𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑

XII

𝐑𝐄𝐅𝐎𝐑𝐙𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐀 𝐀𝐌𝐈𝐒𝐓𝐀𝐃
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Una hora después de llegar a casa, Niall tocó su puerta. Obviamente lo dejó entrar y en ese momento ambos estaban acostados en la cama de dos plazas de Harry.

—Lo que Louis dijo fue una mierda —comentó el rubio. Música estaba sonando desde su celular, que en ese momento estaba en el piso junto a la cana.

—Sí, pero en parte tiene razón —suspiró y pasó una mano por su cabeza—, soy tan imbécil por creer que nuestra amistad duraría para siempre.

Niall se apoyó en un brazo y lo miró con el ceño fruncido.

—¿Qué quieres decir?

—¿No es obvio? En algún momento dejaremos de ser amigos y tendremos nuestras propias vidas —le devolvió la mirada—, llegará el día en que nos sentaremos juntos en el almuerzo por última vez y no lo sabremos, o la...

Harry se calló cuando Niall lo besó. Primeró abrió los ojos en grande pero después, cuando sintió que se quería separar, llevó las manos a su nuca para profundizarlo y cerró los ojos.

No sabía qué estaba haciendo, nunca había visto a Niall como algo más que un amigo, pero la idea de besarlo no lo incomodaba. Tampoco sabía que a Niall le gustaban los chicos porque él siempre tuvo parejas mujeres.

Niall puso una mano en su mejilla al tiempo que Harry se separaba de él, un poco agitado por la falta de aire.

—¿Y eso? —preguntó, mirándolo a los ojos.

—Cuando Louis te llevó por primera vez al departamento, quería que me follaras —ambos rieron—, y tuve un pequeño crush contigo durante un mes más o menos, pero después nos hicimos amigos y te vi sólo como eso —se hundió de hombros—, no lo sé, supongo que besarte era una especie de sueño frustrado, mejor hacerlo ahora antes de que dejemos de ser amigos, ¿no?

Harry resopló y negó con la cabeza.

—Buena forma de reforzar la amistad... No sabía que te gustaban los chicos.

—Solo de forma sexual, no te emociones tanto —alzó las cejas y el rizado sonrió.

Harry planeaba decir algo pero tocaron la puerta. Con algo de fiaca se paró y fue a abrir. Louis estaba allí, con una mochila y cara de cahorro abandonado.

—Hola... —dijo el castaño, con la cabeza gacha. Harry cerró la puerta tras de él y se paró frente a Louis—, um, ¿puedo pasar y hablar contigo?

—Ya hablamos mucho en el Mac hoy, ¿no? —él realmente no quiso sonar así de grosero, pero eso le salió.

—Pero quiero disculparme.

—¿Disculparte por qué?, después de todo tenías razón, no seremos adolescentes para siempre y llegará un momento en que dejaremos de ser amigos —se hundió de hombros y apoyó contra la puerta—, al igual que eso del primer y tercer viernes del mes —soltó una risa sin humor—, era obvio que iban a terminar en algún momento.

—No quiero que terminen —se apresuró a decir—, quiero pasar esta noche contigo, traje un par de cosas y... Harry, te extraño, extraño a mi mejor amigo.

—No sé, Niall está aquí, no quiero echarlo...

Harry casi se cayó cuando abrieron la puerta, de no ser porque Louis lo agarró de la cintura.

—Buen tiempo contigo, Harold, pero Bram me invitó a un bar, así que adiós, ¡adiós Tommo! —una vez que estuvo detrás de Louis, le guiñó un ojo y luego se fue rápidamente por el pasillo.

Resopló y negó con la cabeza al tiempo que Louis volvía a hablar.

—¿Problema resuelto?

( . . . )

—No debí decirte lo que dije —Louis dejó una botella de cerveza en la heladera y luego abrió el freezer en busca de hielo—, no estuvo bien, mucho menos ignorarlos y olvidar los viernes —en una jarra puso bastante hielo, vodka y jugo de naranja. Lo mezcló un poco con una cuchara y lo probó, todo esto con Harry sirviendo papitas en una pequeña fuente—, realmente no quería “abandonarte” o hacerte sentir menos al lado de Eleanor, así que, um... eso, lo siento.

Harry se dio vuelta y se asustó un poco al ver lo cerca que Louis se había parado.

—Sí, lo entiendo, supongo que también pido perdón por haber llamado estúpida a Eleanor —se hundió de hombros y llevó las cosas a la mesa ratonera frente al sofá.

Ambos se miraron unos segundos y Louis se acercó a él para abrazar su cintura y esconder la cara en su cuello. Harry se tensó al tener la boca de Louis apoyada ahí pero devolvió el abrazo, tratando de controlar su respiración.

—Te quiero, Hazz —murmuró.

—También te quiero, Lou.

Disfruten mientras puedan, por ahí dicen que siempre hay calma antes de la tormenta ;)