Capítulo 8: Nunca más...Nunca

2.3K 136 73
                                    

Hola!!! hoy les traigo el último capítulo de esta linda historia, fue la primera vez que compartí algo de esta manera y pronto estaré escribiendo una nueva. Espero que les haya gustado y lo hayan disfrutado tanto como yo :) abrazos infinitos para ustedes!

Los cuatro meses comenzaron a transcurrir rápidamente, Terry había vuelto nuevamente al teatro y retomaba un protagónico. El estreno de la obra fue todo un éxito debido a que la estrella de Broadway había vuelto y el público asistía emocionado para verlo actuar.

Eleanor también comenzó los ensayos para la obra que requería de su presencia, durante ese tiempo, su amado iba a recogerla cada noche y cenaban juntos. Albert había decidido quedarse por tiempo indefinido en Nueva York y Eleanor lo había convencido de llevar a la tía abuela también a la ciudad, pues quería conocerla mejor. Cuando esto sucedió, el rubio se encargó de rentar una casa modesta en la cual podría estar Elroy cómodamente para que viviera con Candy hasta la fecha de la boda. Por supuesto que Albert también tenía su propia habitación en esa pequeña casa, pero no faltaban las pequeñas escapadas que tenía en alguna ocasión para quedarse a dormir con Eleanor, tan solo se excusaba con diferentes razones que incluían "negocios" y aunque la tía abuela sospechó más de una vez acerca de sus verdaderas acciones, prefirió callar, pues estaba más pendiente de comenzar los preparativos para la boda con Candy y se entretenía.

Patty, la buena amiga de la pecosa, también decidió arribar a Nueva York ya que había recibido una carta en la que se le informó que tenía que estar presente para la ceremonia tan importante. Annie tampoco fue la excepción, tan pronto como pudo emprendió el viaje junto a su pequeño Stear, quien se quedaba al cuidado de la tía abuela de vez en cuando, sobre todo cuando se trataba de ir a ver el vestido.

-Annie, Patty – dijo la voz de Candy desde el interior del vestidor - ¿qué opinan?

Ella salió de detrás del biombo y lució la prenda ante sus amigas para que la vieran a detalle, dio una vuelta sobre sus propios talones con mucho cuidado y se miraba a sí misma en el gran espejo que había al lado suyo.

-Está lindo – dijo Patty – aunque...

-No Candy, creo que esta parte – se acercó hacia su amiga para tocar la tela por la parte de los hombros – está de más y no dejará que luzcas el collar ni los pendientes que uses ese día

-Pero... - miró a su amiga Patty, quien le asintió con la cabeza dándole la razón a su otra amiga

-Creí que esto no sería tan difícil – suspiró con resignación

-Ya te lo dije Candy, es sumamente importante que escojas el vestido adecuado

-Lo usaré una sola vez en mi vida

-Por supuesto, no podrías usar el mismo vestido por segunda vez, a excepción de que te cases otra vez – le bromeó y Patty tan solo ahogó una carcajada

-¡Annie! – se quejó la rubia – no digas eso

-Lo sé, lo sé – paró de reír – sé que estás enamoradísima de Terry

-Y él de ti – agregó la castaña

-¿Lo creen? – preguntó Candy sonrojándose un poco

-Claro que sí – dijeron las otras dos al unísono

-Candy – dijo Annie en un susurro – y ustedes... ¿ya se besaron?

La pecosa se sonrojó esta vez hasta las orejas y asintió con timidez, sus amigas se le acercaron como si hablaran de un emocionante secreto.

-¿Y solo eso? – preguntó Patty curiosa

-¿Qué más creen que pasó? ¿Ustedes tuvieron más que besos con sus esposos antes de casarse?

La vida sin tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora