pasaba en ese momento. Dando un bufido como muestra de su claro desagrado, volteó para ver hacia la pared fijamente hasta dormirse.

En sus sueños, la imagen volvió a presentarse, solo que de manera más sexual. Así fue como se halló en medio de la noche, sudando, agitado, excitado y sintiendo mucho calor. Tuvo que tomar una ducha fría para poder acostarse nuevamente. No pudo creer que esto le estuviera pasando, estaba a un mes y medio de casarse y estaba teniendo sueños eróticos con alguien que a penas conocía. ¡Una barbaridad!

Se negaba a aceptarlo.

El olor a café fue lo primero que sintió al despertarse, él olfateaba el aire mientras se desperezaba sentado en la cama. Las sábanas se ceñían a su cintura desnuda como lo estaba todo su torso, al levantarse, y luego de vestirse, tomó su computador portátil y lo llevó a la cocina.

Wonwoo apareció en su rango de visión, él estaba meneando sus caderas al ritmo de nada. A pesar de ser nada para él, para Wonwoo parecía ser una canción perfectamente bailable, de hecho, al menor le sorprendía la manera en la que se estaba moviendo. Una pequeña sonrisa inconsciente se formó en sus labios al mirarlo, esperando por el momento exacto en que se diera cuenta de que tenía espectadores.

Ese momento llegó al siguiente segundo, Wonwoo se dio la vuelta y casi tira el café del susto que se pegó, lo que a él le hizo reír.

— ¡Demonios! —Soltó la taza de café en el mesón y se apresuró a poner su mano bajo agua fría.

We Can't Be Friends [Hermanos Kim #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora