Pepper: Orfanato.
Casi reí al ver la cara de Tony, era una mezcla de amor, curiosidad, asombro y felicidad.
Enseguida camino para quedarse al lado del niño, que lo miraba fijamente. Ladeó su cabeza al ver cómo Tony se acercaba a él, confundido.
- Hola Pet, soy Tony y ella es Pepper ¿Cómo estás?- habló con cariño adornando sus palabras, ganándose una leve sonrisa del menor que lo vio esperanzado y luego soltó una risita.
- Yo sé quiénes son: Tony Stark, el genio y Pepper Potts, la CEO de las empresas del señor Stark.- hablo su suave voz. Miré impresionada al niño y luego observé a Tony, que solo ensanchó su sonrisa soltando una carcajada graciosa.
- Así que eres... ¿Una especie de pequeño genio?- preguntó con gracia y verdadera curiosidad, ganándose una risita del infante.
- Decir que lo soy sería demasiado egocéntrico, solo estudio cosas que me llaman la atención. Aunque lo que más me gusta es la robótica.- confesó el pequeño, haciendo que los ojos de Tony brillen de una manera casi infantil, era pura emoción.
- Creo que ya tenemos un ganador.- comentó contenta la directora, haciendo que Tony asienta repetidas veces como un niño y yo solo pude asentir con una enorme sonrisa en mi rostro. - Bien, entonces iremos nuevamente al despacho para llenar algunos papeles. Pueden buscarlo en unos días, arreglaré todo con su abogado, señor Stark.- y así los tres nos encaminamos a la dirección nuevamente, no sin antes saludar efusivamente al pequeño Peter que nos veía divertido.
[...]
Los días habían pasado inusualmente lento, aunque lo atribuía a la desesperación y a las ansias de tener al pequeño genio con nosotros.
Según nos informó la directora, Pet había tomado la noticia de maravilla y hasta había llorado de emoción. Era obvio que el pequeño tenía cierto fanatismo y respeto por Tony.
Ambos, mi esposo y yo, subimos a uno de los tantos autos de su colección, el más discreto que tenía y nos dirigimos al establecimiento para poder recoger al pequeño que, desde ahora, sería nuestro hijo.
La sonrisa no parecía querer desaparecer de mi cara y mucho menos de la de Tony. El mayor genia una sonrisa brillante en su rostro, acompañada de un brillo de emoción en sus ojos y se notaba un poco nervioso.
Tomé su mano al bajar del auto y nos dirigimos al encuentro de aquel pequeño.
La directora nos guío a través de los pasillos, nuevamente hacia la habitación de Pet. Al llegar, el pequeño estaba terminando de guardar sus cosas en las maletas para poder irnos.- Hola, Pet ¿Cómo estás? Pequeño.- preguntó dulzón Tony mientras revolvía los castaños bucles del menor, tan parecidos a los suyos. Una risita contenta del menor sonó tiernamente.
- Hola, señor Stark, señorita Potts. Estoy realmente feliz, gracias por elegirme.- contestó el niño, sonriendo dulcemente. Sentí mis ojos aguarse y avance hacia él, dándole un pequeño beso en la frente. El niño me miraba algo preocupado.
- Gracias a ti por aceptarnos como tu familia, Pet.- susurré dulcemente, haciendo que él sonría con un pequeño rubor en sus mejillas.
Los tres terminamos de hacer las maletas entre charlas de nuestras vidas, para conocernos mejor, y algunas risas por las ocurrencias del pequeño o los parecidos que tenía con el mayor.
[...]- Bienvenido a tu nuevo hogar, Pet. La torre Stark.- habló Tony, con cierto aire de emoción en su voz. Ambos observamos la reacción de Peter atentamente, hasta ahora solo estaba en silencio.
- ¡Es fantástico! ¡No puedo creerlo! ¿De verdad viviremos aquí?- la efusiva y aguda voz del pequeño nos hizo sonreir, soltando el aire que sin saber estábamos conteniendo. Una risa graciosa de Tony se escuchó.
- Así es, campeón. Está será nuestra casa a partir de ahora. Vamos, te mostraremos tu habitación.- me miró asombrado cuando el pequeño tomó su manos para que lo guiará a dónde le había comentado y yo solo pude sonreí. Los ojos de Tony estaban brillosos y algo llorosos, pura felicidad.
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ℂ𝕠𝕝𝕠𝕣𝕖𝕤•IronDad• 🍂
FanfictionPeter es abandonado cuando es solo un pequeño niño por ser un tanto... peculiar. Tony y Pepper buscan tener un hijo, pero no pueden conseguirlo. Un día, en uno de los recorridos por los tantos orfanatos que han visitado, se encuentran un pequeño ge...