Capitulo 11

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Pov Catalina

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Pov Catalina

Estaba en un profundo y feliz sueño cuando siento un fuerte ruido en mi ventana, dejándome sentada debido al susto, me levanté rápidamente para acerccarme hacia la ventana y me sorprendí completamente.

—¿Que rayos?— abrí la ventana.— Espero que tengas una buena razón para esto Damon—Él entra a mi habitación.

—Claro que la tengo.—parecía preocupado.

—¿No pudiste esperar? ¿O tocar la puerta? Son casi las 5 de la mañana.— miré la hora en mi celular.

—Stefan no está, se fue y no sé a donde.

—¿Qué?.- llevé las manos a mi cabeza.— ¡¡Damon casi lo lográbamos!!

—Lo sé, pero mira.— me enseñó el anillo de Stefan.— Creo que mi hermanito planea algo.

—Ya casi amanece,  si el sol lo alcanza allá afuera...- no era necesario terminar la frase, ambos sabíamos lo que pasaría.

—Debemos movernos rápido,  ponte algo y vámonos.-  cambié mi pijama y me puse lo primero que encontré,  luego nos fuimos en el auto de Damon.


Ya en el auto

—Debemos separarnos si queremos encontrar a Stefan rápido.—Damon detiene su auto.

—Bien, buscaré por los bosques del sector, tu sigue buscando en tu auto, llámame si lo encuentras.—dije para luego salir corriendo en dirección al bosque.

Luego de dar varias vueltas sin tener resultado alguno, llegué hasta el puente Wickery y me apoyé en la orilla. Hasta que de repente algo llamó mi atención.

—Dejen de seguirme, ya paren de buscarme.—Era Stefan, se veía diferente.

—¿Por qué dejaste tu anillo?—me acerqué a él.—¿Quieres morir?

—Si, está volviendo, la humanidad,  me está consumiendo y casi no puedo resistirme a ella y si la dejo entrar no soportaré el dolor.

—Deja entrar ese dolor, te ayudaremos a superarlo Stefan, por favor, ven conmigo,  hazlo por tu hermano. ¡El sol está por salir! —realmente estaba desesperada, ya no sabía que hacer para convencer a Stefan, el sol se comenzaba a asomar y el menor de los Salvatore no parecía ceder.

Vi como su piel comenzaba a quemarse.

—¡Stefan!! No lo hagas!— tomé la cara del vampiro mientras se quejaba de dolor. En eso cae al suelo y me arrodillo junto a su cuerpo.— ¡Noo!

—Estará bien, ponle su anillo y ayúdame a meterlo al auto.— Un inexpresivo Damon aparece de la nada y yo suspiro de alivio al ver que solo había caído por los dardos con verbena.

Belleza oscura | Damon Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora