Peter: Planeta Titán. 9 años después.Miré lleno de miedo como Thanos perforaba el estómago de papá como si fuese simple mantequilla. El guante pronto volvió a recubrir su mano con seguridad, adecuándose perfectamente al tamaño de la misma.
No tuve miedo al correr hacia él, sujetando el cuerpo de papá y rompiendo el trozo de armadura que aún quedaba pegada a su cuerpo. Examine la herida rápidamente, eligiendo el mejor modelo de tela de araña para sostener el tejido con firmeza y así evitar el sangrado lo más que pudiese.
Un aerosol anestésico salió de uno de mis dedos del traje, relajando un poco el cuerpo de mi tenso padre, que me rogaba con la mirada que me alejara de aquel lugar a toda costa. No lo decía, porque sabía que no lo haría, pero sus ojos eran suficiente para saber que quería que lo abandonara allí para intentar salvarme.
Claramente no lo haría, nisiquiera era una opción.
- No te preocupes, papá. Estarás bien.- le sonreí leve, quitándome la máscara para verlo directamente.- El sangrado ya paró, no parece haber dañado ningún órgano.
- Peter...- un grito nos interrumpió, cortando el silencio del lugar de manera estrepitosa. Thanos sujetaba su brazo a metros de distancia, intentando soportar el dolor que provocaba el poder del guante. Las seis gemas del infinito brillaban en el artefacto dorado,
Las había conseguido todas. Todo aquello por lo que habíamos luchado estaba apunto de desaparecer por aquel lunático de origen desconocido que soñaba con ser el salvador del mundo, de una forma totalmente cínica y descabellada. Había puesto años de su vida en investigación y trabajo para reunir esas gemas, con la simple idea de eliminar a la mitad de los seres vivos de todo el universo.
Pero, allí se encontraba mi última oportunidad de salvarlos a todos y evitar la extinción de muchos. Debilitado por el poder nuevo que circulaba por su cuerpo, quedaba momentáneamente vulnerable a cualquier ataque y perdía levemente su poder, pero algo es algo.
Sonreí a papá una última vez antes de colocar mi marcará nuevamente. Intenté ignorar el tirón desesperado en mi traje, que fue sumamente débil debido al nivel de sus heridas, y seguí mi camino. Corriendo a una velocidad entrenada, uní mi telaraña con el guante y tiré, con todas las fuerzas que mi cuerpo poseía. Rodeando un poste de un material al que no le presté atención, intentando generar más resistencia, seguí tirando.
Seguí tirando con toda la fuerza que tenía, hasta que la tela de araña se cortó y me ví golpeado por el objeto dorado en el rostro. En menos de medio segundo había llegado a mi lado, como si fuese la luz misma, el poder era aterrador.
Volando metro y metros hacia atrás por el impacto del golpe, rodé varios metros más, hasta que pude parar. El dolor en mi rostro era horrible y el sabor a sangre mezclado con el leve mareo no eran de ayuda. No pude sostenerme en pie, había gastado demasiada energía en todo el tiempo anterior de pelea y los golpes recibidos solo empeoraban la situación.
No pude impedir su sonrisa de victoria ni los gritos desesperados de mi padre.
Arrastrándome como pude, quede junto a papá, que me miraba con un enorme sentimiento de tristeza y algo más, algo que llenaba mi cuerpo de miedo. La desesperanza decoraba sus ojos.El chasquido sonó en todo el lugar y como si fuese el mismo diablo, Thanos desapareció sin dejar rastros. El siguiente en desparecer fué Quill, que se desmoronó en cenizas, como si jamás hubiese existido en este mundo o en otro. Miré horrorizado a mi padre, viendo que compartía la misma mirada. Pero él lo hacía por diferentes razones.
Entonces lo sentí, como cada músculo de mi parte inferior se adormecía y luego le seguían los calambres. La fuerte sensación de puntadas y luego no estaba, no se sentía, no existía. Me aferré a los brazos de mi padre y me quité la máscara antes de perder el control de mis brazos.
ESTÁS LEYENDO
ℂ𝕠𝕝𝕠𝕣𝕖𝕤•IronDad• 🍂
FanfictionPeter es abandonado cuando es solo un pequeño niño por ser un tanto... peculiar. Tony y Pepper buscan tener un hijo, pero no pueden conseguirlo. Un día, en uno de los recorridos por los tantos orfanatos que han visitado, se encuentran un pequeño ge...